Gripe, resfriados, alergias… ¿Te suena? Las dolencias típicas de esta época pueden contraerse por distintos motivos, entre ellos, por el contacto con los microbios que pueden acumularse en el monedero, el móvil o el ordenador. Gánale el pulso a los resfriados y la gripe. ¿Cómo? Estas son las 6 cosas que tienes que descontaminar de virus y bacterias.
1. La puerta de la nevera

 
Ten cuidado, tanto en casa como en la cocina de la oficina. Piensa que estás continuamente abriendo y cerrando el frigorífico, por lo que está todo el día en contacto con las manos. Si quedan partículas microscópicas de comida en el mango, los virus y bacterias pueden multiplicarse en poco tiempo. Una vez a la semana, frota la puerta con un paño desinfectante de arriba abajo.

2. El interior de tu coche

 
Hay distintos sitios a los que debes poner atención. Por ejemplo, el panel de mandos de tu coche puede acumular gérmenes al estar cerca del aire acondicionado. El posavasos también puede contener bacterias si quedan restos de bebida sin que te des cuenta. Y si tienes hijos, intenta limpiar a fondo la silla infantil, los niños suelen coger enfermedades habitualmente y tienen la costumbre de tocarlo todo.

3. El mando a distancia

 
Puede que hayas oído que los mandos a distancia de los hoteles acumulan muchos gérmenes, pero también debes tener cuidado en casa. Piensa que toda la familia lo toca, especialmente a la hora de comer mientras veis la televisión. Límpialo con un producto que tenga una base de alcohol y que sea especial para aparatos electrónicos.

4. Tu ordenador

 
Un simple gesto como tocarte la nariz, los ojos o la boca después de haber estado usando el ratón y el teclado puede hacerte caer enferma. ¿Por qué? Recuerda que cualquier objeto que esté en contacto con las manos y los dedos acostumbra a concentrar muchos gérmenes. Si compartes el ordenador con otras personas en casa, límpialo cada vez que lo uses con una toallita con alcohol para aparatos electrónicos.

5. Tu monedero

 
Estás todo el día abriendo y cerrando la cremallera del monedero, pero también puede que lo dejes un momento encima del mostrador de una tienda, del baño o cualquier otro sitio lleno de gérmenes.  Así que cuando vuelves a casa corres el riesgo de que todas las bacterias se propaguen. Para evitarlo, limpia el monedero todos los días (o cada vez que lo utilices) con un spray o una toallita desinfectante y sécalo un papel.  Otro truco que puede servirte es colgarlo con un gancho cuando estés por casa para que los microbios no se dispersen.

6. Tu Smartphone

 
Te pasas el día tocando la pantalla de tu móvil con los dedos: cuando te levantas, cuando estás fuera de casa, cuando comes y cuando te vas a dormir. ¿El resultado? Las bacterias se acumulan en los dedos pero acaban en tu móvil. Límpialo una vez a la semana con un producto que contenga alcohol y que sea apto para dispositivos digitales.

Fuente: Womens Health 

¿Quién no padece ansiedad con el ajetreo de vida que llevamos en la actualidad? Es evidente que el estrés nos lleva a padecer un cierto grado de ansiedad, pero no podemos usar este término de manera inconsciente. Debemos saber separar entre el nerviosismo del día a día y la ansiedad como enfermedad.

La ansiedad se define como un fenómeno natural de adaptación ante situaciones de estrés que depende de los rasgos de personalidad de cada individuo. Cuando esta sensación aumenta de manera descontrolada, se convierte en una enfermedad que se traduce muchas veces en crisis de angustia. Nosotras os ayudamos a determinar si lo que padecéis es ansiedad o no.

La ansiedad patológica tiene algunas características que resultan muy llamativas, y que facilitan que se pueda identificar y, en consecuencia, solicitar asistencia médica para encontrar el tratamiento que frene su evolución. Así, la persona con ansiedad no puede llevar una vida normal, por la presión que le representa esta emoción exagerada y que no puede manejarse. Le cuesta relajarse y estar en estado de calma, y es aquí donde aparecen los problemas: las personas con ansiedad son difíciles de tratar y pueden resultar imprevisibles en cuanto al comportamiento.

La ansiedad se somatiza, y afecta a la salud del organismo, provocando desde mareos a sensación de opresión en el pecho y colon irritable. Además, hace que la persona afectada tenga que depender siempre de alguien. Todo este cuadro acaba provocando, en muchos casos, un cuadro de depresión, problemas de insomnio, y una sensación de gran inseguridad y dudas ante cualquier situación.

Es cuando aparecen esta colección de síntomas cuando podemos considerar que una persona sufre verdaderamente un cuadro de ansiedad que merece atención médica. Cuanto antes se consulte con el médico, mejor. Necesitamos ponernos en manos de un especialista para que nuestra ansiedad pueda resolverse o menguar lo antes posible. Mientras tanto, recomendamos hacer ejercicios de respiración, o iniciarnos a la meditación.

Fuente: Nosotras

En el camino de lograr los objetivos de nuestra vida todas las personas transitamos dos premisas básicas: buscar el placer y evitar el dolor.

Por esta razón, mientras no descubramos cuáles son nuestras verdaderas motivacionespara adelgazar, es muy probable que vayamos de una dieta a otra sin obtener resultados.

El placer instantáneo de comernos un delicioso pastel puede hacer que dejemos a un lado el intento de bajar de peso y nos olvidemos por completo de la dieta.

De acuerdo con información del Hospital Angeles, para que realmente alcancemos elpeso deseado, tenemos que visualizar nuestra meta y tener claro en la mente cuáles son nuestras razones para adelgazar.

Si te sientes motivado y con una actitud positiva cuando estés haciendo tu plan de dietaserá más fácil alcanzar tu objetivo, además, aumentará tu nivel de energía, sentirás el control de tu cuerpo y aumentará tu autoestima.

Tómate un pequeño descanso en un lugar tranquilo y reflexiona sobre lo siguientes 5 consejos:

-Piensa que los alimentos saludables que estás consumiendo no sólo te ayudarán a bajar de peso, sino que te ayudarán a mantener una buena salud por el resto de tu vida.

 
-Disfruta al máximo cada vez que comiences una rutina de ejercicios o realices actividades al aire libre.

 
-Elige una dieta que dé menos esfuerzo para lograr resultados favorables. Sé consciente de ello, tu cerebro lo sabrá y se motivará.

 
-Piensa en todas las cosas que te puede aportar adelgazar, incluso de manera indirecta. Imagina porqué la dieta es gratificante para ti y en qué aspectos de tu vida te va a ayudar.

 
-Escucha tu música favorita o ve la televisión o un video mientras te ejercitas. Esto te brindará una sensación de satisfacción y bienestar que te harán pasar un momento agradable y dejar atrás el estrés, como en este curioso video, donde varias mujeres cumplieron la meta de bajar 2000 calorías en bicicleta con una buena motivación y, lo mejor, sin darse cuenta.

Lo más importante es que te sientas bien contigo misma, tanto física como emocionalmente. Incluso, consultar un nutriólogo o un psicólogo podría ayudarte a mejorar tu calidad de vida, no dudes en hacerlo. Y recuerda que la disciplina siempre es lo más importante.

¡No hay más pretextos: ejercítate, diviértete y mantente saludable!

Fuente: Salud180

La mayoría tiene oportunidades claras de realizar  alguna actividad física sin que se trate de rutinas preestablecidas, pero por desgracia pocos se dan cuenta y lo aprovechan.

Sin duda es indispensable adoptar un plan de ejercicio regular, pero también se pueden hacer pequeños cambios en el estilo de vida para añadir  más actividad física a la rutina diaria sin darnos cuenta de que en realidad ¡estamos ejercitándonos!

Así que para que comiences a llevar una vida saludable y activa te recomendamos realizar lo siguiente:

 
1. Vete en bicicleta o caminando. Cuando te dirijas a distancias cortas. No uses el automóvil.

2. Haz un poco de jardinería. Al plantar semillas, quitar hojas secas, regar macetas o poner tierra, las articulaciones, los músculos y el corazón están trabajando.
  

3. Sube las escaleras en lugar de usar el elevador.  Si el trabajo o la vivienda están en un piso muy alto, sube caminando la mitad del trayecto y el resto usando el ascensor.

4. Hora de la talacha.  Pinta si hace falta, corta las hierbas que hayan crecido en la pared, limpia y pule las repisas o talla los azulejos del baño o la cocina. Todas estas actividades te pondrán en acción y ejercitarán sobre todo tus brazos y espalda.

 
5. Limpia todos los vidrios. Es  un estupendo ejercicio cardiovascular, procura rociar el limpiavidrios en un área específica de la superficie de crista y comienza a limpiar en forma de pequeños círculos con un paño seco, ve abriendo la circunferencia conforme se vaya secando así harás un estupendo ejercicio de estiramiento y tus vidrios quedarán más limpios.

 
6. Baila mientras sacudes o barres.  O simplemente realiza esta actividad por diversión. Es un excelente ejercicio aeróbico.

 
7. Juega con tus hijos o nietos. Los fines de semana, pero olvida los videojuegos, mejor intenten practicar fútbol, básquetbol o cualquier otra actividad similar.

 
8. Actívate en el trabajo. Aprovecha los momentos libres que tengas y salte a dar una vuelta. Si no puedes salir, bastara con que no uses el elevador, de esta manera, la única forma de desplazarte en tu área de trabajo será caminando. Aparte de que con ello realizas ejercicio, te sentirás más relajado y podrás continuar con tus labores.

 
Ejercítate viendo televisión. Este es un momento ideal para realizar una actividad. Si tienes bicicleta estática en tu casa, puede ser una buena opción, si no es así, puedes comprar unas mancuernas pequeñas y ejercitar los brazos, realizar sentadillas o abdominales.

No olvides mantener todo el tiempo una correcta respiración e hidratarte. Una vez que incorpores este tipo de actividad física a  tu rutina diaria, será más fácil que posteriormente desees hacer un deporte y sin duda mejorará tu salud en todos los aspectos ¡inténtalo!

Fuente: Salud180