Como era de esperarse, el nuevo Juez que ingresa a la lista de los tantos jueces que han conocido de la infame causa de la Juez María Lourdes Afiuni Mora, ya ha dejado muy claro que no es más que un fiel servidor de los designios del Ejecutivo Nacional para con la referida justiciable; su nombre, Manuel Antonio Bognanno Palmares.
El ciudadano Manuel Bognanno, se inició como Juez suplente para posteriormente ser excluido del poder judicial y luego reaparecer en el Tribunal Disciplinario Judicial, hasta ahora que retorna como Juez del Juzgado 17° Juicio en el circuito Judicial Penal del Area Metropolitana de Caracas en donde se encontraba la causa de la Juez Afiuni. Se trata de un Juez provisorio, es decir, nombrado a dedo y como tal, de libre remoción, a diferencia de la Juez Afiuni, que se trata de una Juez Titular que se ha ganado su cargo a través de un concurso de credenciales y de oposición (procedimiento selectivo que consta de varias pruebas para evaluar la aptitud y capacidad de los aspirantes), una de las pocas que existen en Venezuela actualmente. Resultaría difícil de entender para una sociedad normal que un Juez Provisorio juzgue a un Juez Titular, lo menos que se podría esperar es que este tuviera igual condición que la funcionaria a quien está juzgando, debería existir un poco de pundonor.
Ciertamente, aun cuando ningún Juez se atreverá a dictar una sentencia ajustada a derecho en la causa de María Lourdes Afiuni, so pena de correr la misma suerte de esta, ingenuamente pensamos que el referido Juzgador, Manuel Bognanno, por lo menos guardaría las formas durante el desarrollo del juicio oral y público que por segunda vez se realiza en esta causa; nada más alejado de la realidad, pues este funcionario judicial ha demostrado en las ultimas audiencias de juicio, que no tiene reparo alguno en violentar las garantías mínimas del debido proceso en este caso.
Así las cosas, tenemos que el Ministerio Publico presenta una acusación fraudulenta en contra de María Lourdes Afiuni ofreciendo el testimonio de varios ciudadanos que según la representación Fiscal demostrarían en el eventual juicio que la acusada habría incurrido en una irregularidad y en un acto contrario a derecho al otorgar libertad condicional al ciudadano Eligio Cedeño, y sin embargo, cuando el testigo se encuentra en el banquillo respectivo ante el Juez de juicio, resulta que su declaración no tiene nada que ver con la oferta que para lograr la admisión de la prueba, hizo la Fiscalía al interponer su desafortunada acusación. Lo más grave es que cuando la defensa intenta examinar al testigo sobre las razones por la cual fue ofrecido su testimonio, se encuentra con que el propio Ministerio Publico presenta objeción a las preguntas por considerar que las mismas son capciosas y sugestivas, siendo estas declaradas con lugar por el Juez de Juicio para impedir el interrogatorio, a pesar de que la defensa insiste en que las preguntas están relacionadas con la pertenencia, necesidad y utilidad de la prueba según lo señalado por el Ministerio Publico, por lo que mal podría el propio Ministerio fiscal oponerse a dichas preguntas. Lo anterior es un evidente fraude procesal que está siendo avalado por el ciudadano Manuel Bognanno, quien además mantiene en cada una de las audiencias de juicio, una actitud por demás parcializada con el Ministerio Fiscal y escandalosamente hostil con la defensa, para impedir que la Juez Afiuni ejerza de manera eficaz su derecho a la defensa. Esto ha traído como consecuencia que la Juez en cuestión decidiera entrar a cada acto de continuación de juicio para coadyuvar en el ejercicio de su propia defensa.
Además de lo anterior, este Juzgador ha impedido la realización de un juicio público (garantía de la transparencia de la justicia), girándole instrucciones directas al Jefe de seguridad de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, funcionario Rafael Sifontes, para que le impida el acceso a la sala de audiencias al público en general y a los observadores internacionales que acuden a esta; difícilmente se ha logrado que un representante especifico de la International Bar Association’s Human Rights Institute (IBAHRI), ingrese a la sala de audiencia. Esto entre otras muchas cosas.
De esta manera el ciudadano Manuel Bognanno se convierte en el nuevo verdugo de la Juez Afiuni, dispuesto a ejercer sobre ella, de manera muy cruel, nuevas forma de castigos para complacer a quienes esta ciudadana despertó su ira por el simple hecho de dictar una decisión donde solo le obedeció a la ley y a su conciencia. Lo que parecieran olvidar estos jueces del horror y demás funcionarios publicos, violadores del debido proceso y de los derechos humanos de quienes vilmente han sido encarcelados en este país, es que el mundo los observa y que tarde o temprano responderán por sus crímenes ante la justicia del hombre, nacional e internacional, sin contar con la justicia divina que es mucho más implacable que la anterior.
Thelma Fernández
Equipo de defensa de la Juez titular María Lourdes Afiuni Mora