Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos, que por más de una década han estado dominadas por las fricciones y discursos estridentes, enfrentan un reto de cambio ante el acercamiento entre Washington y la Habana que se prevé que propiciará importantes cambios en la geopolítica hemisférica, según estimaron analistas entrevistados por Associated Press.
Dejando a un lado el discurso agresivo de los últimos días, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó la víspera, durante una visita a Argentina, que su gobierno estaba “obrando y buscando los mejores caminos para que las relaciones con el gigante del Norte tomen el rumbo que tienen que tomar, sobre todo, con las noticias y los vientos frescos que soplan por el Caribe, por Cuba”.
Aún no está clara la posibilidad de que el gobierno de Maduro, estrecho aliado de la Habana, dé un giro a las relaciones con Estados Unidos y busque un acercamiento, pero analistas consultados por la AP indicaron que de no hacerlo quedaría aislado ante los cambios geopolíticos que vendrán en el hemisferio.
“Cuba tomó la delantera”, expresó la analista internacional Elsa Cardozo al reconocer que la decisión de aproximarse a Estados Unidos tiene que ver con que el gobierno de Castro está buscando “una forma de resolver su dependencia de Venezuela”, que actualmente enfrenta una severa crisis económica que tiende a agudizarse ante la caída de los precios del petróleo, que es la principal fuente de ingresos del país suramericano.
Caracas queda “en una situación más complicada” sobre cómo manejará en el futuro próximo su relacionamiento con Washington, según Cardozo, especialmente en el contexto de las recientes sanciones que aprobó el congreso estadounidense contra un grupo de funcionarios venezolanos.
A Venezuela “se le acabaron las fichas para negociar” con Washington. “¿Con qué va amenazar a Estados Unidos si las relaciones diplomáticas están mal, sí las petroleras están en bajadita?…Hay una realidad que se impone”, agregó.
El diplomático Edmundo González, ex director general de política internacional de la Cancillería venezolana, afirmó que la normalización de las relaciones entre la Habana y Washington generará una “recuperación de la imagen de los Estados Unidos en la región”, y deja a Venezuela “aislada” en su discurso antimperialista.
“Quien queda mal parado en toda esta jugada es el gobierno de Nicolás Maduro y su discurso internacional, que sigue aferrado a una izquierda trasnochada, decadente”, dijo González a la AP en entrevista telefónica.
Las relaciones entre Caracas y Washington nuevamente se enturbiaron la semana pasada luego que el congreso estadounidense aprobó una regulación que suspenderá visas y congelará en Estados Unidos activos pertenecientes a los funcionarios venezolanos a los que el gobierno federal identifique como responsables de violar derechos humanos. La ley está a la espera de la firma del mandatario Barack Obama.
Los dos países están sin embajador desde que Washington revocó la visa al diplomático venezolano, Bernardo Alvarez, después que Caracas retiró su aprobación al nominado por la Casa Blanca para dirigir su representación diplomática en Caracas, Larry Palmer.
A pesar de las fricciones Venezuela y Estados Unidos han mantenido un intenso intercambio comercial especialmente en área petrolera que ha mermado de manera creciente en los últimos años hasta alcanzar los 800.000 barriles por día, según registros recientes de la estatal Petróleos de Venezuela S.A, debido a la decisión del gobierno de elevar sus exportaciones de crudo hacia China y otros países.
Agencias