Decía el filósofo chino Confucio que “donde hay educación, no hay distinción de clases”, siendo la formación académica y ciudadana de las principales herramientas para lograr tanto el desarrollo personal como el colectivo. Pero en Ciudad Guayana, la educación pública no solo enfrenta las dificultades que representa trabajar con presupuestos deficitarios, sino con otro factor en el que tampoco hay distinción de clases: la inseguridad.
Al menos ocho escuelas primarias han sido objeto de hurto en enero de 2015 en San Félix, y las universidades no fueron la excepción en 2014. En la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG), por ejemplo, un grupo de ladrones llegó a robar en pleno salón de clases en el edificio de Ingeniería Informática de la sede Atlántico en mayo de 2014. En noviembre, otro grupo de antisociales atracó dentro del comedor de la misma casa de estudios; y en diciembre, antes de culminar el semestre, robaron a otros jóvenes en la entrada del módulo II.
Debido a los constantes ataques del hampa, los jóvenes paralizaron las clases en señal de protesta, exigiendo a las autoridades universitarias la instalación de una cerca perimetral para resguardar el campus, instalación de cámaras de seguridad y mejorar las funciones del personal de vigilancia privada.
Las promesas fueron hechas en noviembre y al comenzar el año no se habían cumplido, razón por la que el centro de estudiantes de Ingeniería Informática ejerció presión, logrando el compromiso de la dirección de seguridad de la universidad de empezar el mes pasado.
Para este jueves en la UNEG Atlántico se observó que la cerca ciclón del lado de la avenida homónima ya se comenzó a colocar, bordeando el perímetro hasta el comedor de la universidad, “pero la parte de atrás, la más importante, donde se meten los malandros de Toro Muerto, no la han cercado” según Rowert Lunar, estudiante del alma máter.
Inés Sánchez, otra estudiante, comentó que en varios pasillos del módulo II “se instalaron algunas cámaras” y que fue incorporada una nueva compañía de vigilancia interna “y están más pendientes -los vigilantes- nos piden carnet a cada rato, eso está bien”.
El presidente del centro de estudiantes de Ciencias Administrativas, Eduardo Ibedaca, informó que de todos los convenios suscritos en el último consejo universitario en materia de seguridad “se ha avanzado en un 50 por ciento”, faltando el sistema total de cámaras aprobado por Cantv, que será instalado “la segunda semana de febrero”.
Falta patrullaje
Otro de los acuerdos que no se ha cumplido es reforzamiento del patrullaje policial en las universidades, tanto Villa Asia como Atlántico. Ibedaca asegura que las autoridades están “finiquitando” conversaciones con la Policía Municipal de Caroní (PMC) para lo propio, y para cumplir uno más de los compromisos asumidos, que fue la capacitación de un grupo de estudiantes como cuerpo de policía universitaria: “están montando el proyecto, viendo si hay que comprar equipos y aprobando los recursos”.
En la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (UGMA) también se quejaron de la carencia de vigilancia por parte de los cuerpos de seguridad. En vista de los robos ocurridos dentro del campus universitario, estudiantes de esta casa de estudios paralizaron clases durante dos semanas el pasado diciembre, exigiendo a las autoridades de la universidad privada que se cumpliera, al menos, el proceso de carnetización de los jóvenes.
Andrés Marín, estudiante de derecho de la UGMA, informó que se cumplió la emisión de los carnets y agregó que la lucha estudiantil además logró la instalación de un basculante en la entrada del alma máter, para controlar el acceso.
“Todavía no hay vigilancia interna y no se ha visto ni un solo policía en la universidad” a pesar de que la misma tiene convenios con la Policía del Estado Bolívar (PEB) y PMC para ofrecer becas estudiantiles a cambio de resguardo policial. Marín aseguró que este año no ha habido hechos delictivos dentro del recinto de educación superior, igual que en la UNEG.
Carnets e inseguridad
“Si no tenemos carnet, no podemos sacar tickets (pasajes) estudiantiles, por ejemplo” reclamó Kelvin García, presidente del Movimiento Estudiantil Amigos del Pueblo (MEAP) de la Universidad de Oriente (UDO), al denunciar este jueves que el decanato de Ciudad Bolívar autorizó carnetizar “solo a los nuevos ingresos” de la casa de estudios.
La mayoría de la población estudiantil de la UDO de San Félix, que alcanza los 3.700 alumnos, tiene un carnet vencido desde 2014 hasta nuevo aviso. “Hacemos un llamado a las autoridades a que nos den el carnet de este año”, espetó, ya que “muchas veces, si vas en el autobús de noche, la policía nos detiene y si no tenemos el carnet vigente no cree que seamos estudiantes”. Además, si los alumnos tienen el carnet vencido “no nos sirve y cualquiera va a poder entrar a la universidad sin él”.
Si la educación del individuo es el arma para evitar la desigualdad social y los espacios educativos parecen el blanco predilecto del hampa, en Ciudad Guayana se les cercena a los jóvenes el derecho de recibir una formación académica en un clima de paz.
Oriana Faoro
Correo del Caroní