Pablo Sandoval llegó a los Medias Rojas de Boston con tres títulos de Serie de Mundial, un premio al Jugador Más Valioso del Clásico de Octubre y la popularidad de ser un pelotero querido por los fanáticos de los Gigantes de San Francisco. Pero su primera temporada en la costa este de Estados Unidos fue completamente gris y llena de batallas que el venezolano no pudo sortear.

“Fue difícil. Era difícil porque soy el tipo de persona que apoya a sus compañeros de equipo”, comentó Sandoval al periódico Boston Globe. El criollo conectó para promedio de .245 producto de 115 indiscutibles, en 474 turnos al bate, con 10 batazos de vuelta completa y 47 carreras remolcadas. Los Medias Rojas finalizaron últimos en la División Este de la Liga Americana, con marca de 74 victorias y 84 derrotas, a 15 encuentros de los líderes Azulejos de Toronto y nueve del comodín que ocuparon los rivales Yanquis de Nueva York. “Fue difícil para mí ir a casa a ver la situación de mi equipo. Es duro, pero hay que centrarse para prepararse para que el año que viene todo sea mucho para la organización”.

Cuando se acabó la temporada, Sandoval comenzó a trabajar en una rutina para llegar en las mejores condiciones a los campos de entrenamiento. Desde noviembre, el criollo cumplió su preparación de lunes a sábado. A las 5:00 de la mañana, “El Panda” iniciaba los días con un trote hasta a las 7:30 am. Luego hacía una práctica de bateo en la cual colocó especial énfasis en el lado derecho del plato. Seguidamente, una sesión de yoga, descansaba y finalizaba el día con más trabajo, rutinas que apuntó el mencionado diario norteamericano.

“Trabajar duro todos los días para demostrar a mis seguidores que puedo ser un mejor jugador y lo mismo a mis compañeros“, dijo Sandoval. “No es difícil para mí seguir ese horario. No es difícil en absoluto cuando uno tiene hambre para el trabajo y para hacer todas las cosas que desea”.

Pero es que el venezolano también ha sido criticado por la prensa de Boston por su estado físico. Sin embargo Sandoval apuntó: “Me siento fuerte. Y eso es lo que estoy buscando. Me siento más ligero cuando muevo mis pies, así que puedo ser un atleta en el campo de juego”.

“El Panda” tiene 116 cuadrangulares en su carrera en Grandes Ligas, con 509 rayitas fletadas, promedio al bate de .288 y porcentaje de embasado de .339.

En el spring training Sandoval, está buscando redimirse, encontrar el mejor camino para mostrar todo el talento que le llevó a tocar el éxito con los Gigantes y alcanzar de nuevo la gloria con los Medias Rojas de Boston.

“Estoy emocionado por la nueva campaña. Me fui temprano el año pasado, así que ahora estoy deseando volver y divertirme con mis compañeros de equipo y lograr buenos resultados”, finalizó el venezolano.

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El venezolano Gregor Blanco busca contribuir de cualquier forma durante la próxima temporada de los Gigantes de San Francisco, si bien está consciente de que su papel será como suplente en los jardines.

Denard Span, quien llegó como agente libre, se perfila como titular en el jardín central. El boricua Ángel Pagán se encuentra más saludable y se mudaría del bosque central al izquierdo, y Hunter Pence ocuparía la pradera derecha. En estas condiciones, no hay espacio para Blanco, de 32 años, pese a que ha jugado de inicio 769 encuentros en su carrera de siete años dentro de las Grandes Ligas.

«Hay que seguir teniendo la misma mentalidad que si estuvieras jugando», aseveró Blanco.»Busco estar aquí para apoyar de cualquier forma a mis compañeros, ya sea como corredor emergente o a la defensiva… Hacen falta 25 peloteros para ganar».

Blanco trabajó el lunes con los entrenadores de acondicionamiento físico, como parte de su recuperación tras una gripe.

«Él va a tener mucho tiempo para jugar en esta primavera, porque no pondré de inicio a los otros en cada encuentro», señaló el manager Bruce Bochy. «Todos van a tener muchos turnos al bate».

Bochy comentó que avanzará lentamente con muchos de sus veteranos durante los juegos de pretemporada, a fin de que conserven la energía para la campaña regular.

Blanco sufrió un par de conmociones cerebrales la temporada anterior, pero se sintió mejor durante el receso y buscó pulir su bateo en su casa en Miami. Tiene un promedio de .262 en su carrera, y ha bateado para .264 en sus cuatro campañas con los Gigantes.

«Comencé a usar más la pierna de atrás, a fin de golpear la pelota un poco más duro», afirmó.

Incluso si Blanco no aparece en tantos duelos esta temporada, «uno siempre puede apoyar a los compañeros y ofrecerles un apretón de manos», destacó.

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Los fantasmas de las lesiones le han pasado una mala jugada a Nicolás Fedor, quien estaba gozando de la renta de los goles con el Rayo Vallecano, equipo que vio en Miku como su máquina ofensiva en los últimos partidos. Al punto de que logró una racha de cinco jornadas celebrando un tanto en España, pero esta racha llegó a su fin el pasado sábado, en parte por una lesión que apartó al criollo del juego contra el Real Betis.

.@MikuFedor sufre una microrrotura en el bíceps femoral del muslo izquierdo. Tiempo estimado de baja: 2-3 semanas pic.twitter.com/EifXtyYkaK

— Rayo Vallecano (@RVMOficial) 1 de marzo de 2016

En ese encuentro Miku tuvo que retirarse al minuto 46 tras presentar problemas en su pierna izquierda, dejando en vilo en su andar para los siguientes partidos del equipo de Vallecas. Y fue este martes que el cuadro madrileño informó el estado de la lesión del artillero de la Vinotinto, que presenta una microrrotura en el bíceps femoral del muslo izquierdo.

A través de sus redes sociales, el Rayo Vallecano dio a conocer esta información, asegurando que Fedor estará de baja, en un tiempo estimado, de dos a tres semanas, por lo que volvería a mitad del presente mes. Sin duda alguna es una mala noticia para el delantero, quien acumula cinco tantos en La Liga en su renacer en España.

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