Discurso del presidente de FEDECAMARAS ante la 104 Conferencia Internacional de la OIT
En nombre de la FEDERACIÓN DE CÁMARAS Y ASOCIACIONES DE COMERCIO Y PRODUCCIÓN DE VENEZUELA (FEDECAMARAS), organización más representativa de los empleadores de la República Bolivariana de Venezuela, felicitamos el mensaje del Director General en su Memoria para esta Centésimo Cuarta Conferencia Internacional, sobre el futuro del trabajo, con cuyo contenido nos sentimos plenamente identificados. Ciertamente, el mensaje del Director General nos entusiasma a contribuir, como empleadores, en una fórmula que permita mantener la vigencia de esta organización internacional en su próximo siglo de vida. Compartimos en su totalidad, las reflexiones y orientaciones que deben darse al rol de la OIT, para así reforzar su misión en el tiempo.
La armonización de los intereses de los grupos de trabajadores, gobiernos y empleadores para lograr la generación del mayor número de empleos decentes y la empresa sustentable debe ser, sin duda alguna, la principal prioridad.
Ahora bien, para alcanzar esas metas, es absolutamente imprescindible que se generen las condiciones internas en cada país para permitir a los grupos de empleadores generar esa mayor cantidad de puestos de trabajo decente.
Esta responsabilidad, que principal y casi exclusivamente, recae en cabeza de los gobiernos, implica que éstos generen las condiciones de respeto a la propiedad privada, educación, salud, seguridad social, controles migratorios, seguridad jurídica, seguridad personal y desarrollo de la infraestructura vial y comunicacional necesaria. Esa es una responsabilidad ineludible de cualquier Estado, y por ende, de su gobierno.
Coincidimos con el Director General respecto a la responsabilidad de la empresa privada en la generación de nuevos empleos; y a la relevancia del mecanismo de diálogo social como la vía necesaria para llegar a los acuerdos que permitan el mayor y mejor desarrollo de una sociedad.
Como señala el Informe (párrafo 50) “ningún gobierno ni nadie que aspire a dirigirlo, puede renunciar al objetivo del pleno empleo”. El Director General advierte sobre el reto de generar 600 millones de empleos decentes en el curso de los próximos 15 años. Un país que presenta la más alta inflación del mundo, los más altos niveles históricos de desabastecimiento, altísimos niveles de criminalidad y que se encuentra en los últimos lugares en los indicadores mundiales de competitividad, transparencia, atracción de inversiones y confianza en el país, está definitivamente transitando el camino equivocado para alcanzar su mayor desarrollo.
Estas reflexiones, que nos duele hacerlas, son muy pertinentes en el caso de mi país, Venezuela. Con tristeza, tenemos que reconocer que Venezuela, en las circunstancias en que se encuentra hoy, no podrá acompañarlo a alcanzar las ambiciosas metas que esta casa se ha trazado.
La realidad venezolana en los últimos años muestra miles de industrias, pequeñas y medianas empresas y comercios, que han tenido que cerrar sus puertas y el Gobierno, también, llevó a cabo una fuerte política de nacionalización de empresas, cuyo único resultado es un dramático deterioro, tanto en sus niveles de producción como en sus plantas físicas, disminuyendo en consecuencia, el número y las condiciones del empleo. Venezuela no necesita que se sigan tomando empresas. Venezuela necesita que se tomen decisiones.
Por su parte, el sector empleador privado venezolano ha presentado por todos los medios sus propuestas de desarrollo al Gobierno. Lamentablemente, éste no ha querido escucharlas ni generar las condiciones mínimas que propicien un diálogo efectivo, con el objetivo de abordar las más importantes decisiones para atender la crisis económica que vive el país. Hemos asistido a las escasas convocatorias que el Gobierno ha realizado al sector empresarial. Como organización, estamos convencidos de que nos mantendremos en cualquier escenario de diálogo social y respetando siempre el orden constitucional.
Esta situación vino acompañada de graves hechos de violación de la libertad sindical de los empleadores y trabajadores, que ocasionaron que una Misión de Alto Nivel de la OIT visitara el país a principios de 2014. El Informe de la Misión estableció una serie de recomendaciones al Gobierno para que diera muestras fehacientes de querer abrir espacios de diálogo efectivo y tomar en cuenta a las organizaciones más representativas. A un año y medio de estas recomendaciones, la postura del Gobierno sigue siendo de total incumplimiento a las mismas y la situación económica, social y política de Venezuela ha empeorado a límites insostenibles. Nosotros, como empleadores, seguimos estando dispuestos y comprometidos en apoyar la generación de las condiciones necesarias que permitan alcanzar el mayor bienestar económico y social de nuestro país y contribuir, de esa manera, en la consecución de los objetivos del nuevo siglo que comienza para la vida de esta institución.
Nota de prensa