El actual éxodo ilustra la peor crisis migratoria en Europa desde 1945.
Refugiados en los alrededores de una estación ferroviaria en Budapest, salieron a pie en dirección de la frontera con Austria, situada a más de 200 kilómetros de distancia.
Luego de que los gobiernos de Austria y Alemania decidieran anoche permitir la entrada a los dos países a los refugiados procedentes de Hungría, la policía federal alemana calcula que hoy llegarán al país entre 5.000 y 7.000 refugiados, lo que triplicará el aflujo de los días anteriores.
Las autoridades austríacas cuentan con que en el curso del día cerca de 10.000 refugiados llegarán al país atravesando la frontera húngara.
En Alemania, los trenes procedentes de Austria con refugiados se encaminarán hacia Münich. Sin embargo, algunos ya serán trasladados a campos de acogida en una escala en la ciudad bávara de Rosenheim.
Comprometidos a cooperar
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) se comprometieron hoy a reforzar su cooperación en cinco puntos para afrontar la crisis de refugiados.
«Ha acabado el juego de echarse las culpas unos a otros y ha llegado el momento de tomar medidas», expresó la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, al término de dos días de reuniones informales de los ministros de Exteriores en los que abordaron la cuestión migratoria y la situación de los refugiados.
La alta representante europea afirmó que cuanto antes se acepte psicológica y políticamente este evento dramático, antes serán capaces de responder de manera efectiva.
Mogherini dijo que los países se comprometen a asegurar protección de las personas que lo necesiten, gestionar su situación en total respeto con los derechos humanos, luchar contra los traficantes de seres humanos, reforzar la asociación con los países de origen y tránsito y abordar los acuerdos de readmisión y devolución, y tratar las causas raíces de la llegada de refugiados.
El próximo miércoles, la Comisión Europea presentará una estrategia para el reparto de otros 120.000 refugiados entre los Estados miembros, así como una lista de «países seguros», una medida dirigida a agilizar la tramitación -y en parte el rechazo- de las demandas de asilo de personas procedentes de estos estados, que incluirá a los países candidatos a entrar en la UE como Albania, Macedonia, Montenegro, Serbia y Turquía.
«Tenemos que encontrar maneras de compartir responsabilidades, en eso estamos de acuerdo todos», indicó Mogherini, quien recordó que la CE aboga por un sistema de cuotas obligatorio porque un sistema voluntario «haría las decisiones más difíciles y menos inmediatas» y «no nos podemos permitir el lujo de perder tiempo».
Primer ministro finlandés ofrece alojar a refugiados en su casa de campo
El mandatario, Juha Sipilõ, anunció este sábado en televisión que ofrece albergar a refugiados en una casa de campo a la que raramente va, debido a sus obligaciones en Helsinki.
Situada en Kempele, a más de 500 km al norte de la capital, «mi casa me sirve de poco actualmente», dijo Sipilõ, un centrista que ya invitó en varias ocasiones a sus conciudadanos a mostrarse solidarios con los inmigrantes que llegan al país.
«Espero que esto se convierta en una especie de movimiento popular que empuje a muchos a tomar su responsabilidad en esta crisis de alojamiento de los refugiados», dijo.
«Quiero aportar mi piedra al edificio para demostrar que Finlandia es un país multicultural», declaró.
Actualmente, las capacidades de acogida de Finlandia para los demandantes de asilo están saturadas, ya que el país ha recibido un flujo imprevisto de refugiados.
El viernes, el Gobierno elevó a entre 25.000 y 30.000 su estimación del número de demandas de asilo en 2015, es decir entre siete y ocho veces más que en 2014.
Sipilõ gobierna al frente de una coalición que incluye a los Verdaderos Finlandeses, un partido euroescéptico y antiinmigración, que desea mantener en su nivel actual el número de asilos concedidos, es decir entre 750 y 1.050 cada año.
AFP Y EFE