Reconociendo que su país enfrenta una situación de desconfianza en lo interno y de incertidumbre en lo externo por la economía internacional, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, rindió el miércoles su tercer informe de gobierno.

 
En su discurso, pronunciado en el Palacio Nacional, Peña resaltó las principales acciones durante “la primera mitad de mi gestión” y presentó lo que definió como “reflexiones sobre lo que nos molesta y preocupa como sociedad y como mexicanos”.

Citó que el país se encuentra “lastimado” por una serie de casos entre los que citó la desaparición de 43 estudiantes en Iguala, ocurrido el 26 de septiembre del año pasado y que a la fecha no ha sido esclarecido por las autoridades, y también la fuga de un reo de una cárcel de alta seguridad.

El presidiario no es otro que Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, jefe del cárcel de Sinaloa y nuevamente el narcotraficante más peligroso y buscado de México y Estados Unidos, quien el pasado mes de julio protagonizó una espectacular fuga de la prisión de alta seguridad El Altiplano a través de un túnel.

La casa blanca
El mandatario mexicano aludió a las denuncias por un supuesto conflicto de interés por la compra de casas a contratistas del Gobierno, en el que él mismo estuvo involucrado, y por los casos de corrupción, tanto en la esfera pública como privada.

Mencionó además los problemas de inseguridad que vive el país, la ola de violencia, las denuncias de corrupción y el alza en el precio del dólar, y señaló que si bien se tratan de “situaciones distintas entre si, todas lastiman el ánimo de los mexicanos y la confianza en las instituciones”.

A pesar de los problemas por los que atraviesa su gobierno, el mandatario mexicano dijo que “vamos a seguir siendo un país atractivo a las inversiones y así poder generar más empleo”, y aseguró que su gobierno responderá “con visión de estado, claridad de rumbo y compromiso con los mexicanos”.
“Vamos y demostraremos nuevamente a nosotros mismos que somos una nación con proyecto y con futuro”, e indicó que “así lo hemos hecho en los tres primeros años de esta administración”.

Los logros según Peña
Entre los logros de la primera parte de su administración, Peña Nieto citó los esfuerzos de transparencia y combate a la corrupción y aseguró que la violencia “está disminuyendo” y que los homicidios bajaron en comparación con los niveles de 2012. “En 2014 la tasa de homicidios fue 23.4% menor que en 2012”, dijo.

Reforma educativa
De la reforma educativa que impulsa su gobierno, Peña dijo que “ésta avanza” a pesar de la resistencias de algunos sectores, entre ellos el magisterio disidente de Oaxaca.
«Uno de los mayores desafíos fue liberar a la educación pública en Oaxaca de los intereses particulares que la mantenían cautiva desde hace décadas», indicó.

 
«Con responsabilidad y firmeza, el Estado mexicano está superando los obstáculos y bloqueos que impedían blindar una educación de calidad en Oaxaca. No habrá marcha atrás: a pesar de las dificultades, la reforma educativa llegará hasta el último rincón y escuela del país».

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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, manifestó que el conflicto fronterizo con Venezuela “es como un desastre natural pero creado por los seres humanos, un desastre humanitario creado por los seres humanos”.

Durante un consejo extraordinario de ministros en Cúcuta, junto al vicepresidente Germán Vargas Lleras, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo y la canciller María Ángela Holguín, entre otros, Santos ratificó que en total más de 10.000 colombianos  abandonaron voluntariamente regiones de la frontera colombo-venezolana “por temor a expulsión”.

Además informó que los camiones que envió a la frontera para transportar los enseres de los colombianos “no ha sido posible” que les permitan la entrada.

Santos se refirió también a la documentación de las personas que ingresaron a Colombia. “El tema de la documentación tenemos que resolverlo con más efectividad”.

Santos además presentó un video sobre testimonios de colombianos que cruzaron la frontera por el río Táchira para llegar a su territorio.

Fuente: 2001

Los embajadores en Colombia de más de una veintena de países, así como un representante de la Organización de Estados Americanos (OEA), llegaron este miércoles a la ciudad de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, para conocer los efectos de la crisis migratoria entre ambos países.

Los embajadores visitaron en compañía de funcionarios de la Cancillería los albergues donde se encuentran miles de colombianos que han sido deportados por las autoridades venezolanas o ha regresado a su país por decisión propia ante la situación creada por el cierre de la frontera decidido por el gobierno de Nicolás Maduro.

Fuentes oficiales indicaron que el cuerpo diplomático viajó a Cúcuta para participar en un Consejo de Ministros convocado por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

Además del cuerpo diplomático, también se han desplazado hasta la zona fronteriza los presidentes de la Cámara de Representantes de Colombia, Alfredo Deluque, y del Senado, Luis Fernando Velasco, entre otros.

El despliegue forma parte de la ofensiva diplomática internacional anunciada este martes por Santos, quien dijo que buscará reuniones con el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y la Organización Internacional de Migraciones (OIM).

Además, la Fiscalía de Colombia estudia si denuncia ante la Corte Penal Internacional (CPI) a miembros de la cúpula civil y militar del gobierno venezolano, los cuales, según Santos, «podrían ser responsables por crímenes de lesa humanidad» relacionados con la deportación de colombianos.

Una misión de las Naciones Unidas reveló este lunes que desde el inicio de la crisis han sido deportados de Venezuela 1.100 colombianos, mientras que otros 10.000 han optado por abandonar ese país.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, mantiene cerrados los pasos fronterizos en cerca de 160 kilómetros de los 2.219 kilómetros de línea divisoria con Colombia.

El motivo declarado es reforzar la lucha contra el contrabando y contra la presunta presencia de paramilitares colombianos en la frontera.

Fuente: El Nacional