Macri posa con sus seguidores en Mendoza, Argentina / AP
El kirchnerismo perdió este domingo las elecciones en las provincias de Santa Fe y Mendoza, la tercera y la cuarta en población de Argentina. Eran comicios primarios a gobernador provincial, pero participaban todos los partidos y los ciudadanos tenían la obligación de votar. Cuando se había escrutado el 52% de las mesas electorales de Santa Fe, el Frente para la Victoria (FpV), que lidera la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, obtenía el 21,9% y se mantenía en el tercer puesto de los comicios provinciales de hace cuatro años. En Mendoza, el kirchnerismo va camino de perder el gobierno en las elecciones definitivas de junio próximo porque este domingo sus tres candidatos sumaban el 35% frente al 50,3% del único rival de la centrista Unión Cívica Radical (UCR).
Los resultados de ambos comicios pueden tener algún impacto en las elecciones presidenciales de Argentina de este año. De este domingo ha salido fortalecido el candidato conservador Mauricio Macri, de Propuesta Republicana (PRO). Su partido vencía en Santa Fe con el 33,5% de los votos, frente al 31,7% del gobernante Frente Progresista, en el que el Partido Socialista derrotó a la UCR, aunque todavía el resultado no era definitivo y podía emparejarse o incluso revertirse. Además, Macri festejaba la victoria del candidato radical en Mendoza, y lo hacía por tres motivos. Primero, porque PRO lo apoyó. Segundo, porque ambos partidos han sellado en marzo pasado una alianza para las presidenciales. Tercero, porque el postulante presidencial de la UCR, Ernesto Sanz, prácticamente carece de posibilidades de vencer a Macri en las primarias de agosto próximo, según todas las encuestas. Por tanto, el alcalde conservador de Buenos Aires quizá pueda capitalizar el resultado mendocino.
Macri busca consolidarse como el principal rival del kirchnerismo. En una reciente encuesta del consultor Carlos Fara, figura con un 23% de los votos para las primarias de agosto, de participación obligatoria para todos los partidos y ciudadanos. Aparece por detrás del 26% del kirchnerista moderado Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, y empatado con el diputado peronista opositor Sergio Massa.
En las elecciones provinciales los votantes suelen definir sus preferencias por motivos locales y no necesariamente pueden sacarse conclusiones para los comicios nacionales. De hecho, en 2011 Kirchner ganó con el 54%, pero en los meses previos su FpV había perdido en la ciudad autónoma de Buenos Aires y en las provincias de Córdoba, la segunda en población, y Santa Fe, donde en aquel entonces obtuvo un 22,4%, casi lo mismo que ahora. La diferencia con 2015 es que hace cuatro años el 38,7% de los santafecinos votó al Frente Progresista y el 35,1%, a la derecha. En 2011, en Mendoza, el kirchnerismo había logrado el 42,7%, frente al 34,5% de la UCR. Pero en estos cuatro años la economía argentina se ha estancado y la tasa de homicidios ha subido tanto en Santa Fe, la provincia más azotada por el narcotráfico, como en Mendoza.
En junio próximo será la hora de la votación definitiva para gobernador en ambos distritos. Si en Santa Fe acaba por ganar el candidato conservador, el diputado Miguel del Sel, un actor cómico famoso por su humor chabacano, entonces sí Macri podrá consolidar su candidatura y decir que su partido no solo gobierna en la capital argentina. Si pierde, se debilitará y la ganadora podrá ser la candidata presidencial progresista Margarita Stolbizer. En Mendoza, en cambio, los radicales, que por ahora solo gobiernan la provincia norteña de Corrientes, buscarán arrogarse la victoria como propia, más allá de que allí lograron el respaldo de Macri y Massa.
El alcalde porteño pretende seguir fortaleciéndose el próximo domingo en las primarias de su ciudad. PRO será el partido más votado, según las encuestas. Solo resta definir si vencerá su delfín para sucederlo, Horacio Rodríguez Larreta, o su rival interna, Gabriela Michetti.
Fuente: El País.com
