Asociaciones humanitarias, políticas y sociales participaron hoy en actos en toda Argentina para repudiar el golpe militar de 1976 en el día de su 39 aniversario y reclamar justicia para las víctimas del terrorismo de Estado.
En Buenos Aires se celebraron dos marchas separadas, que evidencian las discrepancias existentes sobre la política de derechos humanos del Gobierno de Cristina Fernández, en especial por el mantenimiento de César Milani al frente del Ejército, a pesar de ser cuestionado por su rol durante el régimen militar (1976-1983) instalado tras el golpe.
Miles de personas desembocaron a las 16.00 (19.00 GMT) en la céntrica Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno, en una marcha convocada, entre otros, por Abuelas de Plaza de Mayo, Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S) y Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
Desde los altavoces del escenario instalado en la plaza podía escucharse «30.000 desaparecidos», ante lo que una multitud respondía: ¡Presentes!.
Con fotografías de los desaparecidos en la mano y estampadas en pancartas, camisetas y carteles pegados a lo largo del recorrido, las víctimas del régimen militar fueron las protagonistas de la concentración.
«Me emociona ver que en la plaza no cabe ni un alfiler, que toda la sociedad argentina reivindica la memoria», dijo Ana Gómez, una maestra que asiste por primera vez a la movilización con su hija Elena, de tres años.
En la columna de H.I.J.O.S. se destacaba un gran buitre del que colgaban carteles con el nombre de empresas acusadas de colaborar con la dictadura, como la multinacional azucarera Ledesma, las automotrices Fiat y Mercedes Benz y el grupo multimedia Clarín.
Detrás de ellos, la agrupación juvenil kirchnerista La Cámpora levantaba un muñeco del expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), quien anuló las leyes de obediencia debida y punto final, con las que la dictadura buscaba garantizar su impunidad, e impulsó la reapertura de juicios por crímenes de lesa humanidad.
El secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, aseguró a medios locales que el 24 de marzo es «un día de reflexión para que nadie se dé el lujo de olvidar» y resaltó «el coraje de las Madres de Plaza de Mayo» y las políticas de Estado en materia de derechos humanos.
Fuerzas opositoras de izquierda y organizaciones humanitarias críticas con el Gobierno optaron por concentrarse frente al Congreso argentino, donde exigieron la dimisión de Milani, investigado en una causa por la desaparición de un soldado durante el régimen.
«No vamos a las convocatorias oficiales que solo apelan a la memoria para no hablar del presente», dijo la candidata a la alcaldía de Buenos Aires por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman.
«Un presente donde el Gobierno nombró al genocida César Milani al frente del Ejército y con cada vez más presupuesto para hacer espionaje. Si Milani hoy no está condenado y preso, no es porque falten pruebas, sino porque hay una decisión de mantenerlo impune», agregó.
En el resto del país, marchas, festivales y concentraciones por la memoria distinguieron también esta jornada, no laborable en Argentina por ser el «Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia».
También en las redes sociales, los argentinos repudiaron hoy el golpe sucedido 38 años atrás con la etiqueta #NuncaMás.
A través de Twitter políticos de todos los partidos recordaron el aniversario, como el jefe de Gabinete del Gobierno, Aníbal Fernández, quien escribió: «Memoria, Verdad y Justicia, pilares de nuestro modelo de país #NuncaMás».
«Cada año tenemos un día para recordar los sufrimientos que vivió nuestro país por no respetar la democracia. Hoy es ese día», expresó en su cuenta Mauricio Macri, alcalde de Buenos Aires y precandidato presidencial por la conservadora Propuesta Republicana.
Los actos del aniversario arrancaron el lunes con una vigilia en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), la mayor cárcel clandestina de la dictadura, que se prolongó hasta las 03.10 hora local (06.10 GMT), en coincidencia con el momento en el que se difundió el comunicado que arrancó la etapa más negra de la historia reciente de Argentina.
Fuente: EFE