Comerciantes insisten en que el alza se debe a que la mercancía se compra con dólares de particulares

A las 11:00 de la mañana de ayer Andrés Lefont había recorrido 12 comercios y seguía sin encontrar los censores de oxígeno que necesitaba para reparar un camión que le llevaron a su taller. Tiene más de 20 años siendo mecánico y dice que nunca antes le había costado tanto hacer su trabajo.

“Desde hace dos años la situación se ha puesto mucho peor. A pesar de que este es el momento en que he tenido más trabajo en toda mi vida, no puedo cumplir porque los repuestos no se consiguen. El carro pasa más tiempo parado. En los negocios no hay piezas y cuando vas a las páginas web a comprar entonces te toca pagar con sobreprecio”, dijo.

El testimonio de Lefont coincide con el de otros consumidores consultados fuera de las tiendas de autopartes en el centro y este de Caracas. Además de afirmar que las fallas de abastecimiento han aumentado, aseguran que lo poco que llega al país es cada vez más costoso.

“Cuando recibimos un pedido nuevo es normal que venga mucho más caro. A comienzos de año un filtro de gasolina salía en 400 bolívares, ahora está en 1.500 bolívares y hasta más, solo por poner un ejemplo. Eso se repite en el resto de los repuestos”, dijo José Ferreira, propietario de un comercio en Boleíta.

En las tiendas en las que se encargan de hacer importaciones directas de repuestos coinciden en que el incremento en el precio de la mercancía ha sido de más de 300% en lo que va de año. Reiteran que el repunte en el valor de la divisa no oficial es lo que ha impulsado las alzas.

“Los importadores trabajan con dólar paralelo, en vista de que el precio sube constantemente, el valor para la venta también”, afirmó Deivis Escalona, encargado de un comercio del ramo en La Urbina. Detalló que un stop para Mazda VT50 que en febrero vendió en 25.000 bolívares recientemente le llegó para comercializarlo en 93.000 bolívares, un repunte de 272% en seis meses.

Sin crédito. Francisco Mere, encargado de un negocio en Boleíta, afirmó que el incremento del desabastecimiento y el alza en los precios han hecho que disminuya el volumen de venta. “Vendes más cantidad de dinero, pero en menos piezas; en 7 facturas cobras lo que cobrabas antes en 30. Y ahora todo debe pagarse de contado, a ningún mayorista le conviene que les pagues 15 días después de que te deja la mercancía”, dijo.

CIFRA

30% de los negocios que venden autopartes en el país han cerrado por los problemas que atraviesa el sector, afirmó recientemente José Cinnirella, presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes

Motorizados pagan hasta 5 veces más
TIBISAY ROMERO
VALENCIA

Las fallas de abastecimiento también afectan a los motorizados que deben adquirir piezas para sus vehículos. Consumidores consultados en ventas de repuestos en Valencia coincidieron en que no solo hay escasez de lo que necesitan, sino que cuando consiguen lo que buscan deben pagarlo hasta cinco veces más alto que hace unos meses atrás.

“Hace poco compré el caucho delantero en 12.000 bolívares y un par de semanas después tuve que pagar 22.000. Estos cauchos me duran como 6 meses y no gano para esto”, mencionó Luis Campos en una tienda de la avenida Aranzazu.

“Busco las relaciones para la moto, rueda, cadena y piñón y me están diciendo que valen 4.000 bolívares y hasta no hace mucho eso costaba entre 1.000 y 1.200 bolívares”, dijo otro motorizado.

“Estoy gastando cada mes el triple de lo que gano, me pagan sueldo mínimo y gasto sobre 20.000 bolívares. La empresa me reconoce un 20%, pero ya es nada”, comentó José Osío.

Mientras que los encargados de negocios del ramo afirmaron que se ha vuelto difícil conseguir baterías, cauchos, rines y tanques, entre otros. “Los chinos son los que nos venden algunos productos, pero muy caros; los demás proveedores dicen que no tienen nada ya”, indicó un vendedor al sur de Valencia.

MARÍA FERNANDA SOJO

El Nacional

Cipriana Ramos, presidenta del organismo, dijo que es probable que el gobierno importe mercancía «para ellos» por ser año electoral

Cipriana Ramos, presidenta de Consecomercio, indicó que actualmente no pueden presupuestar el ejercicio económico de diciembre porque que no se sabe si tendrán o no mercancía. Esto debido al retraso en el proceso de importaciones decembrinas, que suele tomar seis meses y, para lo que va de año, ni siquiera se ha iniciado.

«No sabemos qué vamos a tener. Pero si comparamos este primer semestre que pasó con el año pasado, ya se habían realizado aproximadamente 15 subastas. Pero este año tenemos una que no ha sido liquidada”, señaló a El Impulso.

Ramos apuntó que si el comerciante no cuenta con las divisas para adquirir los productos, no podrá importar, sumado a que quienes disfrutaban de líneas de crédito con sus proveedores internacionales, ya no tienen porque se presentan problemas en los pagos, debido a los retrasos en la liquidación de divisas.

La dirigente gremial advirtió que es bastante probable que los comerciantes privados no cuenten con la mercancía de costumbre, por lo cual es posible que se presenten limitantes como los actuales.

«El Gobierno tratará de importar para ellos, como lo ha venido haciendo… sobre todo porque es año electoral. Los comerciantes privados tendremos muy poco o nada para vender”, afirmó.

La presidenta de Consecomercio lamentó esta situación e indicó que a pesar de la situación trabajan para no bajar santamarías, a la espera de un acto de rectificación.

El Nacional

Al escaso estímulo del cultivo de leguminosas y problemas en la adquisición de semillas, fertilizantes y agroquímicos, se suma una limitada importación de los mismos, lo cual deja el mercado nacional sin granos, en especial sin caraotas, de consumo básico en Venezuela

Así lo explica Pedro Puglisi, miembro del directorio de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), quien comentó que en reuniones recientes con el Gobierno, este propuso el cultivo de aproximadamente 30 mil hectáreas de caraota, lo que sumado a la propuesta de la confederación resultaría en unas 50 mil hectáreas para 2015. Sin embargo, debido a falta de semillas e insumos, el especialista duda que si quiera se trabajen unas 25 mil hectáreas del grano.

Si bien, históricamente, la oferta de esta proviene en 80% del extranjero, la producción nacional, tanto como la importación, han presentado mermas significativas en el mercado. La escasa oferta lleva el kilo de caraotas a Bs. 1.200.

«Esto es consecuencia de que el Gobierno haya apuntalado las importación, dejando en el piso la producción nacional”, comentó Puglisi, quien acotó que en el mercado también se está presentando la venta de semilla tratada de caraota para el consumo humano pero no se recomienda. Señaló que un saco de 40 kilogramos de semilla para siembra de caraota tiene un valor de Bs. 1.600, mientras la misma cantidad para consumo podría representar hasta Bs. 30 mil. Dicha variación afecta entonces la oferta de semilla para la siembra.

Al consultarle por los bajos niveles de producción de caraotas en el país, el representante de Fedeagro comentó que si bien no ha sido aplicado un sistema de investigación para una producción extensiva del grano, el pasado año se comenzó a trabajar con un programa de tecnificación de siembra y cosecha, con lo cual se espera trabajar 15 mil en 2015.

La producción de frijol
Explicó que el valor alimenticio del frijol promueve su consumo y limita la cantidad disponible para la producción. Apuntó por tanto que la siembra podría estar en peligro, por ser utilizada de alimento.

«Si bien se acerca la época de siembra del frijol en los llanos centrales, lo allí cosechado no abastecerá los requerimientos nacionales”. comentó.

La demanda nacional
El régimen alimenticio nacional de leguminosas, establece que anualmente cada ciudadano debe consumir entre siete y ocho kilogramos, lo que sumaría más de 200 mil toneladas.

No obstante, en 2015 el sector productivo nacional probablemente sólo aporte unas 50 mil toneladas de granos, lo que representaría un 25% de la demanda nacional, por lo cual el Gobierno se vería obligado a importar el 75% restante.

Acotó que en el campo existe la voluntad de siembra por la caraota y otras variaciones, pero se requiere de una mejor gerencia, abastecimiento y renovaciones tecnológicas, ya que, entre otros problemas, más del 80% de la maquinaria de trabajo es calificada como obsoleta.

El Impulso