La proliferación del virus chikungunya en los hogares, tiene a los guaros ingeniándosela para espantar a los mosquitos. Los espiralesPlagatox son la única opción que les queda en el mercado, pero reducido, ya que sólo lo encuentran en las bodegas.

Gerardo Briceño, quien tiene una bodega en Barrio Unión, expone que al menos cinco vecinos acuden en busca de los espirales de Plagatox. “Antes vendía plaquitas y el mismo Baygón en aerosol, pero con la escasez, sólo se consigue los espirales”, relata Briceño, quien dice que da dolor ver la desesperación de las familias.

La señora Juana Pérez, quien también vive en Barrio Unión, llegó a la bodega en el momento de la consulta a Briceño en busca de acetaminofén. Su hijo de 52 años tiene el virus y dice que sólo con el ventilador espanta los zancudos.

Por su parte, María Teresa Pérez, directora de Salud, recomendó no usar los espirales por ser tóxico y afectar las vías respiratorias. Sugiere que lo mejor es eliminar los criaderos para combatir la expansión del virus. No obstante, familias dicen que al estar infectado un integrante deben protegerse.

María De Sousa | La Prensa.-

Las licorerías y bodegones tienen la mercancía “fría”, pues las ventas han bajado en 60% en octubre y lo que va del mes de noviembre. El alto costo de los licores y la situación económica del país ha pasado factura.

Dueños de licorerías pronostican que el mes de diciembre donde hay más consumo de licor sea “negro”, por la Ley de Impuestos a Bebidas Alcohólicas que anunció el presidente Nicolás Maduro el día miércoles.

Pese a que hay fallas en la distribución de ron y whisky importados, los comerciantes tienen suficiente mercancía para comercializar en el mes de diciembre.

“Tenemos mercancía, pero si no se vende a precio viejo no me quiero imaginar con el aumento. Por ejemplo, una botella de whisky pasará de 4 mil bolívares a unos 6 mil”, sentencia Miguel Palencia, quien es dueño de una licorería ubicada en la avenida Fuerzas Armadas.

Los vinos tendrán un incremento del 15%; mientras que el whisky y otros productos tendrán un aumento del 20 al 50%, esto dependerá de la marca de la bebida.
En el caso de los whisky de buena calidad, pasarán a costar mínimo por encima de dos sueldos mínimos, incremento que le va a golpear el bolsillo a los consumidores.

Quienes se las han visto “feas” durante los últimos meses, son los pequeños comerciantes debido a que aseguran que tienen hasta tres meses sin recibir ron o whisky, porque los distribuidores le suministran a los grandes bodegones.

Tal es el caso de Julio Peñalver, quien mantiene una licorería y no puede ofrecer ron porque no le han distribuido. “Es lo que más busca la gente y si no lo tengo las ventas me bajan”, destaca el comerciante.

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Miriam lleva los pies cansados. Tiene más de cinco horas en el casco central de Puerto La Cruz, en la búsqueda de un par de zapatos apropiados para que su hijo de siete años utilice el 24 y 31 de diciembre.

Asegura que debe estirar el presupuesto para comprar ropa, calzados, juguetes y los ingredientes para la tradicional hallaca, pero este año parece que algunas cosas faltarán.

“El costo de los zapatos están por las nubes. Este año hay que comprar un solo par para Navi­dad y año nuevo”, dice.

Durante el recorrido que hizo por las calles Sucre, Libertad, 5 de Julio y Juncal, observó sólo “ofertas engañosas”.

Miriam busca unos zapatos de vestir de color marrón con negro, y uno de los que encon­tró es marca Bip Bag. El precio que tiene es Bs 2.500.

“El acabado es chimbo. Se nota que se romperá rápido. No vale la pena adquirirlos para los niños”, comenta.

Algunas marcas como Valle Verde, Junior, Reebok y Adidas superan los Bs 3.500, y son po­cos los modelos que se observan en las vitrinas de las tiendas porteñas.

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Sólo con la cédula de identidad laminada los clientes de las cadenas de tiendas y supermercados como Limpiatodo, Farmatodo, Locatel, Todo Hogar y Unicasa, que operan en la zona norte de Anzoátegui, podrán adquirir los productos regulados y escasos que están siendo comercializados, en la mayoría de los locales, bajo la supervisión de efectivos policiales y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

La medida, iniciada en Farmatodo, se extendió a otros negocios con la intención de controlar el expendio semanal de artículos que no se consiguen con facilidad a fin de garantizar que todos los ciudadanos puedan llevarlos, y también para tratar de  evitar la reventa en la economía informal.

En estos establecimientos los consumidores pueden adquirir determinado rubro cada cuatro o siete días y en cantidades limitadas.

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