Desmaquillarte, ir al gym… las rutinas son buenas, ¡pero no en el sexo! Por muy cómoda y eficaz que te resulte esa forma de tener un “final feliz”, no renuncies a experimentar. Según un reciente estudio publicado en el diario NeuroQuantology, las mujeres pueden tener cuatro tipos de orgasmos diferentes: clitoriano, vaginal, mixto y múltiple. “El nombre se corresponde con la zona en la que se sienten, no necesariamente la que se estimula”, aclara la sex coach Sylvia de Béjar. ¿El secreto para conseguirlos? “Igual que en el deporte, ¡entrenamiento!”, explica.
Orgasmo Clitoriano:
Gracias a sus 8.000 terminaciones nerviosas, el clítoris es “una auténtica perla preciosa, un órgano diseñado exclusivamente para darnos placer”, afirma Sylvia de Béjar. Si eres como la mayoría de las mujeres, este es el camino que te llevará directa al orgasmo. Pero, según la sex coach, “esta modalidad resulta mucho más placentera si no te limitas solo a estimular esta zona. Sola o en pareja, acaricia, masajea o saborea otras partes íntimas antes de llegar a este punto”.
Prueba esta técnica: pídele a tu pareja que haga grandes círculos con los dedos sobre labios, vulva, monte de Venus y la pequeña capucha del clítoris antes de llegar a él. Estas caricias también son perfectas para utilizar como preliminares en posiciones como “la cuchara”, uno pegado al otro de espaldas durante el coito.
Más posibilidades: si te cuesta llegar al clímax mediante la estimulación de este “pequeño diamante”, como lo llama Béjar, prueba con un vibrador de dedo. A tu pareja, dale indicaciones muy claras sobre la intensidad, velocidad y presión que quieres.
Orgasmo Vaginal:
Según Helen Kaplan, un referente en la sexología moderna, cerca de un 30% de las mujeres tienen orgasmos por penetración. ¿Cómo lo consiguen? Más que por las habilidades de su pareja, la razón hay que buscarla en el famoso “punto G”, una zona eréctil formada por tejido rugoso que se encuentra en el primer tramo anterior de la vagina. “Puede que no sea la penetración, sino la forma en la que se practica lo que impide tener orgasmos en los que interviene la vagina”, dice Raquel Traba, autora de Los placeres de Lola (Ed. Aguilar).
Encuentra tu “punto G”: Traba explica cómo localizar esta zona tan buscada: “Túmbate sobre un cojín para levantar la zona pélvica y junta los dos dedos de la victoria. Con cuidado, introdúcelos hasta alcanzar las 12 en punto y haz presiones sobre la pared anterior imitando el movimiento de “ven aquí”. De textura esponjosa y más o menos abultada, presionarlo puede producirte una sensación muy placentera o, a veces, ganas de hacer pis”.
Prueba esta técnica: durante el coito, el “punto G” se estimula “intentando rozar lo más posible esta pequeña zona eréctil”, sugiere Traba. Según Béjar, “puedes conseguirlo con cualquier postura en la que el pene toque la parte anterior de la vagina, como “el misionero”.
Más posibilidades: en opinión de Sylvia de Béjar, es difícil llegar al orgasmo vaginal si no existe también una estimulación del clítoris: “Es tu mejor aliado”. Si no lo consigues, aconseja probar con un vibrador curvado para estimular el “punto G”.
Orgasmo Combinado:
Los expertos afi rman que un orgasmo clitoriano y vaginal al mismo tiempo es el final más potente. “La estimulación simultánea del clítoris y del “punto G” produce orgasmos de gran intensidad, ya que se incrementa el número de terminaciones nerviosas que nos hacen sentir placer”, dice Max Rekarte, educador sexual de La Juguetería, formado en el Instituto Cultural de Sexología de San Francisco (EE.UU.). “Esto permite que el cuerpo femenino esté preparado para disfrutar plenamente de una penetración más profunda posteriormente”, añade.
Prueba esta técnica: la posición a horcajadas sobre el cuerpo del hombre es perfecta para conseguir este tipo de orgasmo, ya que puedes controlar la penetración y estimular tu clítoris gracias a la fricción.
Más posibilidades: como señala Rekarte, “los vibradores diseñados para el uso en pareja, casi todos ellos en forma de “U”, son perfectos para lograr este estímulo doble y disfrutar de la penetración vaginal al mismo tiempo”. Pero no te olvides de cuidar todos los detalles desde el comienzo, porque sin un buen nivel de excitación, te resultará difícil lograrlo.
Orgasmo Múltiple:
Esto supone que los orgasmos se suceden uno detrás de otro, no en diferentes momentos de la sesión de sexo (aunque estos sean también bienvenidos). Diversos estudios muestran que esta modalidad es posible para algunas mujeres si son de nuevo estimuladas después de alcanzar un primer clímax.
Prueba esta técnica: “Los orgasmos múltiples pueden ser clitorianos, vaginales, anales…”, puntualiza Rekarte. Puede ayudarte comenzar con unos buenos preliminares, buscar un orgasmo clitoriano y descansar estimulando otra zona diferente , jugando con la intensidad y cubriendo incluso alguna zona que esté muy sensible para que la estimulación no sea directa. En este caso, vuestro mejor complemento hot puede ser un lubricante adecuado.
Más posibilidades: “¿La mejor opción? ¡Intentarlo!”, dice Sylvia de Béjar. “El sexo es como un entrenamiento: cuanto más lo haces, más posibilidades tienes de sentir algo nuevo”, añade. “Concéntrate en tu cuerpo, en lo que sientes, y deja a un lado la cabeza”, concluye la experta.
Fuente: Womens Health