Miembros del Sindicato de Obreros del Hospital Universitario de Caracas afirmaron que en el centro asistencial hay un grupo armado que cuida los intereses de la directiva y que amedrenta al personal del centro asistencial. La situación irregular más reciente se registró el martes a partir de las 10:30 am, cuando en medio de una reunión los sindicalistas fueron atacados por el grupo de “las camisas rojas”, como se les conoce.
Un integrante del sindicato, que pidió la reserva de su identidad, relató que el hecho ocurrió en la oficina del organismo gremial, ubicada en el sótano del HUC. En el momento en que los sindicalistas dialogaban sobre diferencias internas fueron abordados por ese grupo.
“Nos persiguieron por todo el hospital. Subimos a los otros pisos y por las escaleras nos seguían. Cuando llegamos al piso 6 uno de ellos sacó un arma y nos amenazó. Tuvimos que resguardarnos en un baño y luego en una oficina. Durante ese tiempo, los trabajadores del hospital nos iban informando por mensajes de texto las irregularidades que ocurrían. Asustaron a los pacientes y recorrieron todo el centro hospitalario. Esas personas están apoyadas por Ramón Nevado, director del Personal. Lo que creemos es que toda esta presión la hacen para retardar el proceso para que la nueva directiva, que fue anunciada en Gaceta Oficial, asuma su cargo”, dijo un sindicalista.
Antecedente en la Fiscalía. El 22 de julio trabajadoras del HUC denunciaron ante el Ministerio Público al director de Recursos Humanos del centro asistencial por violencia de género.
“Cada vez que pedimos audiencia para tratar problemas laborales, Ramón Nevado nos grita, humilla, nos pone apodos y nos saca violentamente de su oficina”, aseguró Jasmín Chaparro, trabajadora del hospital.
En esa manifestación David Peláez, abogado de los trabajadores, explicó que la demanda fue dirigida directamente a la fiscal Luisa Ortega Díaz para que fije posición al respecto y se inicie una investigación. Advirtió que existe un precedente con denuncias de violencia de género contra Nevado, ante la Inspectoría del Trabajo sobre lo cual no ha habido respuesta.
Fuente: La Voz
