Tras la crisis que se vive actualmente en el país, por la escasez de harina de trigo, panaderos de los Altos Mirandinos se han visto en la obligación de reducir  la producción.

Según diferentes portales, trabajadores han manifestado los problemas que presentan con la distribución, ya que no se consigue la manteca, margarina, azúcar y levadura, lo más indispensable para la elaboración de pan.

Al parecer muchas panaderías no cuentan con pan disponibles para la venta, mientras que otras limitan sus ventas a dos por personas.

Comerciantes aseguran que para comprar la materia prima deben llamar a varios proveedores, informaron también que la producción ha bajado casi que un 60%, lo que quiere decir que antes utilizaban un aproximado de 10 saco de harina en un día y ahora se limitan con la cantidad de dos por día.

Fuente: 2001 

Los trabajadores de Cervecería Polar, planta Modelo en Zulia, se han movilizado por el riesgo de perder sus puestos de trabajo.

Al parecer hasta julio habrá cebada y lúpulo para la elaboración de la bebida.

El secretario de la organización del Sindicato de Bolivariano Socialista de Trabajadores, José Viera, informó en una rueda de prensa la “realidad”. Los entes encargados adeudan 217 millones de dólares a los proveedores. No hay crédito.

Cervecería Polar opera con la producción de las plantas: Modelo, San Joaquín, Los Cortijos y Barcelona.

La nómina la comprenden 10 mil personas que laboran en las instalaciones. Solo en Zulia se cuentan 750 cargos directos. Los trabajadores reportan una elaboración semanal de 10 millones de litros. Y otros más de malta.

Fuente: 2001 

Las reservas internacionales de Venezuela se recuperaron en $297 millones para llegar a $16.530 millones el viernes 26 de junio, su nivel más alto en varias sesiones, según información del Banco Central de Venezuela.

Este incipiente aumento llega en un momento bastante oportuno para las finanzas públicas venezolanas, ya que Venezuela se estaría preparando para emitir sus primeros bonos de deuda denominados en Yuan, la moneda china. El estado de las reservas es uno de los indicadores más tomados en cuenta por los analistas a la hora de asignar una calificación a una emisión de bonos.

Las reservas estaban en $16.233 millones, su punto más alto en casi 13 años, el 23 de junio. Un nivel más alto de reservas internacionales también tiene otros efectos positivos en las finanzas públicas de un país: disminuye el tipo de cambio implícito, reafirma la capacidad de pago del gobierno y, en general, da confianza en la conducción de la economía.

Fuente: 2001 

El ministro de Transporte Terrestre y Obras Públicas, Haiman El Troudi, informó a través de su cuenta en Twitter que el puente El Jobal, en Turén, estado Portuguesa, presenta un 90% de avance y se encuentran en la fase de “Armado de Emparrillado de losa y barandas para vaciado final”.

El titular de la cartera de Transporte Terrestre y Obras Públicas detalló además que la construcción del par vial Araure-Agua Blanca, en esa entidad, sigue con buena marcha.

Asimismo, informó que “53% de avance presenta la construcción del 2do. Puente sobre el Río Chama El Vigía” en el estado Mérida, y también tuiteó que “la construcción del Elevado Av 23 de Enero Barinas registra buen ritmo. 11% de avance”.

A través de su cuenta en la red social Twitter, El Troudi también se refirió al distribuidor San Vicente del estado Aragua, que afirmó presenta 31% de avance y escribió, en la red social, que “33% de avance presenta la #SoluciónVial Ampliación de la vía de acceso al sector La Carucieña Barquisimeto”.

El Troudi también recordó que su despacho sigue trabajando en la rehabilitación de la Troncal 11 en el tramo Altagracia de Orituco-Paso Real de Macaira sector Ipare, así como en la Troncal 02, tramo Dos Caminos, en Calabozo, estado Guárico.

Más autobuses. El ministro Haiman El Troudi, también informó ayer que llegaron al país 293 autobuses Yutong de 7 metros de longitud, lote que corresponde a la última parte de los 1.500 que adquirió el Gobierno Nacional, los cuales serán otorgados en financiamiento a transportistas del país.

Fuente: El Mundo 

Los analistas de la banca internacional y las calificadoras de riesgo no se ponen de acuerdo sobre la posibilidad de que Venezuela cumpla o no con los pagos de deuda externa previstos en lo que resta de 2015. Pero sobre lo que si hay consenso es que resulta inevitable que el país no pueda pagar su deuda externa en 2016. Sencillamente las cuentas no dan.

Me disculpan mis colegas si simplifico algunos detalles técnicos, pero lo que quiero es sacar unas cuentas de pulpero que cualquiera pueda entender. Hecha la aclaratoria, lo primero que hay que hacer es olvidarse que van a venir los chinos, rusos o qataríes a rescatarnos. Con ese cuentico nos quiso marear Maduro en su periplo turístico a principios de año, pero a estas alturas queda claro que los chinos no financian crisis de balanza de pagos, los rusos no tienen con qué y los qataríes no echan dinero bueno en saco roto.

Si revisamos los flujos, al país le entran unos 2 mil millones de dólares mensuales por exportaciones petroleras pero lo que sale por importaciones y sobrefacturación es un poco más que eso, por lo que la diferencia (el déficit) debe ser cubierto de alguna manera: empeñando oro, vendiendo a descuento cuentas por cobrar, rematando algún activo menor o, en última instancia, echando mano de las reservas internacionales, y es precisamente por ello que las mismas han caído 5.900 millones, es decir un 27% en lo que va de año. El problemilla es que el nivel de reservas totales (líquidas y oro) ya se aproxima peligrosamente al monto que debemos pagar a Wall Street este año y el que viene, unos 16 mil millones de dólares. Como cualquiera que haya estado al borde de la bancarrota le podrá contar, uno no puede simplemente agarrar la reservas, pagar la deuda y listo, quedarse en cero. Así no funcionan las cosas.

La única manera que no se tranque el serrucho es que el flujo que entra por exportaciones pase a ser dramáticamente mayor al que sale por concepto de importaciones y sobrefacturación, y es allí donde el panorama petrolero de mediano plazo no da lugar a esperanzas. Ya Arabia Saudita lanzó una línea estratégica cuyos efectos sobre el mercado se van decantando y las mejores previsiones para el 2016 ponen el precio promedio del crudo marcador Brent entre 70 y 80 dólares por barril, lejos de los 100 dólares por barril que se necesitarían para cubrir el déficit externo venezolano.

¿Y si le damos otra vuelta a la tuerca y reducimos aún más las importaciones? Bueno, las luchas intestinas en el gobierno sabotean reiteradamente los esfuerzos por imponer un mecanismo de racionamiento en serio, tipo comunista. ¿Y si le ponemos un parao a los boliburgueses y recortamos la multimillonaria sobrefacturación? Pregúntenle a Giordani si eso es posible. ¿Y no habrá un dinerito guardado por allí que a nadie se le ocurrió robar? ¿Qué pasó con el “Dios proveerá”?. En finanzas, poner las esperanzas en algún milagro insospechado resulta tan criminal e irresponsable como poner la vida de un paciente con cáncer en manos de la decrépita medicina cubana. Ya se sabe el triste desenlace.

Lo cierto es que el país hoy necesita un rescate de al menos 25 mil millones de dólares, algo que conocen bien quienes nos ven desde afuera. Lo que pasa es que la banca internacional lo pone en términos un tanto eufemísticos, como que “la probabilidad de un evento crediticio en 2016 se ubica en 77%”. Pero si lo traducimos en términos prácticos, el diagnóstico es sencillo: el que tenga un bono venezolano pagadero en dólares en 2016, mejor no cuente con esa plata. En medio de este panorama, lo más desconcertante es que cumplir con los compromisos externos este año solo será posible infligiendo mayores penurias al pueblo y erosionando de manera irreversible la popularidad del gobierno. Si además ya se avizora que, paguemos o no paguemos en 2015, es inevitable un default de deuda en 2016, surge entonces la gran interrogante: ¿pagar para qué?

José Guerra