Elige dejar de destruirte y regálate el bienestar y la plenitud que te mereces.

Fumar, comer obsesivamente o beber alcohol son hábitos que pueden terminar por aplastar tu calidad de vida. Pero existen algunas estrategias que te pueden ayudar aliberarte de estos hábitos destructivos.
¿Las conocemos juntas?

#1 Identifica la causa emocional

Es posible que tengas alguna carencia emocional que te esté llevando a ese mal hábito. Y es que todos los malos hábitos que adoptamos en la vida tienen que ver con carencias emocionales, porque no conectamos bien con otras personas o con nosotros mismos. Quizá sean nervios, falta de amor, poca autoestima…

Pueden ser muchos factores, pero deberás identificar qué te ocurre para poder empezar a buscar una solución. Y si sientes que no puedes sola y que necesitas ayuda profesional, ¡bienvenida sea!

#2 Toma conciencia de lo que está ocurriendo

Si te das cuenta de que lo que estás haciendo no está bien ni es bueno para tu salud, podrás tomar conciencia de que debes cambiar para bien. Pero, ¿qué cambiar?

Por ejemplo: si empiezas a tener poca autoestima es posible que empieces a dejar de alimentarte saludablemente porque “te dé igual”, pero luego te sentirás peor contigo misma por no haber tenido fuerza de voluntad y tu autoestima volverá a estar severamente castigada. ¿En qué deberías enfocarte en este caso? En tu alimentación y en la manera que sea para ti más agradable para mantener tu cuerpo en movimiento.

#3 Asume tu parte de responsabilidad

Cuando ya te hayas dado cuenta de que estás cometiendo hábitos que pueden destruirte, entonces no intentes culpar a los demás por tus errores. Te guste o no, tú eres la responsable del presente que estás viviendo.

Quizá si te centras más en ti y haces clases de gimnasia, yoga o simplemente te reservas un tiempo para pasear por las tardes, te empezarás a sentir mejor contigo misma y poco a poco podrás ir dejando tus malos hábitos.

Y recuerda: solo tu fuerza interna podrá ponerle un fin a tus hábitos destructivos.

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¿Alguna vez te dijeron que el cuerpo habla? Si estás totalmente perdida con esta afirmación, te contamos que muchas de las cosas que le suceden a nuestro cuerpo en realidad son reflejos de lo que está pasando en lo más profundo de nuestro ser.

A continuación te contamos qué está queriendo expresar nuestra alma cuando presentamos alguna dolencia en el cuerpo y lo importante que es que podamos exteriorizar lo que nos pasa para que no nos enfermemos todo el tiempo. Conocé elsignificado de los dolores, ¡te vas a sorprender!

¿Qué no queremos escuchar?
Los oídos representan la capacidad de oír. Cuando se presentan problemas en nuestros oídos, suele significar que a uno le está pasando algo de lo que no se quiere enterar. El dolor de oídos indica que lo que escuchamos nos provoca un enfado.

A sacarse la venda de los ojos
Los ojos representan la capacidad de ver, y cuando tenemos problemas con ellos, significa, generalmente, que hay algo que no queremos ver, ya sea en nosotros o en la vida pasada, presente o futura.  ¿Hay algo que no estés queriendo ver? Es una buena pregunta que todos deberíamos hacernos para cuidar nuestra salud emocional.

¿Qué nos quedó atragantado?
El cuello representa la capacidad de ser flexibles en nuestra manera de pensar, de ver los diversos aspectos de una cuestión y de aceptar que otras personas tengan puntos de vista diferentes. Cuando hay problemas con el cuello, generalmente significan que nos hemos atrincherado a nuestra manera de pensar. Es increíble lo que los dolores dicen de uno, ¿no?

La garganta representa nuestra capacidad de defendernos verbalmente, de pedir lo que queremos. Cuando tenemos problemas con ella, significa generalmente que no nos sentimos con derecho a hacer esas cosas. El dolor de garganta es siempre enfado. La laringitis significa generalmente que uno está tan enojado que no puede hablar. La amigdalitis y los problemas tiroideos no son más que creatividad frustrada, incapaz de expresarse.

Cuando no podemos digerir algo
El estómago se lo traga todo, digiere las ideas y experiencias nuevas que tenemos. ¿Quién te revuelve el estómago? Cuando hay problemas de estómago, eso significa generalmente que no sabemos cómo asimilar las nuevas experiencias: tenemos miedo.

Las úlceras no son más que miedo, un miedo tremendo de no servir para algo. Tenemos miedo de no ser lo que quieren nuestros padres o de no contentar a nuestro jefe. No podemos tragarnos tal como somos, y nos desgarramos las entrañas tratando de complacer a los demás.

Hacia dónde vamos
En la vida, las piernas son lo que nos lleva hacia adelante. Los problemas en las piernas suelen indicar un miedo a avanzar o una renuncia a seguir andando en cierta dirección. Corremos, nos arrastramos, andamos como pisando huevos o se nos aflojan las rodillas. Lo más importante es que te preguntes si estás marchando en la dirección en la que querés ir.

No dejes que tus patrones emocionales se apoderen de tu vida y te impidan avanzar hacia donde querés llegar. ¡Revertí esta situación y sé feliz! ¿Conocías el significado de los dolores?

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¿Te has preguntado por qué no te sientes con suficientes energías para terminar el día?

Si no logras concluir tus labores diarias sin acabar súper agotada tal vez es hora de que limpies tu organismo de las toxinas a las que está expuesto todos los días. Estas son las señales básicas que indican que necesitas un detox.

#1 Exceso de cansancio
Si duermes bien y aún así no te sientes con la pila al cien por ciento podría ser una clara señal de que tu cuerpo esta trabajando muy duro para deshacerse de todo aquello que no le hace bien.
 

#2 Te cuesta trabajo bajar de peso
Haces ejercicio diario y has reducido las calorías, y no bajas de peso. Podrías tener un desajuste hormonal.

La función hormonal está muy ligada a los alimentos que consumimos, por esa razón es importante llevar una dieta balanceada y sana.
 

#3 Mal aliento
Te cepillas los dientes tres veces al día, usas enjuague, masticas chicle y aún así tu boca despide un olor desagradable. Quizá tu cuerpo no recibe los nutrientes necesarios para eliminar eso que ya no le sirve.

#4 Estreñimiento
Los intestinos tiene la función de deshacerse de una gran cantidad de toxinas todos los días, cuando estás estreñida almacenas sustancias que te afectan negativamente. Esto provoca malestar estomacal, dolores de cabeza y cansancio.

#5 Sensibilidad a los olores
Puede significar que tu cuerpo está luchando contra una sobrecarga tóxica. En particular, si te duele la cabeza o el estómago por los aromas.

#6 Dolores musculares
Si no puedes terminar tu entrenamiento podría ser que tus músculos y articulaciones no estén tan saludables como piensas.

#7 Acné y erupciones en la piel
Los problemas en la epidermis son una evidencia de que tu cuerpo tiene demasiadas toxinas. Los ojos hinchados y los brotes de eczema o soriasis son signos de que está en el límite.

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¡Que tus idas al gym sean las más EFECTIVAS!

Te matas por horas y horas en el gimnasio, pero hay algo que no funciona: no logras adelgazar y eso resulta muy frustrante.
¿Quieres saber por qué pasa esto?

#1 Eres inconsistente

Comprometerse a asistir las veces que sea necesario al gimnasio no es para nada fácil. Es probable que durante las dos primeras semanas cumplas y vayas siempre a las clases, pero si no eres constante y comienzas a faltar diciendo “mañana voy” no esperes grandes milagros por parte de tu cuerpo.

¿Nuestra recomendación? Programa tus idas al gimnasio como haces con todas las cosas de tu vida y establece siempre metas realistas. No esperes grandes cambios en poco tiempo.

#2 Esperas bajar mucho peso en poco tiempo

Una de las cosas que debes tener en cuenta es que no podrás bajar una gran cantidad de peso en tan solo una o dos semanas. El ejercicio y la dieta harán que adelgaces de manera gradual y no que pierdas varios kilos en pocos días. Ten presente que si esto sucediera así, no sería sano para tu organismo.

#3 No cambias tu dieta

Puedes ir al gimnasio por 2 horas al día y entrenar muchísimo, pero si no cambias tu dieta, tus esfuerzos físicos no servirán de mucho. Por ejemplo, de nada valdrá que hagas mucho ejercicio si luego de terminar de entrenar te comes una hamburguesa con papas fritas y una soda. La pérdida de peso corresponde en un 80% a mantener una dieta sana y un 20% al ejercicio.

#4 No le haces caso al profesor

Si bien bajar de peso tiene mucho que ver con tu voluntad y con el cambio en la dieta, no debes olvidar que el profesor allí presente es el que mejor te puede aconsejar para saber qué tipo de ejercicio te convendría hacer.

Por lo tanto, si te recomienda que repitas una rutina, es mejor que lo hagas ya que solo así podrás lograr una mayor efectividad al momento de perder esos kilos que te están molestando tanto.

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«Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser, será, y sucederá naturalmente». Facundo Cabral.

La ansiedad y la depresión son enfermedades sufridas por alrededor de 40 millones de personas adultas en el mundo, y son mayormente ocasionadas por el estrés de nuestro día a día. Y sí: cuando este afecta a nuestro cerebro, todo el resto de nuestro cuerpo siente el impacto.

 
Por otro lado, es conocido ya que el ejercicio representa un gran aliado para nuestra salud, es sinónimo de bienestar y de llevar una vida saludable. De hecho, ¡es muy efectivo para tratar la ansiedad! Hoy me gustaría contarte un poco más sobre esto…

La actividad, un arma contra la ansiedad

El ejercicio, entonces, representa una forma de combatir la ansiedad y la depresión, y en algunos pacientes actúa de igual o mejor forma que un medicamento.

Pero, ¿cómo lo hace? Eleva los niveles de endorfina, nerodrenalina y dopamina, sustancias que con la depresión desaparecen. Estos tres elementos son los denominados “químicos de la felicidad”, por lo que  es sencillo: si los produces en cantidad, mayor será tu felicidad. Por si este gran beneficio no alcanzara, la producción de estos también harán que puedas descansar mejor por las noches.

Entonces, ¿cuánto ejercicio tendría que realizar?

Varias investigaciones demuestran que 10 minutos de caminata pueden ayudar a aliviar estas problemáticas en algunas personas, aunque los efectos pueden ser temporarios. No obstante, el avance más notorio se da cuando se realiza algún tipo de actividad física diariamente.

¡Qué curioso!

Realizar ejercicio puede tener los efectos de consumir marihuana. Sí, como lees: luego de realizar ejercicio, tu cuerpo produce endocanabinoides, una sustancia que estimula los mismos receptores que la marihuana.

El sistema endocanabinoide tiene una función muy importante: preserva a nuestro cuerpo en equilibrio. Por otra lado, juega un papel importante en el sistema neuronal: influye en la emoción, el aprendizaje, la memoria…

En definitiva, realizar una rutina deportiva puede ayudarnos no solo con la depresión y la ansiedad, sino con muchas otras que podemos comenzar a padecer. Por eso, yo ya lo incorporé a mi día a día. Y tú, ¿qué esperas para incluir algo de actividad en tu vida?

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¿Quieres conocer cuáles deberían ser los protagonistas de tu alimentación?

La dieta vegetariana tiene muchos beneficios, pero también encierra riesgos. En este último sentido, si no adoptas los cuidados necesarios, puedes terminar con un importante déficit de proteínas.
¿A qué me refieron con «cuidados necesarios»? A consumir estos alimentos…

#1 Guisantes 
Estos alimentos de la familia de las leguminosas representan una muy buena fuente de proteínas vegetales. Una taza de guisantes contiene casi 8 gramos de proteínas. ¡Son muy versátiles!, puedes añadirlos a las pastas o mezclarlos con un poco de albahaca si es que no te gusta mucho su sabor.

#2 Quinoa
La quinoa cuenta con más de 8 gramos de proteínas por cada taza, además de aminoácidos esenciales que el organismo necesita para un mejor desarrollo y parallevar a cabo la reparación celular de forma efectiva.

Puedes agregarla a la sopa o a los cereales del desayuno e inclusive consumirla en la ensalada.

#3 Frijoles
Existen muchas variedades de frijoles que puedes consumir: los negros, los blancos, los pintos… Todos ellos coinciden en su gran cantidad de proteínas. Por ejemplo, dos tazas contienen aproximadamente 26 gramos, que increíblemente es la misma cantidad que tiene una de las hamburguesa que venden en una famosa casa de comidas rápidas.

Recuerda que para consumirlos, debes dejarlos en remojo durante toda la noche antes de cocinarlos.

#4 El tempeh y el tofu
La soja es una gran fuente de proteínas, sobre todo cuando se trata del tempeh y el tofu. Consumir media taza de cualquiera de estos alimentos te servirá para integrar entre 15 y 20 gramos de proteínas a tu dieta de todos los días.

#5 Verduras de hoja verde
Las verduras no tienen la misma cantidad de proteínas que las legumbres, pero aportan cantidades significativas además de antioxidantes y de fibra. Recuerda que en este caso para sustituir las proteínas de la carne con este alimento, deberás consumir una gran cantidad ya que una taza de espinacas, por ejemplo, contiene solamente 2,1 gramos.

#6 Semillas de chía
Consumir semillas de chía es una manera simple de añadir proteínas similares a las de la carne en una dieta vegetariana.

Puedes agregar estas semillitas en ensaladas, tu yogur matinal, en batidos o, también, saborearla con la avena del desayuno.

Información recomendada: 10 alimentos necesarios en tu alimentación

Ahora que ya sabes cómo sustituir las proteínas de la carne con diferentes productos vegetales, no dejes de hacerlo para tener una dieta balanceada y, sobre todo, muy sana.

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