Las autoridades de Arabia Saudita los excluyeron de la sagrada peregrinación del mundo musulmán por el temor al contagio. Alrededor de 7.400 personas han sido vetadas de participar
La Gran Peregrinación a la ciudad de La Meca que año a año reúne entre dos y tres millones de fieles musulmanes, preocupa a las autoridades saudíes por el brote de ébola.
A los habituales riesgos que existen en una aglomeración de esa envergadura, este año se suma el temor a los peregrinos que puedan llegar a la ciudad sagrada con la fiebre hemorrágica que sacude a África occidental.
Por eso, de acuerdo con un artículo de El País, las autoridades de Arabia Saudita ya han tomado las medidas necesarias para evitar el contagio. En primer lugar, han prohibido la entrada a los ciudadanos de los tres países más afectados por el virus: Guinea; liberia y Sierra Leona.
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Además, los viajeros que lleguen al país deberán completar una ficha médica e informar sobre los lugares que han visitado en las últimas tres semanas.
La restricción ha excluido del peregrinaje a 7.400 musulmanes, una gota de agua entre los cerca 1,4 millones que han obtenido visados para participar en el Hajj, y a quienes hay que añadir cientos de miles de peregrinos saudíes.
Semejante concentración humana plantea cada año un enorme reto de organización, sanidad y orden público. Según El País, las autoridades han movilizado a 85.000 policías, pero en esta ocasión también más equipos sanitarios de lo habitual.
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El ministro saudí de Sanidad, Adel al Faqih, ha asegurado que su país, en coordinación con la Organización Mundial de la Salud y los países afectados por el ébola, ha tomado todas las precauciones para evitar la entrada de peregrinos con el mortífero virus, y que hasta el momento no se ha detectado ningún caso.
«ESTAMOS VIGILANDO DE FORMA ESPECIAL A LOS PEREGRINOS QUE VIENEN DE PAÍSES DONDE SE HAN DADO CASOS DE ÉBOLA»
De acuerdo con la prensa saudita, 22.000 médicos han sido asignados para atender a los participantes en el Hajj y cientos de enfermeros y otro personal sanitario están desplegados en los aeropuertos internacionales. En el rey Abdulaziz de Yeddah, a donde llegan la mayoría de los peregrinos, se han reservado dos salas especiales para controlar a quienes proceden de Nigeria y otros países africanos.
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«Estamos vigilando de forma especial a los peregrinos que vienen de países donde se han dado casos de ébola», declaró Abdulghani al Malki, un funcionario de ese aeródromo citado por el diario saudita Gazette. Según la misma fuente, «118.000 peregrinos han llegado por vía aérea desde Nigeria y no ha habido ni un solo caso sospechoso entre ellos».
Además del riesgo que plantea el ébola, Arabia Saudita sufrió la pasada primavera un brote del coronavirus MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Próximo, por sus siglas en inglés), que hizo temer por la celebración del peregrinaje. Mientras que se sospecha que sólo un saudita falleció de ébola el pasado agosto, de los 750 casos de MERS que desde 2012 se han producido en el país, 319 han resultado mortales.
Fuente: Infobae