Un editorial del diario The New York Times expresó hoy dudas sobre la eficacia de las últimas sanciones aplicadas por la Casa Blanca contra funcionarios de Venezuela y cree incluso que las medidas pueden llegar a reforzar al presidente Nicolás Maduro.
El editorial, uno de los tres que presenta hoy el diario, dice que, al anunciar esas sanciones, el Gobierno de Barack Obama “se la jugó”, al intentar castigar a ese país por la persecución política de la oposición y los límites a la libertad de prensa.
El pasado lunes, la Casa Blanca impuso sanciones a varias figuras del Gobierno venezolano que incluyen la prohibición a los estadounidenses de tener relaciones con ellos y permite la confiscación de los bienes que puedan tener en este país.
También declaró que la situación en ese país constituye “una amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad y la política exterior de Estados Unidos.
Entre los sancionados se encuentran Gustavo Enrique González López, director general del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), así como el exdirector de Operaciones de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) Antonio José Benavides Torres.
En su editorial, el Times dice que estas medidas pueden llegar a ser contraproducentes si Maduro las usa para reforzar su “falsa opinión” de que Estados Unidos está intentando derrocarlo.
También recuerda que los anuncios se hicieron después de que Caracas forzara a Washington a reducir hasta 17 el número de sus empleados en la embajada que tiene en Venezuela, desde el centenar que tenía hasta ahora.
“De momento -agrega-, el enfrentamiento permite proporcionar al señor Maduro cobertura política y excusas en medio de una crisis económica que en gran medida es su culpa”.
También dice que, aunque las sanciones pueden llegar a perjudicar a algunos altos funcionarios venezolanos, “parece improbable que puedan llegar a frenar los abusos del Gobierno y podría incluso envalentonar más al señor Maduro”.
“Un enfoque más productivo -añade el Times- habría sido incrementar los esfuerzos para persuadir a los líderes latinoamericanos para que defiendan los principios democráticos en Venezuela y aislar aún más a un líder que se está convirtiendo en un paria en la región”.
Además, si la dinámica actual lleva a una ruptura total de los lazos entre los dos países, ello podría perjudicar a los ciudadanos de Venezuela que están luchando para hacer frente a una “economía en colapso”. EFE