La presidenta de Argentina está dispuesta a superar el récord, del difunto Hugo Chávez, de discursos en «cadena nacional». El ex presidente de Venezuela disponía de su espacio sabatino de radio, «Aló Presidente», único e irrepetible. Cristina Fernández de Kirchner, que suele aparecer de imprevisto, anunció, cuando le queda menos de un año de Gobierno, que sus intervenciones se darán por duplicado. Primero en directo y después se repetirán, en un resumen editado, en horario de máxima audiencia.
Si no quieres café, toma dos tazas. Esa parecería ser la máxima de la Presidenta de Argentina quejustificó la medida o «nueva modalidad» porque considera que los programas informativos «no dicen nada de lo importante» que ella da a conocer. «Para que la gente tome conocimiento de las cosas que anunciamos –advirtió sin concretar qué días- haremos cadena nacional. Nos gustaría poder contar con los noticieros, con los medios de comunicación pero, ya sabemos, sacan (difunden sus comentarios) si digo alguna palabra altisonante y el resto no sale nada, no sale lo importante», se quejó.
Con este argumento la Presidenta está dispuesta a colarse en el horario de emisión de los telediarios de la tarde/noche de la mayoría de los canales que, por ley, están obligados a suspender sus emisiones si hay lo que en Argentina se llama «cadena nacional».
El comunicado de CFK, siglas por las que se conoce a la viuda de Néstor Kirchner, se realizó durante el anunció de un programa de asistencia dental gratuita para los pobres bautizado «Argentina sonríe» y un «Programa Nacional de Tecnología robótica».
Nelson Castro, conductor de uno de los espacios que padeció la interrupción consideró quela presidenta utiliza a su antojo una herramienta que está concebida para «hacer anuncios de extrema necesidad» pero ella la usa «como culto a su personalidad y como tribuna de crítica contra los que la critican».
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, respaldó la nueva modalidad «de cadena» porque «siempre es muy difícil que salgan las noticias del Gobierno… La presidenta dice, con mucha razón, el pueblo argentino tiene derecho al acceso a la información para poder utilizar las políticas públicas» y puso como ejemplo: «Cómo hace un jubilado para cumplir los tramites pertinentes» para recibir su jubilación o «¿cómo hace una madre para tener acceso a la vacunación gratuita?»
Fernández suele aprovechar «las cadenas», además de para promocionar sus actos de Gobierno, para embestir contra la prensa, jueces o la oposición. También, como en la última, para saludar a su hijo y con frecuencia para dirigirse, aplaudir o regañar a sus ministros. También los extranjeros están presentes en la retórica presidencial, el juez Thomas Griessa (el que falló para que Argentina pagué su deuda) o la calva del Ministro de Economía, Luis de Guindos, fueron algunos de sus objetivos “en cadena”.
Las principales críticas al abuso de la «cadena nacional» (en una ocasión fue precedido de un cartel que ponía “Genia”) apuntan a la frivolidad de su uso. Dicho esto, las quejas de que sus intervenciones no tiene eco en la prensa contrastan con un dato: Prácticamente el 70 por ciento de los medios de comunicación de Argentina está en manos del Gobierno. Los privados, además, lamentan las pérdidas que le ocasionan a tener que reprogramar la publicidad.
El artículo 75 de la Constitución argentina faculta al Presidente a disponer del uso de la cadena nacional «en situaciones graves, excepcionales o de trascendencia institucional».
Fuente: ABC
