Economistas aseguran que el vicepresidente del área económica y ministro de Economía Productiva, Luis Salas, sigue directrices de Alfredo Serrano Mancilla, asesor del partido Podemos de España.
La lucha entre los pragmáticos y los radicales en el gabinete económico está de vuelta, pero con nuevos protagonistas. El nuevo tren ministerial nombrado por el presidente Nicolás Maduro comienza a mostrar sus diferencias. Así quedó reflejado en las propuestas presentadas para frenar la inflación que, según fuentes cercanas al Banco Central de Venezuela, cerró 2015 en 270,7%.
El viernes pasado, un día después de haber sido designado ministro de Industria y Comercio, Miguel Pérez Abad utilizó su cuenta de Twitter para escribir lo siguiente: “Necesitamos una poderosa alianza con los empresarios patriotas del país… Necesitamos a todos los productor@s del país para enfrentar los retos de producción y abastecimiento de 2016… Debemos apuntar a un plan agresivo para apoyar a la pequeña y mediana industria para el tema de las exportaciones”.
En contraste, el sociólogo Luis Salas, actual vicepresidente del área económica y ministro de Economía Productiva, aseguró en una entrevista en el canal Telesur que “los principales factores que se deben abordar de inmediato son el abastecimiento de productos y el control sobre la especulación”. Agregó que “la competencia especulativa que ejercen grandes empresas y comerciantes afecta en primera instancia a la población, pero también perjudica a toda la cadena comercial”.
En Venezuela Salas es señalado de ser la mano ejecutora de las políticas que desde España elabora Alfredo Serrano Mancilla, asesor económico del partido Podemos y principal aliado de los líderes Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero.
“La impresión que tengo es que Salas recibirá órdenes de Alfredo Serrano Macilla, quien escribió el libro sobre el pensamiento económico de Hugo Chávez”, dijo el economista Orlando Ochoa. “Salas no reconoce ni siquiera el fenómeno de la inflación, sino que habla de especulación a pesar de que los controles cambiario y de precios son la fuente de la inflación”.
El también economista Alejandro Grisanti indicó que la gran pregunta es a quién va a escuchar el presidente Maduro al momento de tomar decisiones para bajar la inflación, acabar con la escasez y atender el problema fiscal. “Maduro en las ultimas tres semanas no se quería reunir con el actual ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Jesús Farías. Prefería reunirse con Luis Salas y Tony Boza, que son de pensamiento radical y están relacionados con Rodolfo Serrano Mancilla a través del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica.
Grisanti señaló que lo que se puede plantear a partir de ahora es un conflicto entre moderados y radicales. Este último grupo liderado por Luis Salas y los primeros con una actitud más pragmática. “Va a ser importante ver la posición que asumirá el ministro de Banca y Finanzas, Rodolfo Medina, que como técnico debe enfrentar el problema fiscal”.
¿Voluntad de cambio? La economista Anabella Abadí dijo que si bien no se tiene información sobre qué hará el gabinete para disminuir la inflación y acabar con la escasez, sí se sabe que el vicepresidente Luis Salas no cree en la inflación: “El ministro de Industria y Comercio, Miguel Pérez Abad, entiende el problema que hay con los precios y pareciera que liderará el gabinete económico”.
Abadí agregó que aún no está claro si el nuevo gabinete tendrá la voluntad de aplicar un plan que tendría que ir en contra de muchas de las premisas del socialismo del siglo XXI “y allí es donde veo el principal problema”.
Su colega Ronald Balza aseguró: “Este gabinete económico no tiene facultad para revertir el problema inflacionario… Hay un Ministerio de Agricultura Urbana que es como si se dijera cómo organizar conucos en Caracas. La cabeza del gabinete, Luis Salas, ha dicho que cree en la guerra económica y esa declaración es preocupante porque ese es el argumento que nos ha traído a esta debacle”.
Balza agregó que quien quizá ha dado muestras de entender lo que realmente está pasando y lo que se debe hacer para solucionarlo es Jesús Farias, que ha declarado que se debe unificar el sistema cambiario. “Se tiene que entender que si no se deroga la reforma de la Ley del BCV no va a existir jamás confianza en las medidas que se apliquen ni en solucionar la inflación”.
El economista Carlos Miguel Álvarez coincidió con Balza en que quien ha dado muestras de querer resolver las distorsiones es Farias, pues se ha referido a la necesidad de aumentar el precio de la gasolina, por ejemplo. “El gabinete debe entender qué debe hacer algo para darle confianza a los ciudadanos y eso incluye dejar de ocultar cifras”.
Qué medidas tomaría para disminuir la inflación?
Menos dinero inorgánico
“Hay que detener la emisión de dinero inorgánico. Ese es el principal inconveniente que genera las presiones inflacionarias en la economía venezolana. Hay una gran recesión y esa es una de las causas. El hecho de que el Banco Central de Venezuela apruebe la impresión de billetes que no tienen sustento en la producción de bienes y servicios, ocasiona una espiral de incrementos de precios que no tiene control. La monetización debe detenerse, de lo contrario será imposible que los precios de los productos paren ese aumento acelerado”, indicó Anabella Abadí.
Tener disciplina fiscal
“La disciplina fiscal es esencial. Necesitamos un presupuesto que tenga en cuenta todas las variables significativas. Tiene que haber un nuevo tipo de cambio, una proyección de la inflación superior a 60% y los aumentos de salarios deben estar contemplados. Pero, además, el presupuesto tiene que incluir al Fonden y al Fondo Chino. Igualmente se deben incluir los ajustes de los precios controlados porque el gobierno va a tener que pagar más por las medicinas y alimentos que debe distribuir. Si no lo hace así será un desastre porque los precios del petróleo están muy bajos”, señaló Ronald Balza.
Publicar cifras oficiales
“Se deben difundir las estadísticas oficiales. Debemos saber en cuánto cerró la inflación porque eso genera las expectativas de los actores económicos. Yo he criticado el hecho de que el Banco Central de Venezuela no publique las cifras, pues eso tiene un impacto muy negativo sobre los precios. Como las personas no tienen idea de cuánto cuestan las cosas, se crean incrementos sin control y eso va afectando la economía. Una vez que se tiene claro qué es lo que está pasando a través de las cifras la incertidumbre disminuye. De allí la necesidad de que el BCV tenga su autonomía”, propuso Carlos Miguel Álvarez.
Reducir déficit fiscal
“Hay que reducir el déficit fiscal, que en un país petrolero significa ajustar la tasa de cambio para ayudar a subir los ingresos. Hay que ordenar las finanzas públicas para no necesitar financiamiento monetario y minimizar el impacto sobre el mercado cambiario. Esto demanda la necesidad de unificar la tasa cambiaria. Por mucho tiempo se utilizó ese financiamiento monetario para pagar las misiones y no tener que devaluar el bolívar, pero eso ha creado una enorme inflación. El origen de todo el problema económico es el abuso de esta política”, expresó Orlando Ochoa.
Derogar Ley del BCV
“Hay que derogar la reforma de la Ley del BCV y aplicar la ley anterior. Esa es la única forma en que los venezolanos le tengan confianza al bolívar: Se necesita la independencia y autonomía del instituto emisor. El ocultamiento de la inflación, el financiamiento monetario y la posibilidad de que este último de manera secreta le pida al BCV que lo financie, debe terminarse. La única manera en que los bancos centrales han logrado disminuir la inflación es cuando la población comienzan a creer en los objetivos que se han trazado y cumplido”, manifestó Alejandro Grisanti.
Fuente:el-nacional.com