Los carteles que exhiben el precio de los almuerzos en los puestos de comida han tenido que cambiarse varias veces en el último año. El aumento en los ingredientes con los que preparan los menús ha hecho que los trabajadores tengan que gastar hasta 97,4% más en el pago de esa comida, según el Centro de Documentación y Análisis de la Federación Venezolana de Maestros.
La medición que hace el Cendas indica que en marzo de 2014 el precio promedio de un almuerzo era de 190 bolívares, el mes pasado fue de 375,20 bolívares, casi el doble. Los menús ejecutivos se pueden conseguir desde 190 bolívares, dependiendo del comercio. Los más económicos son los que vienen con un tipo de carne y dos contornos. Suben de precio si se acompañan con sopa, jugo y hasta postre. Las sopas cuestan en promedio 170 bolívares.
En el puesto de Carlos Da Silva, en la segunda transversal de Los Palos Grandes, sirven menús para varios presupuestos. El más económico está en 215 bolívares y el más caro en 290. “Cuando comenzó el año el más completo costaba 215, que ahora resulta el más barato. Es el aumento en el precio de los ingredientes lo que nos lleva a subirlos”, dijo.
Los encargados de otros puestos de comida consultados en el centro y este de Caracas coinciden con Da Silva, indicaron que al alza del precio de los ingredientes se suma las dificultades para adquirir los insumos y elaborar los menús.
“En los restaurantes pasamos por lo mismo por lo que pasan las amas de casa. Ahora nos cuesta mucho más conseguir la carne y el pollo, y cuando algún proveedor nos dice que tiene hay que pagarlo con sobreprecio, porque no nos queda de otra”, afirmó Alexander Rodríguez, encargado de un comercio en Los Ruices.
Explicó que en vista de que su negocio está rodeado de oficinas, la mayoría de sus clientes son trabajadores que tienen entre una y dos horas para comer antes de regresar a sus labores. Añadió que los consumidores se quejan del aumento de los precios, pero que entienden que se debe a la inflación que hay en el país.
“Uno sabe que todo ha subido y es normal que los almuerzos también lo hagan. Pero a muchos no nos queda opción y nos toca comer en la calle. Sobre todo porque por el horario de trabajo y hasta el cansancio no podemos cocinar en la casa. Pero el más afectado es el presupuesto”, apuntó Sandra Pereira, una de las clientas del local Costi, en Chacao.
Consumidores refieren que el precio de los menús ejecutivos les resulta a veces más atractivo que cocinar en casa. “La semana pasada pagué en la carnicería 110 bolívares por una chuleta ahumada. Si a eso le sumas el arroz, la ensalada y el jugo, no es mucha la diferencia con el precio en el que venden el menú ejecutivo”, agregó María José Reyes, otra de las consumidoras.
Tickets insuficientes. El bono de alimentación que por ley corresponde a los trabajadores se queda corto para cubrir los gastos de comida, para preparar en casa o comprarla en la calle.
El monto del ticket alimentos oscila entre 75 y 112,50 bolívares por día –0,50 y 0,75 de la unidad tributaria–. Es decir, que aun el trabajador que gane el monto más alto, no puede cubrir un almuerzo en la calle. Es necesario gastar el equivalente a dos días de bono (225 bolívares) para completar una comida sencilla.
“El ticket ayuda, pero no alcanza para todo un mes. Siempre es necesario tocar el sueldo”, agregó Pereira.
Menos pescado en los menús
En los restaurantes donde ofrecen menús ejecutivos cada vez es más escasa la presencia de pescados. Encargados y propietarios de comercios en el centro y este de Caracas indicaron que el aumento de precio los ha llevado a retirarlo de los platos.
El mes pasado el rubro pescados y mariscos se situó entre los diez que más subieron, con un alza de 2,9%, según el reporte del incremento de la canasta alimentaria del Centro de Documentación y Análisis de la Federación Venezolana de Maestros.
Los comerciantes que mantienen en sus menús pescados, los ofrecen por encima del precio de los platos con otras carnes. “El almuerzo que lleva pescado cuesta 30 bolívares más porque de lo contrario no nos sería rentable. Es mucho lo que ha subido”, expresó Carlos Da Silva, encargado de un negocio en Los Palos Grandes.
MARÍA FERNANDA SOJO
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El Nacional