El gobernador del estado Miranda y uno de los líderes de la oposición venezolana, Henrique Capriles Radonski, publicó, en su columna semanal de los domingos, un artículo titulado «De espaldas al pueblo», donde asegura que en el 2015 el pueblo tiene una oportunidad de oro para cambiar el curso del país. Expresa además que los venezolanos están cansados de que «se vaya la vida» en las colas y que el gobierno nacional debe dejar de hacer «guisos» para aferrarse al poder.
Una vez más este gobierno quiere tomar a nuestro pueblo por inocente, nombrando poderes públicos a su medida, pisoteando nuestra Constitución. Eso solo deja en evidencia el miedo que le tienen a una consulta popular. Ellos saben que dejaron de ser mayoría, solo basta con escuchar la voz de nuestro pueblo en la calle. En cada rincón de nuestro estado que recorremos, y lo hacemos a diario, nos encontramos con muchas historias de personas que eran afectas al oficialismo y ahora están decepcionados, porque la realidad no pide carnet político para golpearte, esta dura crisis económica que estamos viviendo en nuestra Venezuela nos afecta a todos, independientemente de cómo pensemos.
No es solo que los sondeos de opinión así lo revelan, es que el sentimiento popular ya es más que evidente. Lo que al principio era un eco, ahora es un ruido ensordecedor que dice a gritos que Venezuela requiere un cambio, porque nuestro pueblo está cada vez más agotado de que se le vaya la vida en colas para comprar alimentos, medicinas y productos de aseo personal. De que el dinero no le alcance producto de la inflación que el gobierno sigue pretendiendo esconder, como quien cree que tapando el sol con un dedo cambiará la realidad.
Definitivamente, no es guisando poderes que se resolverá la grave crisis que afecta a nuestro país. Estamos en diciembre y el gobierno sigue escondiendo las cifras de la inflación, no las publican desde septiembre, aunque es su obligación publicarlas ¡Qué desastre! El precio del barril de petróleo sigue en picada y la Opep afirma que no bajará la producción, aunque el barril llegue a 20 dólares, y ante eso la respuesta del gobierno es guisar poderes y reciclar enchufados, que mueven cual compadres de un cargo a otro.
Y es que la escogencia de los cargos de Fiscal, Defensor del Pueblo y Contralor, además de ser un acto inconstitucional, porque viola lo establecido en el artículo 279 de nuestra Carta Magna, ya que fueron nombrados sin contar con los votos de las dos terceras partes de la Asamblea Nacional, dejó en evidencia que el grupito que está destruyendo nuestro país, sabe que perdió la conexión con el pueblo, por eso quiere mantenerse aferrado al poder a como dé lugar.
Los artículos de la Constitución no son un simple capricho ni pretenden ser un obstáculo para entorpecer el procedimiento parlamentario, por el contrario, constituyen una garantía de la vigencia de los principios democráticos y de pluralidad política consagrados en el artículo 2 de nuestra Constitución, y con la escogencia de los Poderes Públicos por mayoría simple, este Gobierno dio una nueva muestra de que nuestra Carta Magna es para ellos un juguete que manipulan y tuercen a su antojo.
Qué descaro que la Fiscal General haya sido juramentada para otro período. Qué inmoralidad que esta señora forme parte del Poder Moral o Ciudadano, cuando casos como la tragedia de Amuay, las toneladas de comida descompuesta bajo la supervisión de PDVAL, los 25 mil millones de dólares robados por empresas de maletín, siguen sin respuesta. Queda en evidencia que ella está al servicio del grupito de enchufados y de espaldas al pueblo.
Más allá de lo inconstitucional de la designación de poderes, lo que debemos tener claro es que en 2015, los venezolanos tendremos una oportunidad de oro para cambiar el curso de la historia, porque podremos escoger al Parlamento, a hombres y mujeres comprometidos con los intereses del pueblo, que sustituyan a unos enchufados que solo han defendido siempre sus intereses personales. Que sustituyan a aquellos que usan la colonia de la corrupción y venden al pueblo por unas pocas monedas. Esos que han actuado cual Judas y que tanto la justicia terrenal como la divina los juzgará.
Solo la activación de nuestro pueblo hará que esos poderes escogidos con el humo negro del amiguismo y la corrupción, sean cambiados, que tengan carácter transitorio, que sean temporales, porque las elecciones parlamentarias abren de nuevo una ventana de oportunidad para destrancar el juego político. Pero para ello se requiere de visión, claridad en la convocatoria a la opinión pública y tenacidad en la construcción de condiciones adecuadas para que la voluntad popular se represente democráticamente, ya que actualmente la Asamblea nacional, es un espacio para el ejercicio de la hegemonía del partido político de los que gobiernan.
Los venezolanos requerimos un Parlamento que haga contraloría, que debata los temas que realmente son prioritarios para nuestro pueblo, que legisle con transparencia y pluralidad, que rescate el sentido de la democracia. Sea por primarias o por consenso, lo importante es llevar a los mejores candidatos a las elecciones parlamentarias. Candidatos que estén comprometidos con el proceso de cambio y que no convaliden traiciones en contra del pueblo.
El que quiera ser candidato debe tener principios. Debemos entender que si tenemos buenos candidatos, nuestro pueblo se movilizará y brindará su respaldo. Debemos entender que lo que tenemos enfrente es un compromiso con la historia que no debemos dejar pasar. Pero necesitamos de la unión de todo el pueblo venezolano, de los que votaron alguna vez por el gobierno y de los que no. De eso se trata la unión y el cambio que merece nuestro país.
Necesitamos parlamentarios que legislen para solucionar los problemas que nos afectan a todos los venezolanos, como la inseguridad, la inflación, la deficiencia de los servicios públicos y desabastecimiento. Una Asamblea que controle a los demás Poderes Públicos e instituciones del estado, para combatir la corrupción de los funcionarios y hacer que los recursos sean utilizados en mejorar la calidad de vida de los venezolanos.
Un Parlamento que represente a todos los sectores del país y no a una parcialidad, que sea centro de debate y discusión sobre los problemas del país, y ser un espacio de acuerdos, negociación y equilibrio, respetando las opiniones e ideología de otros, pero que por sobre todo respete y cumpla nuestra Constitución. Un Parlamento a la altura de nuestra Venezuela.
Como decía nuestro Libertador, “la unión debe salvarnos, como nos destruirá la división si llega a introducirse entre nosotros”. Solo si estamos unidos podremos enfrentar los abusos de quienes buscan mantenerse en el poder. Unidos tenemos la fuerza para salir adelante y lograr el cambio que tanto queremos.
Aprovecho para, en el medio de tanta dificultad, enviarles los mejores deseos para estos días de Navidad, esperando que el nacimiento de nuestro niño Dios haya traído para ustedes y sus seres queridos mucha paz, salud y prosperidad. ¡Qué Dios bendiga a nuestra Venezuela!
Fuente: NP
