Esta especialidad dentro de los deportes ecuestres representa múltiples ventajas para tu organismo

La equitación es el arte de mantener el perfecto equilibrio sobre un caballo, los que la practican tienen ciertos conocimientos del cuidado y mantenimiento del animal.

Montar a caballo puede llegar a ser uno de tus hobbies. Te permite conectarte con la naturaleza. Además, está comprobado el efecto positivo que genera estar en contacto con los caballos. Actualmente algunas terapias que mejoran la calidad de vida incluyen el contacto con caballos.

Al practicar equitación, estos son los beneficios físicos que obtienes:

– Quemas calorías. Esto quiere decir ¡adiós, kilos de más!
– Mejoras el sentido del equilibrio y el balance.
– Optimizas la coordinación motriz.
– Ayudas a tu corazón. Al activarse el sistema cardiovascular con esta práctica, logras una mejor circulación de la sangre.
– Fortaleces los músculos de la espalda, piernas, abdominales y glúteos. Notarás un mejor tono muscular. Dile no a la flacidez.
– Mantienes una postura correcta.

Además, en el plano psicológico la equitación:

– Combate el estrés. Te permite relajarte y desconectarte de la rutina.
– Mejora la autoestima.
– Favorece la confianza y el autocontrol de las emociones.
– Te ayuda a gestionar de mejor manera tus problemas.
– Mejora la concentración.
– Te ayuda a superar los miedos.

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Si alguna vez te has tenido que aguantar los gases es probable que sepas lo mal que te puedes sentir en tan poco tiempo. Pero, convengamos que liberarlos frente a medio mundo y que te tilden de «gaseosa» no es tampoco la mejor alternativa.

Por eso, hoy queremos darte algunas recomendaciones para que te deshagas de ellos…

#1 Busca un momento para ti
Si te aguantas los gases es probable que te empieces a sentir terriblemente hinchada y te termine doliendo el vientre. Lo mejor que puedes hacer es buscar un momento solo para ti y así poder dejar salir los gases. Freeedooom!
 
#2 Bebe una infusión de manzanilla
La manzanilla siempre es una buena opción: es antiespasmódica, antiinflamatoria, te ayuda a relajarte, así como a hacer mejor la digestión y a luchar contra la acidez estomacal. También, te permitirá liberar los gases con más facilidad.

Simplemente, tendrás que prepararte una infusión de manzanilla y disfrutar de su increíble sabor (aunque siempre es una buena opción añadirle un poco de miel y limón).
 
#3 El jengibre es una buena alternativa
El jengibre es bueno para las náuseas, el dolor de estómago y la indigestión; es tan versátil como la manzanilla cuando se trata de calmar problemas digestivos. Por si fuera poco, el jengibre te ayudará a relajar el tracto intestinal y a aliviar cualquier inflamación.

Puedes tomar un té de raíz de jengibre y añadirle un poco de miel y limón para que tenga mejor sabor.
 
#4 Acude a la calabaza
Los gases pueden formarse por una mala digestión o porque comes demasiados alimentos ricos en fibra. Ahora bien, la calabaza te puede ayudar a reducir los gasesy, ¡puedes comerla de tantas maneras!
 
#5 Toma agua con limón caliente
Si tomas agua con limón caliente nada más despertar por las mañanas, además de tener una piel radiante y más vitalidad, estarás ayudando a que en tu estómago haya menos hinchazón y te sientas con menos necesidad de expulsar gases.

Estas son nuestras recomendaciones para que sepas cómo afrontar a los gases.

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Si tienes una altura considerable, es importante que tengas en cuenta ciertos aspectos de tu salud que pueden verse afectados y a los que las personas bajitas están menos expuestas.

Si te interesa saber cómo tu altura influye en tu salud, no dejes de leer el siguiente informe que seguramente te interesará.

#1 Aumenta el riesgo de algunos tipos de cáncer
Según un estudio realizado en Suecia, las personas de mayor altura tienen más riesgos de sufrir cáncer de piel y de mama. Los investigadores no identificaron a partir de qué altura ocurre esto, por lo que no pierdes nada con hacerte un chequeo anual.

También se llegó a la conclusión que las mujeres más altas sufren de un 3% más de probabilidades de tener cáncer de ovario. Así que si ese es tu caso, no dejes de visitar a tu ginecólogo y hacerte los controles todos los años; no cuesta nada y es una buena forma de prevenir futuros problemas.

#2 Pueden sufrir algunos problemas cardíacos
Las mujeres de gran estatura pueden tener un mayor riesgo de problemas cardíacos como la fibrilación auricular. Sin embargo, son menos vulnerables a otro tipo de trastornos coronarios como la  insuficiencia cardíaca congestiva y la enfermedad de las arterias coronarias.

#3 Baja el riesgo de sufrir diabetes
¡Alégrate! ¡No todo es tan malo! Se sabe que en las mujeres de gran estatura, eldesarrollo de la diabetes de tipo 2 es menos factible (cosa que en los hombres no es tan así). No obstante, como con todo, si tienes algún familiar con esta enfermedad, no dejes de hacerte chequeos anuales para descartar cualquier tipo de riesgo.
 

#4 Disminuye el riesgo de sufrir demencia
Algunas investigaciones realizadas en la Universidad de Edimburgo en Escocia llegaron a la conclusión de que cuanto más alta es la mujer, menos posibilidades tiene de sufrir demencia. Ahora bien: es importante tener en cuenta que en el desarrollo de esta condición no solo tiene que ver la altura, ya que también incide el desarrollo en la infancia y la alimentación.

#5 Ser alta es sinónimo de ser inteligente (o casi)
¡Qué bueno! Ser alta puede traerle mayores beneficios a tu cerebro. Los mismos investigadores de la Universidad de Edimburgo llegaron a la conclusión que laspersonas mas altas tienen un coeficiente intelectual ligeramente superior que aquellos que tienen estatura más baja. Pero, eso no significa que baste con ser alta para que seas inteligente, ya que influyen también los genes.

Estos son algunos de los estudios más destacados en relación a cómo repercute la altura en la salud. ¿Conocías estos datos?

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¿Duermes toda la noche y aún así te levantas cansada? ¿No haces demasiado en el día y parece que vienes de correr una maratón? Varios pueden ser los motivos por los que presentas fatiga constante, veamos cuáles son…

 
#1 No bebes suficiente agua
La deshidratación reduce el volumen de sangre, lo cual hace que el corazón bombee con menos eficiencia y reduzca la velocidad con que llegan el oxígeno y los nutrientes a los músculos y órganos. Es fácil saber cuánto debes beber: divide en dos tu peso en libras y bebe esa cantidad de onzas de líquido por día.

 
#2 Te falta hierro
Te puedes sentir cansada por una deficiencia de hierro, pero puedes solucionarlo consumiendo más carnes rojas, frijoles, tofu, huevo, nueces, verduras de hoja verde y mantequilla de maní.

#3 Diabetes
Si tienes diabetes, el azúcar queda en el torrente sanguíneo en vez de entrar en las células del cuerpo, en donde debería ser convertido en energía. El resultado es un cuerpo cansado a pesar de que tenga nutrientes.

#4 Apneas de sueño
La apnea del sueño detiene tu respiración varias veces durante la noche y hace que se interrumpa el sueño sin que lo notes. Aunque duermas tus 8 horas diarias, igual te sentirás cansada.

#5 Te salteas el desayuno
Mientras duermes, el cuerpo sigue utilizando lo que consumiste en la cena para mantener el bombeo de sangre y el flujo de oxígeno. Es por eso que cuando te levantas necesitas recargar el cuerpo con nutrientes para que pueda funcionar durante el día.

#6 Tiroides hipoactiva
Cuando la glándula tiroides es de baja actividad, el metabolismo funciona demasiado despacio, lo que te hace sentir lenta, tener fatiga y subir de peso.

#7 Abusas de la comida chatarra
Los alimentos cargados de azúcar y carbohidratos simples causan fatiga durante el día. Trata de evitarlos y de alimentarte con comida natural y nutritiva.

#8 Duermes poco
Es una causa obvia de tener fatiga constante. La mayoría de las personas adultas necesitan entre 7 y 8 horas de sueño, aunque tú puedes necesitar aún más o algunas menos.

#9 Bebes alcohol antes de dormir
Aunque te hace conciliar más rápido el sueño, ejerce un efecto rebote y aumenta la adrenalina de manera abrupta, lo cual te hace sobresaltar en la noche y dormir mal.

#10 Abusas de la cafeína
Hasta tres tazas por día de café es aceptable, pero el abuso de ella afecta seriamente el sueño y la vigilia. Trata de no tomar café hasta unas 6 horas antes de ir a dormir.

#11 Síndrome de fatiga crónica
Cuando el cansancio dura más de 6 meses y es tan grave que no te deja desarrollar tus actividades diarias, puede ser que estés sufriendo SFC. Para alterar esta condición necesitas cambiar tus rutinas, mejorar tus hábitos de sueño y comenzar a hacer ejercicio.

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Tener las manos y los pies fríos es una sensación mucho más frecuente de lo que se cree. De hecho, las mujeres tenemos tendencia a sufrirla más que ellos.

Sin embargo, cuando se aspira a una explicación científica a este hecho, casi todo el mundo hierra en la respuesta. Las extremidades frías no están relacionadas con la mala circulación. ¿Entonces por qué las tienes casi siempre frías? ¡Te lo contamos!

 
Regulación de la temperatura en las extremidades

La temperatura adecuada dentro de tu piel se logra porque el oxígeno se distribuye a través de los vasos sanguíneos. Cuando el cuerpo nota una una baja de la temperatura, es entonces cuando el sistema nervioso envía una señal a estos últimos para que se contraigan. Como consecuencia, se produce un aumento de la temperatura en las zonas en las que se envío la señal.

Sin embargo, hay personas que no reaccionan a este tipo de estímulo y directamente ciertas zonas del cuerpo, como las manos y los pies, se quedan a una temperatura menor por la falta de la orden para contraer los vasos. Ahí está la explicación de por qué tienes siempre tus extremidades heladas.

Otras causas de manos y pies fríos 

Aunque la explicación anterior para entender por qué tienes las manos y los pies siempre fríos es la más frecuente, hay otras causas que pueden generar idénticos síntomas.

La deficiencia de hierro o vitamina B12 también ocasiona que la temperatura corporal no sea regulada correctamente.

Enfermedades como el lupus, el hipotiroidismo o la diabetes también pueden ocasionar el mismo cuadro. La hidratación es importante, así como consultar al especialista para que te recomiende un tratamiento adecuado que ha de incluir más abrigo en las zonas afectadas.

Como ves, la explicación que habitualmente se da para las manos y pies fríos no es la correcta. Sin embargo, si aún pese a entender el por qué de la temperatura de tus extremidades no te sientes cómoda con ello, no dudes en consultar a un especialista porque también podría tratarse de un problema más grave como lo es el síndrome de Raynaud (manos frías).

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