Los atentados de París han reabierto el debate en torno al cifrado de las comunicaciones: ¿espionaje en clave de seguridad nacional o protección de la privacidad del usuario?
¿Espiar o no espiar las conversaciones? Los atentados de París, que han acabado con la vida de al menos 129 personas, han reabierto el debate en torno a la conveniencia o no de cifrar las conversaciones. Hay quienes apuntan que, de haberlo hecho, los atentados quizás podrían haberse evitado, pues creen que los terroristas utilizaron «smartphones» para planear y perpetrar el ataque. Otros expertos, sin embargo, opinan lo contrario y creen que esta tragedia va a ser utilizada por los gobiernos para interceptar las comunicaciones. La realidad es que el espionaje vuelve al debate en clave de seguridad nacional.
Estado Islámico ha sido el autor de este nuevo ataque que ha puesto en jaque ya no solo a Francia sino a cualquier país. Los yihadistas utilizaron la tecnología para planear los atantados pero aún no está claro qué medios utilizaron ni cómo, aunque algunos medios de comunicación especializados aseguran que EI usa cada vez más aplicaciones y medios de comunicación cifrados para no ser detectados por las fuerzas del orden.
Y no es de extrañar. Cualquier usuario escribe por WhatsApp, manda emails o bucea en Twitter. ¿Pueden, por tanto, las autoridades interceptar nuestras comunicaciones? ¿Dónde queda la privacidad del usuario? La clave del cifrado es que nadie, es decir, ninguna compañía, altos mandos, gobiernos, etc. conozcan el contenido del mensaje que un emisor comparte con un receptor. Es algo que defienden las grandes compañías tecnológicas.
Silicon Valley, en contra
De momento, las principales empresas de nuevas tecnologías, como Google o Apple, han rechazado las solicitudes de acceso a los datos cifrados para llevar a cabo las investigaciones y, además, tras las revelaciones de Edward Snowden en 2013, han reforzado sus esfuerzos en esta materia. Defienden -dicen- la privacidad del usuario. ¿Pero qué pasa cuando ese usuario es un terrorista?
La vigilancia y el espionaje se convertirían en una máxima con la que reforzar la seguridad nacional de cualquier nación. El director de la CIA, John Brennan, dijo en una reunión el lunes en Washington que algunas tecnologías «hacen que sea extremadamente difícil para los servicios de vigilancia tener acceso a los elementos necesarios» para prevenir posibles ataques. Si a ello le sumamos que el FBI y la Agencia de Seguridad Nacional han advertido de que los yihadistas utilizan la comunicación cifrada para no dejar huella, la tarea se complica a la hora de querer prevenir a tiempo este tipo de ataques.
El subdirector de la CIA, Michael Morell, explicó a la CBS el pasado domingo que las investigaciones apuntan a que Estado Islámico se comunica conaplicaciones de cifrado imposibles de descifrar para los gobiernos. La misma preocupación comparte el jefe de la policía de Nueva York, Bill Bratton.
«Todo el mundo quiere acabar con los terroristas. Todos quieren estar seguros. La pregunta es cómo»Tim Cook
¿Convendría más que nunca que altos mandos interceptasen las comunicaciones? Hay expertos que auguran un cambio en un futuro no muy lejano. «La evidencia de que los terroristas han utilizado herramientas de cifrado para comunicarse y, por tanto, matar a la gente, podría ser un punto de inflexión en el debate», escribe Benjamin Wittes en su blog.
Por contra, Steve Vladek, profesor de Derecho de laAmerican University y editor de blog «Just Security» considera que aún es demasiado pronto «para determinar que los atentados de París puedan cambiar el actual debate en torno al cifrado» y se está viendo como una oportunidad perfecta para que las agencias de inteligencia puedan espiar y monitorizar las comunicaciones.
«La apertura de una puerta trasera puede tener consecuencias muy graves», declaraba Tim Cook, consejero delegado de Apple, en una reciente entrevista a «The Telegraph». Y continúa: «Todo el mundo quiere acabar con los terroristas. Todo el mundo quiere estar seguro. La pregunta es cómo».
Gobiernos, a favor
Según Cook, «para proteger a las personas, el cifrado es clave. De lo contrario, no solo se puede dar lugar a violaciones de la intimidad, sino también a problemas de seguridad», continúa, pues considera que su compañía no tiene derecho «a leer los mensajes de correo electrónico» de sus clientes.
«Silicon Valley tiene que revisar sus productos»Dianne Feinstein
El jefe de Apple recuerda que todos estamos conectados «nos guste o no», y el hecho de que se debilite o se acabe con el cifrado «la gente a la que dañas no es la gente que hace cosas malas, sino a la gente buena». En el otro lado del debate están los gobiernos. De hecho, una de las principales conclusiones en la cumbre del G20 ha sido «evitar que los terroristas exploten el uso de la tecnología y las comunicaciones», aunque no se sabe aún cómo.
La senadora estadounidense Dianne Feinstein, la demócrata de más alto rango en el Comité de Inteligencia del Senado, declaró a la cadena MSNBC: «Silicon Valley tiene que revisar sus productos ya que si se crea un producto que permite que monstruos malvados se comuniquen de esta manera, para decapitar niños, ataquen a inocentes (…) ese es un gran problema».
Fuente: ABC Tecnología