El Poder Legislativo ha sido el autor de un nuevo y contundente golpe contra la presidente Dilma Rousseff. A través de una enmienda aprobada hoy por la Cámara baja de Brasil, se ha reducido el poder de la mandataria para elegir nuevos miembros de la Suprema Corte.
Los diputados aprobaron, la noche del martes, aumentar la edad de jubilación de los ministros del máximo tribunal y otros dos tribunales federales de 70 a 75 años por 333 votos a favor, 144 en contra y 10 abstenciones. La enmienda, que ya había sido aprobada por el Senado, implica que Rousseff no podrá reemplazar a cinco ministros que cumplirían 70 años durante su segundo mandato.
La propuesta sería promulgada en una sesión conjunta de las dos Cámaras el jueves.
El golpe a la presidente en el Congreso ocurre en momentos en que Rousseff busca un consenso para aprobar medidas de austeridad con el objetivo de sanar las cuentas públicas.
Sin embargo, no sólo opositores sino que también aliados al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) se han manifestado en contra de dichas medidas.
La aprobación de la enmienda que modifica la edad de jubilación de los ministros ocurrió horas después de que uncacerolazo espontáneo en varias ciudades de Brasil mientras se transmitía un comercial del oficialista PT.
Aunque Rousseff no apareció en el anuncio transmitido en horario estelar, la presidente dijo el miércoles a periodistas que considera los cacerolazos una forma de protesta natural.
«Respetar la manifestación libre de las personas es algo que nosotros conquistamos a duras penas», dijo Rousseff.
«RESPETAR LA MANIFESTACIÓN LIBRE DE LAS PERSONAS ES ALGO QUE NOSOTROS CONQUISTAMOS A DURAS PENAS»
Las cacerolas y los bocinazos sonaron en las principales ciudades brasileñas y, en especial, en Río de Janeiro, San Pablo, Brasilia, Belo Horizonte, Recife y Porto Alegre, las más pobladas del país.
Durante las protestas también se escucharon gritos pidiendo la salida del PT del poder y la renuncia o destitución de Rousseff, así como otros que tildaban de ladrón al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), antecesor y padrino político de la mandataria. La última semana se conoció por primera vez una denuncia sobre el líder metalúrgico por supuesto tráfico de influencias en favor de una constructora local.
La manifestación de anoche fue similar a la que se escuchó en marzo pasado durante un pronunciamiento de la mandataria transmitido en cadena nacional de radio y televisión.
Es que la popularidad de la mandataria y del partido de gobierno sufre una caída histórica, como consecuencia de la combinación entre el escándalo de corrupción conocido como Petrolao -que involucró a importantes figuras del oficialismo- y el freno que sufre la economía, que ya tiene consecuencias en materia de desempleo.
Fuente: Infobae