¡Seguro que luego de hacerlo no te lo crees ni tú! No entiendes para qué o por quépierdes tu tiempo en ver el perfil de Facebook de tu expareja cuando sabes que no volverías con él ni muerta; sin embargo, tu inconsciente te traiciona y con más frecuencia de la que quisieras te encuentras a ti misma ¡justo ahí! Descubre por qué lo haces.

¿Alguna vez te has preguntado qué buscas?
Te doy la respuesta: lo que estás buscando es exactamente eso que odiarías leer en el Facebook de tu ex, cosas tales como…

 
• Que ha dejado de estar soltero y que su novia es la chica 10

• Que se irá de gira por el mundo y no tiene fecha probable de vuelta

• Que será padre en breve

• ¡Que se ha casado!

Actualizaciones de estado y novedades «sentimentales» son las que buscas, a pesar de que en caso de encontrarlas no te gustarían ni un pelo. Es contradictorio, pero si te pones a analizarlo verás que es cierto. ¿Por qué?

Simple, puro egocentrismo. Sí, cuesta admitirlo, pero seguro te hubiera gustado que ese final feliz que hoy vive tu ex fuera compartido contigo o también puede ser porque no te explicas cómo pudo llegar hasta allí o cambiar tanto.

Los riesgos a los que te expones

Parece una cita online pero lejos de serlo, lo que en un instante puede sentirse como mariposas en el estómago, al rato siguiente y una vez que has recorrido su muro de arriba abajo se convierte en un mezcla de sensaciones que te llevan a decir ¡vaya tontería que hice! e incluso te prometes a ti misma que no ocurrirá nunca más.

Sin embargo… no falta la ocasión en que entras a su Facebook para comprobar que no ha añadido a ninguna nueva “amiga” que antes no tenía y que encima tú no conoces de nada. Casi que te obsesionas por saber, pero ¿para qué? Solo conseguirás sentir pena por ti al preguntarte «¿cómo es posible que él rehaga su vida amorosa antes que yo?»

Además, estar pendiente de si él mantiene el corazoncito de “estoy en pareja con…” para saber qué hacer tú o para hacerlo antes que él, es algo que te apenará, aunque te sientas muy decidida a cambiar tu estado sentimental.

Confirmar que él ya está en una nueva relación siempre es algo que te apenará, al menos por unos minutos. Tu tiempo es muy valioso como para estar apenada por una relación que ya fue, ¿no te parece?

Ahora que sabes para qué fisgoneas en el perfil de Facebook de tu expareja, ¿qué tal si lo eliminas del grupo de tus amistades?

¿Necesitas más motivos para borrarlo?

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Encontrarse en la intimidad con la pareja es en definitiva para pasarla bien, para disfrutar, pero quizá much@s pueden estar actuando en contra de su propia felicidad y no saberlo.

Uno de los principales saboteadores de la vida sexual, es el tiempo o más bien, ¿Cómo se vive el tiempo?: ¿Con ansiedad y estrés o más bien con calma y naturalidad?. Pues esta forma de experimentar algo tan cotidiano, también se traslada a la cama. Si se vive en un intenso corre-corre diario, sin hacer pausas y no se concientiza esto, seguramente el coito será apurado y hasta mecánico.

Otros saboteadores:

El desconocimiento del cuerpo: No saber cuales son las zonas erógenas propias y tener pocas intenciones de descubrir la piel de la pareja, (bien sea por pereza, cansancio o aburrimiento) hacen que el recorrido de las caricias sea repetido, con pocas variaciones y no se le dé el protagonismo necesario a los juegos previos.

Temores a embarazos e infecciones: Si no se usan métodos anticonceptivos seguros y de manera correcta, puede alterarse el disfrute, pues el miedo a modificar el proyecto de vida por un embarazo no planificado o por una infección de transmisión sexual, podría desconcentrar e incluso “empujar” a prácticas riesgosas,  desacertadas y nada eróticas (como no usar condón y eyacular fuera de la vagina, o tener relaciones sexuales unos días específicos al mes.. son solo algunos desafortunados ejemplos).

Educación sexual: Si la información en sexualidad que se tiene desde el principio,  está llena de mitos o culpas  y no se ha modificado, se podría dejar de experimentar muchas sensaciones por pensar que son malas, sucias, dolorosas o inadecuadas, limitando el propio repertorio erótico o el de la pareja.

Falta de comunicación: Es importante comentar y pedir lo que se necesita en la intimidad, para ello, claro está hay que conocerse bien para luego solicitar algún tipo de estimulación o práctica sexual a la otra persona, sin rodeos y de forma clara. No pensar que la pareja por tener ese rol, es adivinx.

Las redes sociales: Estos minutos, horas (o lo que se dedique al sexo) son intocables. Olvidar un rato las redes sociales, celular, computadora,  tablet, tele.. etc, es fundamental. Alejar factores distractores y enfocarse en el placer.

Infidelidad: Sospechar o tener la seguridad que la pareja tiene a otra persona y no confrontar la situación, rompe la vida sexual.

“Darse cuenta” es el primer paso hacia el cambio. “Sentir y no pensar” el siguiente.

En algún momento puedes haber saboteado tu mismx el disfrute. En ese caso, identificar que se puede mejorar o conversarlo con la pareja.. y si se tienen las herramientas, buscar alternativas para lograr cambios positivos.

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Las mujeres somos un misterio por descubrir, pero los hombres tampoco se quedan atrás. Algunos hombres son muy predecibles pero otros pueden ser toda una sorpresa, y esto también aplica a la hora de poner fin a una relación sentimental.

Si sospechas que él está queriendo terminar contigo y no es muy valiente que digamos, ¡despierta! Así es como los 4 tipos de hombres más cobardes y desconsiderados con las mujeres terminan una relación (si a eso se le puede llamar «terminar»…).

 
#1 El cobarde

Este perfil es el típico hombre que no sabe cómo poner fin a una relación y entonces, gracias a su falta de valentía, opta por dejar de enviar mensajes amorosos y ser detallista. También se vuelve frío y desaparece de pronto por unos días, de repente ya no tiene ni un segundo libre para estar contigo.

En definitiva, este tipo de hombre es el que toma toda la distancia posible para que tú te des cuenta de que ya no quiere seguir en la relación o intenta algo más cómodo para él, que sería conseguir que tú tomes la decisión de terminar.

#2 El desconsiderado y cobarde

No sé si el anterior perfil era peor que este o ambos son iguales. Este tipo de hombre directamente desaparece de un momento para otro sin dar explicación alguna, y si por casualidad se llega a cruzar contigo hace de cuenta que no te conoce. ¿Pero quién se ha creído que es?

#3 El egoísta interesado

Este tipo de hombre no es cobarde, pero es mala persona. Sí, porque viene un día y te dice de frente que no quiere seguir, que hasta aquí llegaron y que todo se ha acabado a pesar de que siempre serás una parte importante de su vida, y que pueden verse cada tanto o compartir un café.

Hasta ahí puede parecer una ruptura muy madura; sin embargo, él sabe muy bien que su intención de dejar posibilidades de reencuentros le llevarán a tener sexo cada vez que quiera porque sabe que tú le amas. (Si tú se lo permites, claro). Y, cada vez que esto ocurra tú tendrás la ilusión de que quizá tenga intención de volver contigo, hasta que por fin se lo preguntas pero él te dice que ya te lo dejó claro.

#4 El infiel

No hace falta que te diga que te engaña con todo lo que Dios que le pone por delante. No le importa nada pero tampoco tiene el coraje para terminar contigo, por eso va con una y con otra hasta que por fin lo descubres y eres tú la que pone fin a la relación.

Por supuesto que no todos los hombres encajan en alguno de estos cuatro perfiles. También existen los hombres correctos, respetuosos, considerados, fieles y valientes que hacen frente a la situación y exponen la verdad ante su pareja.

Ahhhh…. los hombres son un misterio. Seguro te gustará leer: ¿Cuándo los hombres sufren realmente por una ruptura amorosa?

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Terminar una relación no es nada sencillo, sin importar cuáles sean las causas. Si has estado con la misma persona mucho tiempo, uno de los aspectos que podrías extrañar es el sexo (sobre todo si era bueno), y se entiende.

Ante esta situación una de las dudas que pudiera estarte torturando es si es buena ideatener sexo de “despedida” con quien está a punto de ser tu ex, porque los sentimientos siguen a flor de piel y lo que menos quieres es que todo se complique.

 
Aunque no existe una verdad absoluta, algo sí es irrefutable: el sexo de “despedida” es la última oportunidad que tendrán de disfrutarse entre sí. Y realmente puede ser bueno para ambos, siempre y cuando lo hagan bien.

Para Kat Van Kirk, terapeuta sexual certificada por la American Association of Sexuality Educators Counselors and Therapists (AASECT), el sexo de “despedida” puede “ayudarte a procesar las emociones, y darte el tiempo y la conexión para separarte de tu ex de manera más compasiva”.

El sexo de “despedida” es para muchas personas una buena opción porque la conexión sexual no tiene que ver con las razones del rompimiento, que pueden ser planes diferentes de vida por ejemplo. Si es tu caso, entonces es algo que seguirán disfrutando.

“Debido a su carácter terminal, la gente se siente sin inhibiciones o restricciones en el sexo de ruptura y se comportan en la forma que desean, sin preocuparse por el efecto que tendrá en el futuro”, explica el psicólogo Aaron Ben-Zeév.

Así, tener sexo de “despedida” puede brindarte una emoción derivada de experimentar una unión que no está restringida ni por lo que vivieron en el pasado, ni por planes que se vean afectados en el futuro.

Recomendaciones

Existen dos circunstancias muy claras en las que el sexo de “despedida” es una buena idea: si aún se gustan y quieren seguir siendo amigos o si la decisión de separarse es mutua; pero no olvides que hacerlo implica un riesgo.

Por ello, antes de tomar una decisión aquí hay algunos puntos que debes tomar en cuenta:

1. ¿Lo sigues amando?

Si la respuesta es sí, evita tener sexo de “despedida” porque si lo haces existen muchas probabilidades de que te sientas malcuando todo termine. En el peor de los casos puedes sentirte hasta utilizada.

2. Que todo esté claro
 

El sexo de “despedida” no es el mismo que el de reconciliación, por lo que si realmente quieren hacerlo deben quedar claros en que será la última vez que estén juntos y que cada quien ya tiene un camino por seguir.

3. Puede generarles dudas

Ok, por más claros que sean, puede que si el sexo de “despedida” es muy bueno, pase por su mente la duda de si terminar es su mejor decisión o si es posible una reconciliación.

Para evitar esto tienes que recordar que el motivo de la separación nunca fue lo sexual, si no otras razones por las que ya no deben estar juntos.

Como siempre la decisión es tuya, no te presiones. Ya sea que estés a punto de terminar o que lleves poco tiempo de haberlo hecho, tienes todo el derecho de tomarte un tiempo para pensar lo que es mejor para ti.

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Ya estamos en fechas de fiestas y además de los típicos regalos materiales que podamos hacerle a nuestra pareja formal o de turno, podemos invertir en regalar nuestro tiempo y nuestras ganas para hacerle (y hacerte) pasar un buen rato. Les dejo algunas ideas a muy bajo costo para que las pongan en práctica:

Copa de los deseos. (Puede ser un vaso) lo importante es el contenido. Coloquen en papelitos tanto tu como tu pareja, acciones que les gustaría que  les practicaran, luego las mezclan, de modo que no sabrán quien escribió que. Toman al azar algún papel y a la idea es poner en práctica el deseo. Puede ser desde una intensa sesión de besos, un glorioso masaje o una felación de sabores… Ustedes eligen!!! así que escriban sus deseos.

Juega con la luz. Si tienes disponible tu habitación o la de un hotel romance, sal de lo cotidiano y de la decoración tradicional colocando velas estratégicamente, cerca de donde se vean tus atributos (los que quieras destacar). También  puedes colocar bombillos de colores en vez las repetidas luces de siempre y cambiar por completo el escenario donde se encuentran.

Goza el chorro de la ducha. No solo para tu higiene, sino para autoestimularte y que tu pareja te admire mientras disfrutas. Otra idea, pero para el bienestar de tu pareja, es dirigir el chorro hacia su espalda y brindar un masajito con temperatura.

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Según los expertos la Celotipia o celos, es un síntoma más que una enfermedad. Es una sospecha, inquietud y recelo de que la persona amada haya dejado de darnos su cariño; pero de una manera de control obsesivo ante el miedo de perder a ese ser amado. Si, ese mismo miedo que siente por ejemplo, un perro cuando otro se le acerca a su plato, o cuando nuestro hermano consigue a una novia, pero todos estos sentimientos no es más que un terrible terror de perder a esa persona amada.

Los celos generalmente suelen darse en personas con una frágil autoestima que se sienten terriblemente vacías ante la posibilidad de perder al ser amado. Su vida nunca ha sido cultivada interiormente necesitando así el apoyo de unos u otros para poder proseguir en su vida. Estas personas tienen una fijación de ideas absurdas en su mente de una manera obsesiva llevando al desequilibrio emocional a los de su entorno. Son las clásicas personas que «No viven ni dejan vivir» porque en su miedo de perder a su ser amado, se olvida el darse el regalo de vivir una vida feliz, ya que la «duda» siempre está rondándoles por su mente.

 
Tipos de Celos

Se pueden identificar dos tipos celos: Los de pensamientos buenos y los malos. El primero se caracteriza por tener pensamientos básicamente «buenos» sobre nuestro compañero(a), aún cuando el dolor o el coraje se este generando. Este tipo de celos no siempre significan que la persona celosa es insegura o posesiva, especialmente si estos celos se experimentan como sólo una emoción pasajera. los celos buenos raramente hieren profundamente las emociones porque los sentimientos positivos sobre nuestro compañero o compañera dominan las emociones fundamentales.

Por el contrario, los celos malos son una reacción destructiva que de la nada inventan pensamientos malos e injustos sobre el compañero o la compañera de uno. Esos malos pensamientos frecuentemente son bien disimulados, pero son insidiosamente destructivos para las emociones de ambas personas. Estos tipos de celos impiden a la persona celosa conocer, aceptar, recordar o creer los valores del compañero o la compañera que es victima.

En su lugar, una amargura irreal, cinismo o malevolencia hacia la víctima es conjurado por los celos malos. Tales ilusiones negativas generalmente están arraigadas en experiencias pasadas que no están relacionadas al compañero o compañera que es ahora victima. La victima generalmente siente que la persona con celos le proyecta información indicando que él o ella es mala persona. Esto causa que la victima responda con mayor perplejidad y asombro, seguidos por coraje, disgusto y un sentido de injusticia. Esas emociones negativas generalmente continúan aumentando hasta que finalmente sobrepasan todos los buenos sentimientos y valores entre las personas. En ese momento el amor y la relación son destruidos, no importando cuán fuerte haya sido el amor original y los valores.

La naturaleza básica de los celos malos es la «posesividad y las demandas obligatorias» siendo injustos porque la victima es penalizada en la medida en que él o ella le ofrezcan valores a su compañero o compañera celoso.

La persona celosa no acepta la posición de elección libre que es necesaria para construir una relación romántica fuerte, saludable y permanente. El compañero o compañera con celos se encierra en la idea falsa de que cualquier relación o aventura externa representa una amenaza o privación. Además, la persona con celos erróneamente juzga a su compañero o compañera en términos de experiencias y relaciones externas no relacionadas con la relación presente, en vez de juzgar en términos de su relación actual.

El hacer «pruebas» es simplemente otra forma de celos en la cual una persona traduce la inseguridad que él o ella tiene en el hacerle pruebas a la victima para comprobar su amor o fidelidad. Tales «pruebas» son injustas, inmaduras, irreales, y aumentan continuamente hasta que los valores o los valores potenciales de una relación son destruidos.

Este tipo de celos tan arraigados y profundos, necesita de una buena terapia para poder descubrirlos y vencerlos. Trabajando los pensamientos confrontándolos con la realidad ayudará a detener la fuerza con que invaden a la persona que los sufre.

Los celos nunca son positivos porque la persona tiene que creer en sí misma y valorarse sin necesidad de depender exclusivamente de otros para existir.

Acaba ya con los celos, la envidia, las obsesiones y trabaja tu autoestima porque es en tu propia valía en donde encontrarás tu equilibrio.

Paramujeres