Comer a mitad de la noche, cuando el cuerpo necesita descansar, influye en en el aumento de peso. Esta fue la conclusión de un estudio realizado en la universidad de Northwestern, Illinois, Estados Unidos.
Ingerir alimentos por la noche va en contra del reloj biológico y puede convertirse en un factor importante que nos conduzca a la obesidad, por lo que se recomienda seguir las pautas naturales de las actividades diarias y comer a horas adecuadas. Los autores de la investigación afirman que «simplemente modificar los horarios de las comidas puede afectar enormemente el peso corporal».
Para llegar a esta conclusión, un grupo de expertos encabezados por Fred Turek mantuvieron durante 6 semanas a 2 grupos de ratones con una dieta rica en grasas. Al primer grupo se le alimentó durante la noche (ya que son animales nocturnos); al segundo, durante el día, desfasando su reloj biológico. Al final del experimento, el segundo grupo engordó más que el primero. Turek concluyó que alimentarse en contra del reloj biológico facilita la obesidad.
En el caso de la mayoría de los seres humanos el metabolismo decae por la noche y con ello se disminuye el gasto de energía. Lo que contrarresta con la idea de ingerir un aporte calórico fuerte en horarios nocturnos.
Nuestro reloj circadiano, o el sistema de regulación biológica, regula nuestros ciclos diarios de alimentación, actividad y sueño, con respecto a los ciclos de luz y oscuridad del exterior. Estudios recientes han encontrado el reloj interno del cuerpo también regula el uso de la energía, sugiriendo que el horario de las comidas pueden ser importantes en el equilibrio entre la ingesta calórica y el gasto.
Los investigadores planean ahora investigar los mecanismos moleculares detrás de sus observaciones de que comer en el momento “equivocado” puede conducir al aumento de peso.
¿Qué son y qué papel juegan los ritmos circadianos?
La palabra circadiano proviene del latín ‘circa’ (alrededor de) y de ‘diano’ (día), y tal y como su nombre lo indica, el periodo que comprenden es aproximadamente de un día.
Los ritmos circadianos y el metabolismo están estrechamente asociados. Gracias a su interacción las células funcionan de modo adecuado y se mantienen sanas. Los ritmos circadianos de 24 horas liderean funciones fisiológicas fundamentales en los organismos vivos. Estos sistemas esenciales de seguimiento del tiempo (en el cuerpo) anticipan cambios ambientales y los adaptan al momento del día. La alteración de estos ritmos puede ejercer una influencia profunda sobre la salud humana, lo que ha sido relacionado con la obesidad, la diabetes, el insomnio, la depresión, enfermedades cardiacas y cáncer, por citar unos pocos ejemplos.
Fuente: Salud 180