Buscar alternativas de vestir que sean buenas, bonitas y baratas es cada vez más complicado. Comprar en el centro de la ciudad o en los buhoneros ya no resulta una opción tan económica. Al menos así lo afirman las personas que el equipo de El Mío salió a entrevistar en las calles de Puerto La Cruz y Barcelona.

La señora María Guzmán tiene tres hijos, de 3, 12 y 15 años, respectivamente. Guzmán afirma que este año no le ha alcanzado el dinero para comprarles los estrenos completos a sus chamos.

“La plata no alcanza como antes, todo está por las nubes, solamente en zapatos se me fueron casi cuatro mil bolívares, y eso que no compré nada de marca, sino unos que no vi tan de mala calidad”.

La docente afirma que los precios de la mercancía que ve en las tiendas son demasiado elevados, sobre todo los de la ropa para el más pequeño de sus hijos. “Mientras más pequeña más cara, un vestidito no baja de 1.900 bolívares en el centro de Puerto La Cruz. No me quiero imaginar cuánto costará uno de marca. A los otros dos les compré un solo pantalón a cada uno y ese mismo lo van a usar 24 y 31, lo que va a variar es la franelita que se van a poner”.

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Ni tomarse la tensión en el módulo asistencial más cercano pueden hacer los habitantes del sector II de La Ponderosa, en Barcelona.

La falta de doctores en el ambulatorio tipo I y el módulo de Barrio Adentro, además de las deficiencias en cuanto a insumos, lo impiden.

Una persona cercana al ambulatorio, quien prefirió omitir su nombre, comentó que el tiempo que tienen sin un médico es de dos meses, aproximadamente.

“Saludanz los rota a ellos cada dos años y al médico residente ya se le venció su tiempo aquí. Estamos esperando que asignen a otro y supuestamente ya será para enero”.

La vocera criticó indignada, la falta de coordinación que tienen en el Instituto Autónomo Anzoatiguense de la Salud (Saludanz). Solicitó que para la próxima ocasión consigan primero el reemplazo del médico, para no dejar el ambulatorio solo.

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La crisis que están confrontando los importadores y distribuidores de repuestos automotrices por la escasez que se registra en todo el país será analizado en los primeros días del 2015 cuando se lleven a cabo reuniones a nivel regional, previas a una asamblea nacional.

Alí Almao, secretario ejecutivo de la Cámara de Importadores y Distribuidores de Repuestos Automotrices del Estado Lara (Cidralara), reiteró la problemática que vienen confrontando por la falta de divisas que permitan la adquisición de las piezas en el exterior.

Hasta ahora han resultado infructuosas las gestiones efectuadas por la directiva de Canidra, la organización que les agrupa a nivel nacional, ante Cencoex (anteriormente Cadivi), para que les otorguen las divisas necesarias para las importaciones.

La problemática no afecta solamente a los vendedores de partes automotrices sino también a los talleres mecánicos que con frecuencia no pueden hacer las reparaciones necesarias a los vehículos que les entregan por falta de repuestos. Son muchos los automotores que permanecen en esos establecimientos debido a que una vez desarmado el sector donde presentaban fallas resultó imposible conseguir en el mercado las partes sustitutas de las averiadas.

Algunos han recurrido a las chiveras para adquirir repuestos usados con el fin de poder disponer de sus vehículos los últimos días del mes.

Almao dijo que el interés de Canidra es prestar el servicio a los dueños de vehículos y talleres mecánicos, pero el problema escapa a sus manos porque no se debe a falta de interés sino a las restricciones existentes en el Gobierno Nacional para otorgar las divisas necesarias para las importaciones.

Además, recordó que los exportadores de partes automotrices en el exterior no despachan mercancía sin haber recibido antes los dólares correspondientes.

EL IMPULSO

La venta de fuegos artificiales durante estas navidades, también ha sido afectada al registrar una caída de alrededor del 40%, lo que se ha percibido en la poca profusión de estos artificios durante el pasado 24 de diciembre, en comparación con años anteriores.

Son diversas las razones, de acuerdo con lo que indican las versiones de los comerciantes del mercado donde se comercializan los fuegos pirotécnicos, ubicados en la zona de El Poliedrito, quienes consideran que en estos momentos el consumidor venezolano, ante el encarecimiento de los precios de los alimentos, prefiere destinar la mayor parte de sus ingresos a la adquisición de los productos de la canasta alimentaria, reduciendo las compras de pirotécnicos.

Estiman asimismo, que los trabajadores, aun cuando han recibido ajustes en el salario mínimo, estos ingresos han sido erosionados con una elevada inflación que se estima este año va a cerrar por encima del 80% y de 100% en el área de los alimentos.

Advierten que en los negocios hay diferentes alternativas, ya que se pueden adquirir fuegos artificiales desde los más sencillos que tienen un costo de los 150 bolívares, hasta los «tortas” que pueden llegar a costar entre 20.000 y 25.000 bolívares, dependiendo de sus características.

Confían en que las ventas puedan recuperar para el 31 de diciembre, de manera que será en la primera quincena de enero cuando puedan presentar un balance con los resultados de las ventas de Navidad.

Escrito por Juan B. Salas

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