El sueño del Leicester está dibujado en la pizarra de Claudio Ranieri. El entrenador italiano ha conseguido transformar en ocho meses a un equipo diseñado para la permanencia en líder y gran candidato a ganar la Premier. Un milagro en Leicestershire, lugar de bosques y de caza en el que el zorro no es la presa. Los foxes acechan, presionan y doblegan a su rival a la contra. Una carrera hacia lo imposible de un club en el que el emperador Ranieri domina la escena.
Líderes a ocho jornadas del final con cinco puntos de ventaja. ¿Cuál es el secreto de este Leicester?
No hay ninguno. Nuestro éxito se basa en una combinación de varias circunstancias. Los grandes de la Premier no están completando la temporada que deberían estar haciendo y nosotros estamos realizando un año que nadie esperaba. Cuando llegué a Leicester en verano, el presidente -el multimillonario tailandés Vichai Srivaddhanaprabha- me pidió que en los dos primeros años de mi contrato -Ranieri firmó por tres temporadas con los foxes- teníamos que quedarnos en la Premier.
Eso era lo primordial. El presidente es un hombre ambicioso pero tranquilo, sabe que sólo construyendo un proyecto desde la base se puede optar a cotas mayores.
Pero todo se ha precipitado esta campaña
Sí. Tras esos dos años para asentarnos, pensaríamos en Europa. Sin embargo, esta temporada todo ha cambiado. Tengo un vestuario compacto, maravilloso y el equipo funciona. Pero sabemos que aún no hemos hecho nada. Todo el mundo espera que ganemos la Premier. Es increíble que en la era del dinero un equipo pequeño esté realizando esta gesta. Si fuéramos el Chelsea, el Arsenal, el City o el United pensaríamos en el título. Nosotros no.
La pregunta, en este caso, del millón de libras: ¿cree que aguantarán la presión y ganarán la Premier?
El Leicester es un club pequeño y hay que ir despacito. Hemos logrado el objetivo más importante. Ya hemos ganado, la próxima temporada jugaremos en la Premier. Ahora vamos a luchar por Europa. Y, si seguimos arriba, intentaremos entrar en Champions y luego ser campeones. Pero hay que ir poco a poco.
¿Cómo se hace para transformar a un equipo que hace un año era colista en el gran candidato al título?
Hemos cambiado el sistema de juego. Antes de llegar, había visto varios partidos, sabía cómo jugaban y he hecho algunas modificaciones. Creía que algunos futbolistas podían jugar mejor en otros sitios y está funcionando.
El Leicester es uno de los clubes con menos posesión y que menos pases da de la Premier, pero está triunfando y es líder. ¿Hay vida más allá del juego de toque?
En el fútbol hay muchos caminos. Cada entrenador tiene su librillo. En Valencia, por ejemplo, jugábamos con transiciones muy rápidas porque tenía futbolistas que podían hacerlo así. En otros clubes no he jugado siempre a la contra. Lo principal es conocer las características de tus jugadores e intentar sacarles el máximo.
Ganar sin dominar el balón.
En Inglaterra, el fútbol es muy dinámico, hay mucha batalla y tackles. No podemos tener la posesión porque no tenemos esa calidad para abrir a los equipos que se cierran. Por eso queremos jugar siempre rápido. Somos uno de los equipos que más fallos comete en el pase, pero en uno, dos o tres toques hacemos gol.
El Leicester es el club más goleador de la Premier, pero usted estuvo preocupado por los tantos que recibía. Dijo que invitaría a pizza a sus jugadores si no encajaban.
¿Cuántas ha pagado ya?
Se lo dije la primera vez [sonríe]. Estuvimos durante varios partidos concediendo siempre goles y les lancé ese reto. «Os voy a pagar una pizza si no encajamos». Y lo hice.
La historia del Leicester está fascinando al fútbol. ¿Cree que sería posible en la Liga española?
Creo que no porque hay un estilo de fútbol diferente. Cuenta más el dominio y la posesión. Cuando un equipo grande tiene el balón el 60% del partido va a ganar. El club pequeño no puede aguantar. Pero hay otras vías. El Atlético de Simeone, por ejemplo, no gozaba tanto del control del balón pero se llevó la Liga.
Fantaseando con el futuro… ¿Su Leicester podría competir con Real Madrid o Barcelona?
Pero si no sé si puedo ganar el próximo partido al Crystal Palace! Lo que tengo claro es que no vamos a cambiar nuestro estilo. Buscamos jugadores con alma y espíritu. Nosotros somos así.
El Leicester es un bloque pero sobresalen varios nombres. Los 19 goles de Vardy, los 15 de Mahrez o los robos de Kanté. ¿Cree que va a poder retenerlos en el club?
Yo creo que sí. Mahrez y Kanté están empezando, no pasan de los 25 años, tienen calidad y deben ir despacito. Y a Vardy ya le conocemos.
A Mahrez ya le han relacionado con el Barcelona y a Kanté con el Real Madrid. ¿Estarían preparados?
Hay que verlo. Aquí, en Leicester, son los reyes. Todo les sale bien y todos están contentos, pero cuando vas a un club grande la presión es enorme y hay que darlo todo.
Volviendo a España. ¿Dónde colocaría al Leicester en la Liga?
No quiero colocarlo ni en España, ni en Italia ni en Alemania. De las 10 temporadas anteriores, el Leicester ha estado ocho en Segunda, una en Tercera y la pasada en la Premier. Sabemos nuestro sitio.
¿A qué club de los que ha entrenado en su carrera se parece el Leicester?
La comparación con el Valencia es la más cercana. En Mestalla construimos algo bonito con muchos jóvenes. Aquí también. Hay similitudes.
Cuando llegó al King Power Stadium recibió muchas críticas que ahora se han convertido en halagos. ¿Le dolieron?
No sabía entonces nada… ni ahora me centro en los elogios. Yo pienso en el trabajo, que es lo único que dice lo que eres. La gente se olvida. Hace poco, ascendí al Mónaco, fui segundo tras el PSG y por cuatro partidos malos en Grecia he recibido críticas. Así es el fútbol.
Fuente:marca.com
