Que levante la mano quien no haya sentido celos alguna vez. Uno o varios episodios no deberían generar mayores dificultades, pero ¿qué ocurre en la pareja cuando pasan a ser parte de la rutina?
Imaginemos este escenario: Te consigues a tu pareja con tu mejor amigo/a, tomando un café. Tú no estabas enterada de este encuentro. ¿Cómo sería tu reacción?: ¿Te alejas del lugar hasta estar más calmada para hablar?, ¿Te acercas y reaccionas violentamente? ¿Te acercas para saludar o “saludar”? Prefieres dejarlo así, al fin y al cabo, es buena pareja y cumple con sus obligaciones. Respuestas a este escenario hay muchas. ¿Existe la posibilidad de tu parte de mantener la perspectiva, relativizar la situación y regular las emociones?.. o por el contrario, ¿pensamientos y emociones congruentes o no, te vencen e impiden ver la situación claramente?.
Los celos son emociones normales, lo que no lo es tanto, es que dominen la dinámica de tu vida y generen malestar en la pareja. Se sienten celos cuando se percibe una amenaza a perder algo que es “tuyo”, que tanto quieres y que pueda cambiar la realidad rompiendo la zona de confort.
Cuando los celos aparecen y se instalan en la relación de pareja, pueden ser una tortura y si no se controla la emoción, pueden llevar a profundos dramas y experimentarse mucho malestar. NO son sinónimo de amor, es un mito muy arraigado. En realidad demuestran un afán de controlar y poseer.
Los celos roban verdaderos momentos de complicidad y felicidad con la pareja, sabotean los encuentros sexuales, anulan el erotismo y rompen la comunicación cuando no es asertiva. Además irrespeta los espacios personales.
¿Cómo hacer para controlar los celos?
No existe un manual, pero quizá ayudaría ponerse los lentes y mirar la situación de forma objetiva y razonada, buscando interpretaciones de lo que está pasando y diferenciando los hechos reales de lo que la imaginación podría estar provocando. Identificar si los celos son infundados.
Conversar con la pareja sobre las conductas concretas (una vez estén identificadas) que producen molestar. Probablemente la otra persona no las ha percibido, las ve como naturales o tiene otra razón. Si la pareja provoca una situación de celos de forma intencional, toca evaluar si se quiere continuar en la relación y de qué forma.
Si los celos se vuelven constantes, al punto de ver posibles amenazas o competidoras en cada rincón, mejor darle un cariñito a la autoestima. Es oportuno recordar larga lista de cualidades que se tienen y abandonar esos conceptos culturales que afirman “que los hombres son infieles por naturaleza” o que “los celos son demostraciones de amor romántico”. Aplicar la creatividad para realizar actividades que nutran, engorden el amor propio y hasta permitan mantener distancia de las redes sociales, que consumen tiempo, megas y agotan un montón emocionalmente.
Si se considera que la situación se sale de control, no dudes en buscar ayuda
EME de Mujer