Las muertes más recientes tuvieron lugar en el espacio de unas horas: el miércoles en la noche, Oleg Kalashnikov, exdiputado del partido del expresidente de Ucrania, Viktor Yanukóvich, fue encontrado muerto a tiros en su departamento.
Horas después, el jueves a mediodía, dos hombres enmascarados atacaron a tiros a Oles Buzyna, escritor y periodista, en el patio del edificio donde vivía.
Los asesinatos de estas dos figuras públicas en la capital ucraniana, Kiev, han profundizado aún más el misterio que rodea la reciente ola de muertes vinculadas a la maquinaria política del expresidente Yanukóvich.
En los últimos tres meses, al menos 10 personas que sirvieron en su gobierno o en su Partido de las Regiones (PR), o tuvieron vínculos con personas que pertenecieron a éstos, murieron prematuramente ya sea asesinados o por supuesto suicidio.
En enero, Mykola Serhiyenko, exsubjefe de los ferrocarriles nacionales de Ucrania, fue encontrado muerto a tiros en su casa en Kiev, con una pistola a su lado.
Después vinieron las otras muertes, incluida la de Olexiy Kolesnyk, exgobernador de la región de Járkov, encontrado ahorcado, y Mykhailo Chachetov, quien saltó de su departamento en el piso 17 de un edificio en la capital.
El alto número de víctimas en un período tan corto de tiempo, y los muchos detalles que han quedado sin explicar –como por ejemplo porqué tantos parecen ser suicidios– han llevado a que muchos observadores encuentren algún tipo de vínculo.
El problema es que nadie tiene ninguna evidencia convincente. Y las teorías sobre lo que relaciona a las muertes a menudo parece reflejar la posición de los comentaristas políticos.
Quienes están en el círculo del expresidente Yanukóvich dicen que las autoridades están llevando a cabo una «cacería de brujas» en su contra.
Aseguran que los han amenazado con lo que dicen son acusaciones injustas y largas condenas en la cárcel, lo cual ha llevado a que varias personas se suiciden por desesperación.
Los funcionarios del gobierno afirman que los casos criminales, por extorsión, corrupción e incluso asesinato, están justificados.
Al menos 10 personas vinculadas al expresidente Viktor Yanukóvich han muerto en tres meses.
Y los suicidios, señalan, son un reflejo de los sentimientos de culpabilidad de los exfuncionarios, y el reconocimiento de que no pueden evitar el castigo.
Otros murmuran que hay una fuerza externa que podría estar asesinando a los allegados a Yanukóvich para evitar que hablen.
Sin embargo nadie puede ofrecer ninguna prueba concreta de que en realidad sea así.
Reacción de los medios en Ucrania:
Vitaly Such, periodista: «Parece como si alguien necesitara evidencia de que hay un sentimiento antirruso rampante en Ucrania, y alguien está creando esta evidencia».
Sonya Koskina, periodista: «Discúlpeme policía, pero ¿dónde ha estado investigando? ¿Cómo puede morir la gente en Kiev, así como así, en plena luz del día?»
Natalya Lihachova, experta en medios de comunicación: «Nos estamos ahogando en una pesadilla y en un caos. Todos esperaban que Rusia reanudara las hostilidades militares en el Este de Ucrania, pero la pesadilla ha llegado a Kiev».
Vakhtang Kipiani, periodista: «Este es un platillo cocinado exclusivamente para el consumo en Rusia. No fue suficiente con calificarlos (al gobierno ucraniano) de fascistas. La junta debe matar a su opositores políticos. El rompecabezas ha sido completado».
En lo que puede ser un hecho relacionado, o quizás no, los medios locales informaron que Kalashnikov escribió una carta quejándose de que había recibido amenazas por sus llamados públicos para conmemorar el 70º aniversario de la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.
La autenticidad de la carta no puede ser verificada. Sin embargo, existe un sitio web, llamado «Pacificador», sobre el que escribió Kalashnikov.
El sitio consigna su llamado con esta entrada: «Separatista. Provocador. Cómplice de militantes. Mantiene contacto con terroristas y militantes».
Las autoridades de Ucrania han sido criticadas por su trabajo en otras investigaciones.
En el caso de los asesinatos de Kalashnikov y Buzyna las autoridades establecieron rápidamente un vínculo.
Inicialmente, después de descubrir el cuerpo de Kalashnikov, Anton Gerahchenko, asesor de alto nivel del Ministerio del Interior, escribió en su página de Facebook que los investigadores del orden público estaban estudiando cinco posibles motivos, incluidos sus intereses empresariales y sus «actividades políticas».
Lea: La visión rusa sobre la crisis en Ucrania
Movimiento «anti Maidan»
Pero después de que Buzyna murió a tiros, Gerashchenko anunció que los asesinatos estaban vinculados al conocimiento que tenían ambos hombres del movimiento de protesta pro Yanukóvich, el llamado «anti Maidan».
Éste surgió al mismo tiempo que las manifestaciones masivas que condujeron a la destitución del presidente y que actualmente se está investigando por supuestos actos criminales.
Las autoridades han sugerido que los muertos pueden haber pagado su conocimiento del movimiento «anti Maidan».
«Parecería que el tiroteo de testigos del caso anti Maidan continúa» escribió Gerashchenko.
Sin embargo, no indicó porqué había llegado a esa conclusión tan rápido o qué evidencia tenía para apoyar sus afirmaciones.
El trabajo de los organismos de ley y orden de Ucrania en otros casos ha sido fuertemente criticado.
El Consejo de Europa, el principal organismo de derechos humanos del continente, indicó que una investigación sobre las muertes de manifestantes y policías durante las protestas antigubernamentes el año pasado mostró «serias deficiencias» y no logró satisfacer «los requisitos de la convención europea de derechos humanos».
Funcionarios ucranianos, por su parte, calificaron las críticas de «sorprendentes e infundadas».
Fuente: BBC