A primera vista, la llegada del sistema captahuellas a Ciudad Guayana, con la cadena de abastos Makro a la cabeza, parece ser el paliativo perfecto para las maratónicas colas que a diario se forman alrededor del comercio. Así lo ven los propios trabajadores a menos de una semana de su implementación, en una visión muy distinta de la de los consumidores, quienes desconfían del sistema al notar la ausencia de otros controles que impidan el acaparamiento.
Los cuestionamientos sobre la eficiencia del sistema se alejan de la discusión medular sobre el tema, en el que el sistema no solo surge como una remozada tarjeta de racionamiento, sino como respuesta gubernamental que sigue sin encarar la verdadera raíz de la escasez y el desabastecimiento: una verdadera política nacional de producción.
La implementación del sistema de captahuellas en la cadena privada de Ciudad Guayana arrancó con la instalación del mecanismo de control de ventas en el hipermercado Makro de Puerto Ordaz, en donde fueron puestas en servicio las captahuellas el viernes 6 de marzo.
“Así como vencimos el fraude electoral, el fraude político, vamos a vencer el fraude económico, el fraude comercial, tenemos que vencerlo. Pido la comprensión de toda Venezuela, entender el problema porque hay mucha manipulación”, profirió el presidente Nicolás Maduro este domingo, cuando anunció la instalación de 20 mil captahuellas en establecimientos privados de distribución de alimentos.
El sistema, explicaron trabajadores de Makro, regula la venta de ciertos productos de mayor demanda que podrán adquirirse ahora según la frecuencia establecida por el establecimiento, como ocurrió hace un par de meses en la cadena de farmacias Farmatodo.
Clientes que acuden al hipermercado por primera vez, así como aquellos que ya están registrados en la data del hipermercado deben pasar por el área de atención al cliente, ubicado en la entrada del establecimiento privado, para registrar su huella dactilar y actualizar sus datos.
A partir de allí resta conocer la frecuencia con la que podrán adquirir los rubros de su interés. Correo del Caroní intentó contactar a algún directivo del hipermercado para conocer detalles del sistema, pero no fue posible concretar la entrevista por no estar autorizados para declarar.
Mayor fluidez
La secretaria general del Sindicato de Trabajadores de Makro, Diana Cedeño, explicó -vía telefónica- que a partir de la instalación del sistema las colas de clientes para adquirir productos ha fluido de forma más rápida, sobre todo -consideró- porque la implementación de las captahuellas aleja a los revendedores, que antes estaban acostumbrados a comprar diariamente. “Ahora el sistema no permite hacer una nueva facturación sino en el tiempo fijado para cada producto”.
“El cliente que viene por primera vez es ingresado al sistema, le toman la huella y queda en la data. Si no tiene carnet le emiten un pase con el que puede hacer sus compras y diariamente cuando va a hacer las compras debe actualizar las huellas para hacer la comparación con la que está guardada en el registro. El sistema, según la limitación de venta, bloquea automáticamente la compra de productos determinados si el cliente vino recientemente”, explicó.
En el caso de clientes que ya están inscritos en la data de Makro y cuentan con carnet, deben actualizar sus datos y registrar su huella dactilar para poder adquirir rubros del hipermercado.
Piden más control
Sin embargo, algunos clientes tienen poca fe en la efectividad del sistema. Karina García es una de ellas. Este miércoles acudió a Makro para adquirir pañales, rubro que adquirió por última vez el miércoles de la semana pasada, hace siete días como permite el sistema. “Llegué a las cinco de la mañana y fue un desastre porque la gente se quería colear y para la compra de pañales no estaban pidiendo partida de nacimiento”.
La omisión en la solicitud del documento oficial es lo que, a juicio de la compradora Gliset Romero, abre cancha a los revendedores. “Yo vine a comprar pañales porque tengo un bebé, pero a ellos no les consta eso y seguro muchos vienen para luego revender”, conjeturó. Romero considera que deben pedir partida de nacimiento para cerrar la oportunidad de reventa a los bachaqueros, al menos en el caso de los pañales.
Pese a la implementación del sistema, este miércoles no estaban registrando a clientes que acuden al hipermercado por primera vez o a actualizar sus datos, por la saturación generada por la venta de pañales. Se espera que este jueves se abra el registro de las huellas dactilares a nuevos clientes.
Entretanto, en la cadena de farmacias Farmatodo los trabajadores aseguran que probablemente el sistema será instalado en los próximos días, pero desconocen con exactitud la fecha de implementación.
FOTO MRC
María Ramírez Cabello
Correo del Caroní