Para Rafael Orihuela, lo que está ocurriendo en Venezuela en materia de Salud es un hecho preocupante, tan grave que, a su juicio, solo es posible porque al país lo está gobernando una «caravana de inútiles». El médico, profesor universitario y exministro de Salud ve con preocupación que más de 3.500 médicos se hayan ido a otras naciones, entre otras razones, debido a la inseguridad en los propios centros hospitalarios. Lamenta que el Ejecutivo no le haya hecho caso a quienes hace tres meses recomendaron a las autoridades de salud emprender una «gran cayapa antimosquitos» en lo que denomina el «epicentro de urgencia sanitaria», ubicado en Aragua, Carabobo, la Gran Caracas, Vargas y los Valles del Tuy. «No hicieron caso y ahora se les vino el mundo encima»
Usted ha dicho que lo que está pasando en materia salud es lo suficientemente grave para mantenerse en silencio. ¿Qué está pasando?
Estamos frente a una epidemia muy grande de virus chikungunya que acompaña otra epidemia de dengue en Carabobo, Aragua, Vargas, parte de Caracas y los Valles del Tuy. La gravedad de este problema de salud pública no ha sido advertida por el gobierno, que ha optado por ocultar la información y tratar de descalificar los planteamientos del Colegio de Médicos de Aragua que ha denunciado 8 muertes en ese estado.
Pero, acaso el tema de la emergencia hospitalaria ¿no ha sido una constante en este y otros gobiernos?
El tema hospitalario ha sido discutido en todos los gobiernos pero nunca habíamos llegado a un estado de deterioro como el actual, donde la severa crisis se traduce en escasez de medicamentos, insumos médico-quirúrgicos, de personal médico y enfermería y profesionales en general. Súmale el abandono de los tratamientos de radioterapia y qumioterapia en los pacientes con cáncer y una disminución de las camas hospitalarias del Estado (dependienters de MinSalud, IVSS, IpasME y Sanidad Militar desde las 46.000 hace 12 años hasta 24.000 en tiempo presente.
Ahora ocurre el caso del Hospital Central de Maracay, que Tareck El Aissami ha manejado más como policía que como gobernador. ¿Qué gana con amenazar con meter preso al doctor Sarmiento?
Con meter preso al doctor Sarmiento solo gana el desprecio y la molestia del pueblo de Maracay, porque fue precisamente ese doctor quien, oportunamente, denuncio las muertes en el hospital de Maracay y advirtió que había que tomar medidas de urgencia ante la epidemia de virus chikungunya que se ha adueñado de la ciudad
¿De qué se trata en realidad lo que han dado en llamar «la enfermedad misteriosa»?
Eso de la «enfermedad misteriosa» es solo una entidad clínica no diagnosticada por la caravana de inútiles que entró a Venezuela como «Pedro por su casa» e hizo su «agosto» en Maracay. Ya está claro que se trata de una epidemia de gran magnitud de la llamada Fiebre Chikungunya, desatada a raíz de la incapacidad de las autoridades de salud para controlar y disminuir la población de los zancudos transmisores a lo largo y ancho del país.
Otras de las calamidades sanitarias, además del dengue y el chikingunya hay otros virus latentes ¿Está el Gobierno en capacidad de atender estos brotes?
Este Gobierno no está en capacidad de atender ni siquiera un brote de resfriado común. Mucho menos dengue, malaria y chikungunya.
¿Lo lógico no hubiese sido que la ministra de Salud, de quien se dice que es militar pero no médico, hubiera informado de inmediato para calmar a la población, y no dejar que la titular de Comunicación, Delcy Rodríguez, lo manejara como una conspiración?
Lo lógico era que la Ministra de Salud cogiera el toro por los cachos y asumiera la rectoría informativa de la epidemia, e informara de las medidas de control a tomar por su despacho. En todo caso será «paramilitar» y eso habrá que preguntárselo a Timochenko o al espíritu de Raúl Reyes.
Usted ha dicho que el sector salud está en fase terminal. ¿Pero es solo responsabilidad exclusiva del Gobierno? ¿Y las críticas a la medicina privada, que quizás es un poco costosa?
La medicina privada nada tiene que ver con la crisis de salud que es una responsabilidad exclusiva del Gobierno. Más bien el sector privado de salud se ha visto perjudicado por la falta de divisas que permitan la adquisición de material medico quirúrgico y otros insumos necesarios para operar correctamente. Lo que ocurre con los enfermos de cáncer es una verdadera tragedia.
Una preocupación frecuente es la fuga de médicos, algunos tan meritorios que logran dirigir hospitales y departamentos especializados en otros países ¿Nos estamos quedando sin médicos?
Hasta ahora se han ido más de 3.500 médicos, muchos de ellos son especialistas de renombre. La razón principal es la inseguridad en los centros de salud y hospitales, derivada de la violencia social y la criminalidad creciente. Otro factor importante estuvo centrado en los discursos del difunto descalificando a diario a los médicos y tildándolos injustamente de «agentes del Imperio». Por cierto, ya pasan de 4 mil los «médicos» cubanos, que han huido en masa desde Venezuela, vía Colombia y Trinidad
¿Qué quiere decir usted cuando afirma que, en el caso del chikingunya, crece el epicentro de urgencia sanitaria?
El epicentro de la urgencia sanitaria hoy en Venezuela está ubicado en los estados Aragua, Carabobo, Vargas, parte de Caracas y los Valles del Tuy. Se trata de un área geográfica densamente poblada por mas de 5 millones de personas que están expuestas a la ferocidad y maldad del virus chikungunya. Hace 3 meses recomendé a las autoridades de salud una gran «cayapa antimosquitos» en esta vasta región del país para disminuir su población que estaba peligrosamente alta. No hicieron caso y se les vino el mundo encima. No fumigaron ni eliminaron larvas en escuelas primarias ni liceos.
¿Cómo se entiende que una revolución que se promociona ante la comunidad internacional como inclusiva y humanista haya sido tan negligente en el sector Salud, al punto que nombran un promedio de dos ministros por año? ¿No será que andan en la búsqueda de los mejores talentos?
Esa rotación de ministros a cada momento, lo que dice en el fondo es que el Jefe no sirve. En Salud hemos ido de mal en peor, pero creo que la actual es la tapa del frasco. Parece que es la actual ministra médico egresada de una universidad del Centro del país. En realidad, no la conozco. Debemos preguntarle a Pablo Aure.
En el caso del ébola, el anterior ministro Armada prometió desarrollar el protocolo de prevención ¿Lo habrá dejado hecho como para que los venezolanos podamos estar tranquilos?
En el caso del ébola, pienso que los venezolanos podemos estar tranquilos, con o sin el protocolo de prevención del exministro Armada. Es muy difícil que nos llegue. Creo más bien que esa denunciadera de probable ébola, en medio de esta epidemia de chikungunya, la inventó un babalao para ver cómo ayudaba al gobierno y le salió el tiro por la culata.
Elizabeth Araujo
Editorial de Tal Cual
