Locuras y otras tantas insanías somos capaces de hacer luego de terminar con un chico.
La tristeza porque la relación se acabó o el alivio por sacarlo de nuestra vida, nos llevan a hacer cosas de las cuales muchas veces no estamos orgullosas y de verdad desearíamos no haberlas hecho nunca ¿o tal vez si? ¿Cuáles son? Estas son las más comunes:
Cambio de look extremo
No sé por qué las mujeres cada vez que terminamos una relación necesitamos un cambio externo. Lo primero que atacamos es a nuestro pelo, el cual sufre por nuestra depresión, con colores que de verdad nos quedan mal o cortes que no van con nuestro rostro.
Eliminarlo de Facebook
Ya está. Decidimos que no queríamos volver a saber nada de él y lo eliminamos completamente de nuestros contactos de Facebook (y otras redes sociales).
Tiempo después nos arrepentimos porque aunque sea nos gustaría saber en qué anda. ¡Había otras maneras de hacer el duelo!
Hablar mal de él
El enojo nos encegueció y ahora nos arrepentimos de haber publicado toda una editorial en una red social hablando pestes de nuestro ex.
Ahora que lo pensamos, no era para tanto… quizás nos sobrepasamos.
Rogarle que vuelva
En cierta etapa del duelo por la separación, caemos en una locura que nos lleva a mandarle mensajes o hacerle llamadas en las que llorando le pedimos por favor que vuelva con nosotras.
¡Pero luego nos damos cuenta que hicimos mal! ¡Eso no se hace! ¡Más dignidad por favor!
Llamar y cortar
¿Quién no lo ha hecho alguna vez? Tan solo necesitábamos escuchar su voz, porque la extrañamos o para saber si aún sentimos algo por él.
Pero lo hacemos de la manera más cobarde: llamamos y cuando atiende, cortamos. ¡Obviamente llamadas anónimas!
Destruir los recuerdos
Es algo que las mujeres solemos hacer cuando aún estamos enojadas por lo que perdimos. Quemar fotos, romper cartas, vender ropa o joyería… ¡pero después nos arrepentimos!
¿Qué culpa tenía ese top tan lindo? Lo podríamos haber seguido usando, ¡nos quedaba tan bien!
Seguirlo y espiarlo
Es normal sentir curiosidad por saber cómo está él después de la ruptura. Lo que no está bien es escondernos e ir tras él, para espiarlo.
Es una tontería que no le hace bien a nadie y de la cual, cuando pasa el tiempo, nos arrepentimos.
Tratar de ponerlo celoso
¡Típico! Ir acompañadas por otro chico adonde sabemos que nuestro ex va a estar para darle celos.
No solo es tonto, sino que nos hace mal y rápidamente deseamos no haberlo hecho.
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