CONSIDERACIONES GENERALES
Períodos menstruales profusos, prolongados e irregulares, menorragia, polimenorrea, metrorragia y otras afecciones menstruales, menstruación irregular o períodos menstruales irregulares no es el mismo para cada mujer. El flujo menstrual normal ocurre en promedio cada 28 días (la mayoría de las mujeres tienen ciclos entre 24 y 34 días) y dura cerca de 4 días. Sin embargo, hay una amplia variación en la sincronización y duración que aún se considera normal, especialmente si los períodos comenzaron dentro de los últimos años.
Si la persona empapa por completo una toalla sanitaria o tampón cada hora por 2 a 3 horas consecutivas, esto se considera un período muy profuso; mientras que un período prolongado es el que dura más de 7 días.
Un pequeño porcentaje de mujeres tiene períodos de una frecuencia mayor a 21 días o menor a cada 35 días, pero estas variaciones pueden ser normales.
El sangrado puede ser algo preocupante si ocurre entre períodos, después de la relación sexual o si la mujer tiene más de 50 años de edad, especialmente si la persona ya ha llegado a la menopausia. El riesgo de cáncer aumenta con la edad.
A menudo, si la persona está sangrando por el recto o hay sangre en la orina, se puede pensar que dicha sangre proviene de la vagina. Para estar segura, se recomienda insertar un tampón en la vagina con el fin de confirmar que ésta sea la fuente de dicho sangrado.
CAUSAS COMUNES
- Anovulación (los ovarios no logran producir, madurar o liberar los óvulos)
- Pólipos endometriales (el endometrio es el revestimiento interior del útero)
- Hiperplasia endometrial (engrosamiento/aumento de la pared uterina)
- Cáncer endometrial
- Fibroides uterinos
- Funcionamiento pituitario y tiroideo anormal
- Complicaciones del embarazo como aborto espontáneo o embarazo ectópico (cuando un óvulo fertilizado se implanta en algún lugar diferente al útero)
- Cambios hormonales como la menopausia
- Cambios en las pastillas anticonceptivas o los estrógenos que se toman
- Uso de ciertos medicamentos como esteroides o anticoagulantes (por ejemplo, warfarina o Coumadin)
- Uso de un dispositivo intrauterino (DIU) para el control natal
- Traumatismo reciente, cirugía u otro procedimiento uterino
- Enfermedad inflamatoria pélvica u otra infección
- Estrés, cambio en la dieta o rutina de ejercicios, pérdida o aumento de peso reciente, viaje o enfermedad
CUIDADOS EN EL HOGAR
Se debe mantener un registro de los ciclos menstruales, incluyendo el momento en que comienza y termina la menstruación, la cantidad de flujo (contar el número de toallas higiénicas o tampones que se usen y observar si están empapados) y cualquier otro síntoma que se experimente. Los tampones se deben cambiar al menos dos veces al día para evitar la infección.
Dado que la aspirina puede prolongar el sangrado, se debe evitar su uso. Para aliviar los cólicos menstruales, el ibuprofeno es más efectivo que la aspirina.
SE DEBE LLAMAR AL MÉDICO SI
La persona debe consultar con el médico si:
- Ha empapado una toalla o un tampón cada hora por 2 a 3 horas.
- Su sangrado ha durado más de una semana.
- Está en embarazo.
- Presenta dolor severo, especialmente si también se presenta dolor cuando no está menstruando.
- Sus períodos han sido profusos o prolongados por tres o más ciclos, comparado con lo que es normal para la persona.
- Tiene fiebre o flujo vaginal anormal, especialmente si tiene olor.
- Tiene sangrado después de la menopausia.
- Presenta sangrado o manchado entre períodos.
- Presenta secreción del pezón, crecimiento excesivo de vello, engrosamiento de la voz, pérdida o aumento de peso involuntario o un nuevo acné.
LO QUE SE PUEDE ESPERAR EN LA CLÍNICA
El médico realizará un examen físico, incluyendo un examen pélvico y hará preguntas, como las siguientes, para determinar los antecedentes de este síntoma:
- ¿Qué edad tiene?
- Han sido normales los últimos tres períodos en sincronización y cantidad?
- ¿Usualmente, cuánto duran sus períodos?
- ¿Cuántos días hay generalmente entre cada período?
- ¿En qué difiere este ciclo (y otros) de la menstruación usual?
- ¿Se ha presentado paso de coágulos de sangre?
- ¿Qué tan profusos han sido? ¿Cuántas toallas y tampones ha estado usando al día?
- ¿Cuándo fue el último período menstrual?
- ¿A qué edad tuvo su primer período menstrual?
- ¿Usa píldoras para el control natal? ¿Usa un DIU para el control natal?
- ¿Toma un suplemento de estrógeno?
- ¿Toma aspirina más de una vez por semana?
- ¿Toma Coumadin, heparina u otros anticoagulantes?
- ¿Ha tenido recientemente un parto, tuvo una cirugía o experimentó un traumatismo en o cerca de la vagina o el útero?
- ¿Ha tenido alguna infección vaginal o uterina recientemente?
- ¿Qué otros síntomas están presentes? ¿Se presenta dolor abdominal? ¿Se presenta dolor pélvico?
- ¿Se presentan náuseas o vómitos?
- ¿Está o podría estar en embarazo?
- ¿Ha observado un tumor, protuberancia o lesión en los genitales?
- ¿Ha tenido sangre en las heces?
- ¿Sangra fácilmente?
Algunos de los exámenes diagnósticos que se pueden realizar son:
- Citología vaginal
- Biopsia endometrial
- Ecografía de la pelvis
- Pruebas de laboratorio tales como las pruebas de la función tiroidea, CSC, prueba de embarazo
- A menudo, se prescribe ibuprofeno u otro inhibidor de las prostaglandinas. El ibuprofeno también está disponible en dosis más pequeñas (Advil, Nuprin) sin receta.
En algunos casos de sangrado intenso, es posible que se requiera de dilatación y legrado (“D y C”).
Si se encuentra un tumor, algunas veces será necesaria la cirugía (histerectomía). Los tumores fibroides son comunes (fibroides uterinos) y no están relacionados con el cáncer.
Los fibroides pueden interrumpir su crecimiento por sí solos y es posible que la cirugía no sea necesaria, dependiendo de la cantidad de sangrado, de la localización del fibroide y de la respuesta a diversos intentos de tratamiento. A menudo, dichos tumores cesan su crecimiento por completo en la menopausia, de modo que una operación se puede evitar con sólo esperar. Sin embargo, si la citología vaginal es anormal o si el tumor fibroide crece con rapidez, puede ser necesaria la cirugía u otro tipo de terapia.
Si el sangrado profuso está relacionado con anomalías hormonales, el tratamiento de la anomalía específica lo corrige. Las hormonas femeninas (pastillas anticonceptivas o progestágenos) generalmente se utilizan para regular la menstruación.
Fuente: ClinicaDAM