De acuerdo con un estudio del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello la crisis actual ha desmejorado la calidad de vida de los venezolanos
“La pobreza en Venezuela, a pesar del importante volumen de gasto que se ha hecho, no ha mejorado sistemáticamente, no ha tenido una tendencia lineal; lo que ha experimentado son avances y retrocesos, en buena parte debido a los precios petroleros. Con la crisis actual, eso ha sido más palpable”, expresó María Gabriela Ponce, docente del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello, quien disertó sobre el tema del gasto social en el marco de un foro organizado este jueves, en Caracas, por el Observatorio de Gasto Público el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice).
Como resultado del análisis que efectuó en compañía de la también catedrática Lisette González, la ponente se refirió a la efectividad del gasto público en relación con la mejora en las condiciones de vida de la población venezolana, determinando, a través del denominado método integrado – aproximación multidimensional al fenómeno que se revisa -, que los niveles de pobreza han crecido de manera alarmante en el país.
“De acuerdo con trabajos sobre condiciones de vida llevadas adelante por las universidades Central de Venezuela, Simón Bolívar y UCAB, lapobreza de ingreso – últimos resultados de la Encuesta sobre Condiciones de Vida (Encovi) – está arrojando cifras de 72 % en hogares y 76 %, un poco más, en población, aclarando que siempre el número en este parámetro es más alto porque los hogares pobres son más numerosos. Entonces, lo que tenemos es una cifra brutal”, manifestó, agregando que se manejó un contexto de variables como crecimiento económico, desigualdad, inserción en el campo de trabajo y años de escolaridad, entre otros.
“Uno de los hallazgos, en un gobierno que se ha declarado favorecedor de la población en situación de pobreza, es que esperábamos que hubiese mayor vinculación en el gasto social de la pobreza, lo cual habla de que hay otras variables de contexto con mayor capacidad explicativa para entender dicho comportamiento en la nación”, dijo.
La mejora fue solo un boom
Para el desarrollo de la investigación se descompuso la pobreza en sus diferentes tipologías. “Digamos, la pobreza un poco más coyuntural de índole económica, la pobreza más estructural que tiene que ver con las condiciones de vida, y la pobreza crónica. Con algunos análisis estadísticos, descubrimos que el gasto influye fundamentalmente sobre la pobreza de ingresos, no sobre la pobreza estructural”, afirmó.
La diplomada aclaró que para precisar la evolución de la pobreza en el período 1997-2011 se contó con el acceso a las encuestas de hogares por muestreo, pero a partir de allí se imposibilitó el acceso al microdato.
“En todo caso, mostramos que, efectivamente, se nota una caída importante de la pobreza durante la coyuntura favorable de precios petroleros, que se percibe mucho en la arista de los ingresos, es decir, en la pobreza coyuntural. Entonces, pasó lo que ya ha ocurrido en este país: debemos recordar que igual en los años setenta llegamos a tener registros de pobreza muchísimos mejores que los que tuvimos durante el boom petrolero, y eso se revirtió. Una vez más estamos viviendo lo mismo porque no hemos empleado los recursos para mejorar las capacidades de la población”, enfatizó.
“Estamos hoy en niveles absolutamente peores a los que tuvimos ante de la llegada del presidente Hugo Chávez al poder, nunca habíamos tenido en el país esos registros. Al primer hipo del mercado petrolero, volvemos a situaciones iniciales o incluso peores. El problema de tratar de sostener los logros en mejoras económicas, como fue el caso del ingreso que, repito, redujo la pobreza pero sin sostenibilidad real porque no se fundamentó en las mejoras de las capacidades de la población”, concluyó acerca de la repercusión real de las políticas sociales en Venezuela.
Fuente: El Nacional