Del endeudamiento a la hiperinflación y la contracción económica severa.
Durante estos cinco años de lo que los medios llaman la crisis griega, en medio de un controversial “bail out” por parte del BCE y del FMI, la sorpresa arraso los mercados y la desconfianza se apodero de los griegos, quienes conociendo lo que ocurriría, prefirieron llevarse su Euro a otras latitudes. Igual ocurrió con cierto capital, excepto con los acreedores de la colosal deuda griega, cuyo verdadero número tomo un buen tiempo el estimar.
Deudas de todo tipo, de una economía, la de mayor grado de socialización en Europa. Los griegos estaban haciendo los que han hecho en milenios y siglos, esconder su deuda, entrar en cesación de pagos –default- la enorme trampa fiscal que trae las memorias de Pericles, quien endeudo a Atenas para poder financiar el templo a Atenea, una de sus preferidas y muy útil para optimizar su enorme poder político en aquella vieja “democracia”. En aquellos años, de Pericles a Solón, era lo mismo endeudar la democracia en nombre de todos, como envilecer la moneda sin piedad.
Deuda y dinero terminaban, unas sin pagar, y otras en inflaciones pavorosas, entre ambas, dieron al traste, el modelo de democracia. Sócrates, un gran critico en el Aforo de esas atrocidades fiscales y monetarias, fueron recogidas por Platón en su Republica, idealizando al déspota necesario que podría resolver los problemas de todos, el dictador e benevolente. El socialismo juego, ayer la socialdemocracia y hoy los comunistas, finalmente dejaron ver que ellos sabían que no había remedio, pero que Europa., y en sus museos donde cuida celosamente los vestigios de esa civilización, tendría que pagar parte de esa deuda, porque al fin y al cabo Grecia era el principio de Europa, y que los mármoles y vasijas, y la historia, tenían costo.
Con esta factura pretendieron que los acreedores volvieran a perder parte de sus activos demolidos por la corrupción y la insolvencia de los griegos quienes a lo largo de la historia de milenios nos ensenaron que deuda y dinero era la misma cosas y que ellas se hacía lo mismo, y si no tenía una podía agotar la otra, y que el final si el modelo fracasaba pues el Grexit sería una realidad, y la hiperinflación, un “ajuste necesario” vendría a resolver el problema de Grecia de no poder emitir euros, al menos en las magnitudes en las cuales su voracidad fiscal lo exige.
Quizás esta historia griega sea menos conocida que sus kalamatas, era muy conocida por Cicerón, aquel senador romano que se opuso al socialismo e Julio Cesar y al populismo de Catilina, aquel conocido senador que llevo el populismo al Senado Romano. Cicerón arremetía contra el endeudamiento y el populismo que ya sonaba entre los senadores que quedaron pobres de la razzia antirrepublicana de Julio Cesar, el héroe de las Galios y el Emperador.
Lo interesante es que la insolvencia fiscal griega, muestra unas enormes verrugas, una buena parte de su gasto publico previsional no puede ser pagado por los jóvenes griegos con sus impuestos porque en un mundo global como el de hoy, griegos se consiguen por el mundo a montones, comerciantes, científicos, profesionales liberales de todo tipo, han preferido USA< Australia, Canadá, el tercer mundo, y hasta Europa, Escandinavia, Alemania y Francia hay millones. Ese desfase demográfico causado por las grandes corrientes migratorias desde un país con una economía que el socialismo griego término de acabar, fue financiado con una colosal masa de deuda, creando esos niveles de insolvencia que llevaron a Grecia al borde de su historia.
El acuerdo de la Eurozona, salva a Grecia de los fenómenos que siempre llegan de la mano, la insolvencia fiscal por incapacidad de pagar intereses y capital y por la hiperinflación, Y es acá donde aparece la hipocresía criolla cuando plantea el viejo falso dilema o más deuda o más inflación, cuando en realidad el problema de su insolvencia fiscal, entre otros por el enorme gasto publico previsional (pensiones, educación y retiro) y político, una economía estatizada al máximo que tenía que emplear el 35% de la población económica activa en edad por debajo de la que en retiro cobra pensiones que nunca pudieron apalancar, ni con sus impuestos, ni con sus ahorros, el socialismo quería darle buena vida a una generación pero sacrificando la que viene detrás de ella.
Su efecto intergeneracional ha sido devastador. El ritmo de endeudamiento de Grecia alcanzo al 12-15% del PIB anual, algo absolutamente insostenible, lo cual habla del grado de insolvencia fiscal. Venezuela con números nominales no tan “feos” como esos, su capacidad de pagos es aún menor, porque no tiene acceso a deuda en los mercados internacionales y no lo hace desde 2011! La situación a tan grave o pero que la griega. Ello hace que tanto PDVSA como potras empresas del Estado y el mismo gobierno para financiar su déficit fiscal se endeuda ante el BCV creando en consecuencia ese horizonte hiperinflacionario, entre otros por no disponer ni en el papel ni siquiera en el petróleo, una perspectiva de ingreso en liquidez internacional dada la tozudez no solo del gobierno, sino de círculos en la oposición de querer solo devaluar –para garantizar los dólares que quedan para pagar la deuda externa- pero sin liberar el control de cambio y lleguemos al ridículo de una formula política que se denomina control de cambio, cuando no hay cambio que controlar.
Nuestro falso dilema de como en el trópico se lee la crisis griega, nos trae agarrado de los pelos, quick fix de la dolarización, y con fórceps compara la dolarización con el acuerdo Euro, quizás simplificando que el no poder emitir Euros, pues no le quedaba otra que emitir deuda, como Argentina ayer, y Venezuela que está haciendo lo mismo, llevando los pagarés, bonos así como la colosal deuda y otros pasivos –deuda disimulada por las maniobras financieras de los ministros y el BCV han puesto al país al borde un default, de hecho el de mayor riesgo en el mundo y mayor que el griego, porque por ironías de la Eurozona, Grecia no podrá entrar en default porque por esa misma puerta tendrá que abandonar el Euro.
Algo que los griegos adoran, mucho más que a su milenario dracma. Así certificados de deuda adquirida con el BCV por PDVSA y otras empresas públicas, pero también [por el fisco, que se endeuda ene l BCV para obtener disfrazado señoreaje en bolívares a través del bypass PDVSA. Para al final terminar en los mismos hornos que queman los billetes sacados de circulación y cada vez más rápido agotamiento dado que nuestra hiperinflación va a cien millas por hora medida en la velocidad de circulación del dinero medido entre la liquidez y el ingreso nacional.
Como se puede observar, es una especulación sin fundamento correlacionar la “eurozacion” como la causa de los grandes problemas griegos. Nótese que cuando Grecia pide incorporación a la Eurozona, lo hace falsificando la data monetaria y fiscal, algo que la EC descubre y suspende la incorporación de Grecia s hasta que el proceso de adscripción tenga viabilidad monetaria y sobre todo fiscal, y ello porque la Eurozona busca en primer lugar estabilidad monetaria, algo que había acabado a Europa por varias veces entre los siglos XIX y XX –recuérdense las hiperinflaciones alemanas pero también en el resto de Europa- al mismo tiempo que destina parte de las policías a alcanzar viabilidad fiscal, pero no olviden tampoco que hace tres años, la CE encontró la data de la deuda griega falsificada –deuda escondida- en condiciones similares como había ocurrido cuando solito la entrada al Eurozona.
Como se ve no tiene nada que ver la “dolarización” a la cual se oponía el articulista, con el problema fiscal griego, según su conclusión traída por los cabellos que como no podía emir dinero dadas las condiciones en la Eurozona, Grecia no podía ni puede como ningún otro país, Euros, así como tampoco puede falsificar la data de las finanzas públicas para representar una deuda menor y con ello engañar a los mercados de capitales europeos sobre sus volúmenes de deuda para continuar endeudándose, Así esta comportamiento delincuencial de los políticos griegos, además de traer serias implicaciones financieras, fiscales a Europa,. Debería terminar con el apresamiento to por bandoleros a los políticos griegos que hicieron tal cosa. Como se puede ver, no tienen nada que ver la crisis griega y sus orígenes con la especulación de la discusión sobre dolarización en Venezuela.
Alexander Guerrero E
Economist, PhD (London)
@alexguerreroe
www.alexanderguerrero.com