Fue Durlacher, el podólgo de la reina de Inglaterra quien lo describió por primera vez en 1845: “una neuralgia del nervio plantar entre el 3º y 4º metatarsianos”.
En 1876 Morton, un médico de Filadelfia, amplió la descripción clínica y dio al cuadro el epónimo de ‘Neuroma de Morton’. Aunque también se conoce como Neuroma Interdigital Plantar. Es, en definitiva, un trastorno provocado por la irritación de un nervio del pie, generalmente el que está situado entre el tercer y cuarto dedo y que puede llegar a causar daños permanentes en el mismo.
Los microtraumatismos repetidos, la irritación y el estrés del nervio durante un largo periodo de tiempo, ocasionados por correr, por la forma del pie, o por llevar zapatos demasiado ajustados o mal adaptados, así como el uso de tacones elevadosparecen estar detrás de este tipo de lesión. Tal vez por este motivo, suele afectar a más mujeres que a hombres.
Los síntomas que lo delatan son: un dolor quemante, persistente o con calambres, localizado en la región de las cabezas de los metatarsianos, una molestia que aumenta al andar y disminuye con el reposo, al quitarse el calzado o con un simple masaje de la zona. Este dolor se suele localizar a la palpación del tercer espacio interdigital.
Para abordar este problema se suele recurrir a la utilización de fármacos antiinflamatorios no esteroideos y al uso de plantillas con almohadillas que separan las cabezas de los metatarsianos haciendo que no compriman o irriten tanto al nervio. La inyección local de corticoides, o anestésicos que modulen el daño del nervio y los zapatos de puntera ancha con poco tacón, han obtenido resultados impredecibles, pero han conseguido aliviar a muchos pacientes que presentaban esta patología, por lo que su uso es recomendable, en las fases iniciales.
El tratamiento quirúrgico está indicado una vez fracasado el tratamiento conservador y una vez que se descartan otras causas. Afortunadamente, la llegada a España de la Cirugía Ultramínimamente Invasiva Guiada por Ecográfo ha revolucionado la forma de intervenir esta lesión. Hasta ahora, lo más frecuente era la extirpación del nervio, mediante cirugía abierta, que conlleva una pérdida de sensibilidad de los dedos. Este tipo de cirugía se realiza con una incisión de 3 cm, con isquemia del pie, requiere puntos de sutura y una recuperación, mínima, de 3-4 semanas, para caminar normalmente.
Sin embargo, la cirugía ecoguiada se realiza con anestesia local, sin isquemia, con una incisión de 1-2 milímetros, no se dan puntos y se logra una recuperación de tan solo unos días. La baja laboral es mínima. El paciente camina después de la intervención, que es ambulante, sin ingreso hospitalario. Las posibles complicaciones son mínimas -infección, dolor residual..-gracias a las características enumeradas anteriormente. Además, este tipo de cirugía se puede llevar realizar en pacientes con otras patologías de base en la que la cirugía convencional no estaría indicada por los riesgos que conllevaría, como diabéticos o pacientes con problemas circulatorios o cardiacos.
Fuente: Nosotras