El cantante se presenta en Bogotá con el neoyorquino Marc Anthony y Anddy Caicedo
Durante casi medio siglo, Rubén Blades ha dado conciertos. A pesar del paso del tiempo, el panameño no ha perdido la emoción ni la sensibilidad al interpretar una y otra vez sus temas. “Canciones como Amor y control, Cuentas del alma, Patria, Todos vuelven, El cantante, Prohibido olvidar y Plaza Herrera son emocionantes para mí”.
Blades conversó con EL TIEMPO antes de su concierto de mañana en Bogotá, con el neoyorquino Marc Anthony y el colombiano Anndy Caicedo, en el Centro de Eventos de la Autopista Norte.
El artista de 66 años habló sobre su más reciente álbum –con versiones de sus temas en tango–, del concierto y de la política que al parecer será su próximo destino.
¿No se cansa de interpretar una y otra vez sus clásicos?
Siempre se encuentra algo nuevo. Un giro melódico, una letra que de pronto adquiere más sentido o resonancia. El público varía en cada presentación, así que siempre siento que es una nueva experiencia.
¿Cómo selecciona lo que canta en sus conciertos?
La gente es la que escoge: hemos hecho encuestas, y las canciones han sido determinadas por el público y vamos siempre con la intención de complacerlo.
¿Acostumbra hacer algo antes de salir al escenario?
Con los muchachos de la orquesta de Roberto Delgado hacemos una invocación y oramos para que todo salga bien. Y, claro, agradecemos tener trabajo.
¿Qué compartió con Cheo Feliciano, que murió este año?
Fueron años de amistad, cariño y admiración. Recuerdo que cuando estaba recién conociéndolo le dije que un día desearía cantar como él. Y me respondió: “Solo hazlo mejor que yo”. Así era el alma de Cheo. Lo extraño.
Hace poco estuvo con Sting en un festival en Ecuador…
Sí, me parece excelente que se integren las audiencias, los géneros y los estilos. Creo que se logra una mejor presentación y el arte se hace más fuerte con las sinergias.
Acaba de tocar ‘jazz’ en el Lincoln Center de Nueva York. ¿Habrá algo de eso mañana?
¡Noooo!, la gente va a un concierto de salsa, y eso es lo que vamos a darles. Lo del jazz con Wynton Marsalis fue otro experimento en el que canté con estándares de ese género. Eso es otra cosa.
Sorprenden sus canciones versionadas en ‘Tango’, su nuevo álbum que acaba de ganarse el Grammy Latino…
Gracias. Algunos no comparten su entusiasmo. Pero para los gustos, los colores. En Tango, Carlos Franzetti hizo excelentes arreglos; la orquesta del ícono argentino don Leopoldo Federico le dio la legitimidad necesaria a la interpretación e incluimos al Quinteto de New York y la Sinfónica de Braga (Portugal). ¿Cómo no iba a resultar un buen trabajo?
¿Qué lo llevó a hacer este disco si el tango es un género desgarrador y emotivo?
Creo que he escrito letras que podrían ser mejor interpretadas y comprendidas en el género del tango. La salsa es un género de acción. El tango es más reflexivo, menos agresivo, con más espacios para considerar las letras. Y su instrumentación, bandoneón y violín, crean una atmósfera que produce emocionalmente una reacción visceral.
¿Cómo se seleccionaron las canciones?
Las letras me determinaron si las canciones serían o no buenas candidatas.
¿Vuelve al escenario político?
Estoy considerando participar en la elección presidencial del 2019 en Panamá. Si tengo salud, el argumento está preparado y también si recibo el apoyo que necesitaría como candidato independiente.
La política ganaría, pero perdemos al artista otra vez…
He tenido una verdadera satisfacción como músico a través de mi vida. Pero hay otras áreas en las que considero que es posible contribuir. Y eso es lo que me propongo hacer, mientras tenga la oportunidad y la energía.
Fuente: El Tiempo
Escrito por: Sofía Gómez