Lo he visto pasar demasiadas veces: El chico educado, amable, que pierde a la chica por ser exactamente como es: bueno. Y lo peor es que como él es un chico agradable y educado, la va a dejar ir y no dirá nada al respecto. Va a aceptarlo como algo que ella realmente quiere y le deseará lo mejor, mientras ella se aleja siendo todo lo que él hubiera deseado en una chica.
Pues bien, en nombre de todos los chicos agradables y amables que andan por ahí, esto es para la chica que dejó ir lo mejor que le ha pasado.
Estimada chica que se fue:
Ambos, tú y él, eran conscientes de aquello en lo que se metían. Él te dijo que era una buena persona. Confió fácilmente y te dio todo lo que podía cuando era posible. Porque así hace las cosas alguien como él, que estuvo cuando lo necesitaste e hizo todo lo posible para asegurarse de que sabías lo mucho que podías significar para alguien.
Hoy vivimos una generación donde todos usamos máscaras y jugamos ciertos roles para transitar por el ‘campo de batalla’ de las relaciones. Es imposible darlo todo. En este siglo veintiuno le damos ‘like’ a frases de Facebook y subimos fotos a Instagram que indican que no sabemos lo que queremos: un día al masoquista y al romántico al siguiente. Jugamos a estar disponibles sólo a veces, y hacernos las difíciles debe ser nuestra prioridad número uno. ¿Por qué?
Yo pensé que el objetivo final de iniciar una relación era sentar cabeza, pues ¿cuál es el punto de las citas si no deseas que lleguen a alguna parte? Pero si lo que buscas es una aventura de una noche, deja a los chicos buenos en paz y juega según las reglas de tu juego. Ahórrate tiempo y energía porque un chico que es agradable y generoso no te va a hacer más fácil que te alejes. A un chico educado le importas, así que va a tratar de conseguir una explicación aún cuando sabe que le dirás un montón de mentiras.
Muchas chicas dicen que les gustan hombres que son verdaderos idiotas porque ‘son un reto’ –uno que implica forzarle a ser algo mejor que un imbécil–. ¿Alguna vez pensaste que tal vez eras tú quien necesitaba aprender lo que significa realmente sentir de nuevo?
Seguramente pasaste una mala experiencia, como nos ha pasado a todos, y por eso has cambiado. Es normal y uno se aflige, pero como saliste con otro imbécil, éste no arregló lo que hizo el anterior; resultó igual o peor. Tú no eras su prioridad y difícilmente podrías serlo, así que ahora eres una amargada y te has cerrado a cualquier cosa remotamente más satisfactoria que una aventura de una noche.
No te voy a negar que un tipo idiota puede ser divertido o que no podrías pasar un buen rato con él, pero cuando todo está dicho y hecho, ¿habrá algo más que un buen rato? Probablemente no.
De hecho un imbécil tiene algo encantador: el encanto que justifica tu persistencia. Te dices: “Hay algo en él”, que es probablemente la misma ‘cualidad’ que acabo dañándote en el pasado.
Después trataste de alejar al que no era un idiota. Y como él no lo hacía, lo empujaste con más fuerza. Aún así, él no se dio por vencido, y cada vez que lo empujabas, él te jalaba más hacia él. Hizo caso omiso de tus miedos y te obligó a crecer. Luchó por tus pasiones cuando estabas muy ocupada olvidándote de ellas. Hizo a un lado tus deseos para concentrarse en lo que necesitabas. Te alejaste porque era demasiado bueno para ser verdad.
Él te dio demasiado de todo lo que querías, y creíste que la vida no podía ser así de fácil. Estabas acostumbrada a conflictos y dificultades –como si la vida de por sí no te ofreciera eso.
Aquí es donde fallaste.
Tu chico bueno resultó herido, pero eligió seguir siendo como era: agradable, educado, amable. Aprendió que diferentes personas iban a ofrecerle diferentes cosas en la vida. Y optó por no dejar que nada de eso lo cambiara.
Así que dejó que te fueras y dio por concluido el día. Dicen que hay un montón de peces en el mar, y el te dejó ir sabiendo eso, a pesar de que le dolía. Lo que no sabes es que alguien más está ahí, en alguna parte, y ella no va a ser tan estúpida como tú.
Cuando te des cuenta de que querías a ese chico al que tanto le importabas, será muy tarde. Alguna otra chica habrá sido capaz de ver lo grande que es, y no va a desperdiciar ni un minuto.
Los chicos buenos y generosos están ahí para darte un descanso, una luz que te guíe hacia algo distinto de todos esos juegos con los que nos identificamos los de nuestra generación.
Tal vez él te amó muy pronto, y todo fue un poco loco; demasiado. Pero tipos así no se encuentran todos los días. De hecho, casi nunca. Él te hizo sentir amor cuando el amor ya no era parte de tu vocabulario… Aunque ahora querrías estar diciéndole: “Yo también te quiero”, mientras recuerdas lo que se siente.
Él es el hombre con el que se suponía que debías estar. Desearía que lo pudieras ver antes de que otra chica lo haga, porque al final, todos, incluyendo a ese chico genial sabemos que no lo mereces pero se ha prendado sólo de ti.
Sinceramente,
La chica que llegó demasiado tarde.
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