¿Se pueden practicar todas las posturas sexuales durante el embarazo? ¿Cuál es la mejor postura sexual cuando se está embarazada? Éstas son algunas de las preguntas que más se hacen las embarazadas. En este sentido, las estadísticas señalan que el temor de hacer daño al feto, un abdomen cada vez más voluminoso y la sensación de tener un pequeño «intruso» como testigo de la propia intimidad hace que el 50% de las parejas que están esperando un bebé deje de tener relaciones sexuales conforme avanza el embarazo.
Sin embargo, mantener la armonía y la intimidad en la pareja durante el embarazo es bueno y útil, desde un punto de vista tanto físico como psicológico, tanto para la mujer como para el hombre.
Beneficios del sexo en el embarazo para la mujer
– Para la mujer embarazada, que dentro de pocos meses tendrá que asumir el rol de madre, seguir haciendo el amor con la pareja es una confirmación importante de su papel como amante. Además, le hace sentir que mantiene un cuerpo erótico, atrayente y deseable, a pesar del embarazo.
– Por otro lado, durante el embarazo, mantener relaciones sexuales resulta muy gratificante y placentero. A partir del segundo trimestre de embarazo, la mujer está más predispuesta a practicar sexo y se excita más rápidamente, gracias a un aumento de la vascularización y vasocongestión de los órganos genitales.
– Además, libres del temor de concebir un hijo, muchas mujeres se abandonan con mayor tranquilidad a la pareja, consiguiendo más fácilmente el orgasmo.
– Esta intimidad satisfactoria también tiene consecuencias beneficiosas desde el punto de vista físico: de hecho, el sexo es una «gimnasia» muy útil para estimular la circulación sanguínea, aliviar las tensiones del embarazo y liberar endorfinas (las «moléculas de la alegría», que ayudan a eliminar el estrés y la depresión).
Beneficios del sexo en el embarazo para el hombre
– Por su parte, a los hombres les encantan los cambios físicos que experimentan sus parejas: el pecho de la mujer se hace más turgente, grande y receptivo a las caricias, y las curvas de las caderas se marcan cada vez más, haciendo a la mujer más femenina.
¿Y cuáles son las mejores posturas sexuales en el embarazo?
Te explicamos las mejores posturas sexuales para evitar que la barriga de la futura mamá sea un inconvenientepara disfrutar del sexo plenamente.
La postura del misionero
Es la más clásica y “popular” de todas: la mujer se tumba boca arriba, con las piernas separadas, y el hombre se pone encima de ella.
Pros: durante los primeros meses de embarazo, se puede practicar sin dificultad. Además, resulta cómoda y natural para la pareja, que puede mirarse y besarse.
Contras: a partir del quinto mes de embarazo, puede resultar algo molesta para ella, porque puede experimentar una sensación de aplastamiento, si el hombre no es bastante ágil como para no dejar caer todo el peso sobre la barriga. En estos casos, es preferible suspenderla y dedicarse a otras posturas que no “afecten” a la zona del vientre.
La postura de las cucharas
La mujer se tumba de lado, con las piernas extendidas o ligeramente flexionadas en ángulo, y la pareja se pone detrás de ella.
Pros: es muy adecuada en pleno embarazo, porque permite descargar lateralmente todo el peso de la barriga. Además, es una postura muy suave y relajante, que favorece las caricias y la intimidad en la pareja: el hombre también puede estimular otras zonas erógenas de la mujer, como el cuello y las orejas.
Contras: es una postura difícil de mantener durante mucho tiempo (el pene puede salirse fácilmente).
La postura andrómaca
La mujer está sentada a horcajadas sobre la pelvis del hombre, que está tumbado en la cama.
Pros: es la postura favorita de muchas mujeres, además de ser muy estimulante para ambos miembros de la pareja. Resulta muy adecuada durante el segundo trimestre de embarazo.
Contras: si se realiza durante mucho tiempo, puede fatigar las piernas de la mujer. En este caso, la pareja puede ayudarla a moverse en vertical, empujándole las caderas con las manos.
La postura del perrito
La mujer está a cuatro patas en la cama, con las piernas separadas, y el hombre detrás de ella, de rodillas.
Pros: resulta ideal cuando a la mujer le empieza a molestar el peso de su pareja y quiere proteger la barriga de los movimientos demasiado enérgicos.
Contras: buena parte del peso de la pareja recae sobre los brazos de ella. Para que esta postura resulte más agradable, es mejor apoyar las rodillas en un cojín.
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