Los marabinos de hoy cumplen un ritual cada vez que necesitan un taxi. Prepararse dos horas antes, pedirle a un amigo o familiar que lo lleve al sitio, llamar a varias líneas para escuchar “no tengo carro para la zona”, molestarse, ir a la avenida con esperanza de encontrar uno y terminar en un bus o carrito por puesto, están entre las posibilidades.
¡No hay taxis! exclaman. Garantizar el transporte para llegar a tiempo al trabajo, centro de estudio o el destino requerido, no es tarea fácil. Ante esa necesidad, surgen opciones, entre ellas, la aplicación Easy Taxi que conecta al pasajero a través del teléfono móvil con el taxista disponible más cercano, o si esa alternativa tampoco funciona, quizás resignarse a llegar tarde o, incluso, desistir de la idea de salir.
El desespero es el único que llega puntual a la cita. Los carros en las líneas de la región disminuyen y la escasez de repuestos es la razón principal que señalan los taxistas, como Jesús Vílchez, que tiene el carro varado porque según asegura compró unos repuestos chinos que le duraron dos semanas ya que “los originales no se consiguen”. Además, que la inversión para la reparación es de hasta 5.000 bolívares por productos que pierden la garantía una vez que salen del almacén.
El teléfono en la central de Taxi El Carmen suena unas 450 veces por guardia, por lo que 200 vehículos registrados no dan cobertura a todos los clientes. Otro motivo, es que “el tabulador no se ajusta a lo que se gasta en reparar un carro, no favorece al taxista”, se quejó Vílchez.
Víctor Olivares, centralista en Taxi Presidente del sector Tierra Negra, narró que “la línea tiene alrededor de 70 carros y casi la mitad no está trabajando porque no encuentran batería”. Gonzalo Rivero, afiliado, tiene tres semanas sin trabajar porque compró los repuestos en Valencia y está esperando que lleguen.
Piezas que son parte de la mecánica y mantenimiento básico de los autos, como el kit de tiempo, amortiguadores, arranques, cauchos, baterías, están desaparecidas. Leomar Portillo, vendedor de una tienda de repuestos de la ciudad, dio fe de ello y contó que “cuatro de cada diez clientes son taxistas y con la escasez hay muchas limitantes para surtirlos a todos”.
Taxi Laser, otra línea que presta el servicio en Maracaibo, también tiene déficit de choferes. De acuerdo con Martín Mejías, “la cantidad de vehículos se ha reducido y, a pesar de que hay tantos que no están registrados y trabajan de forma pirata, no da abasto para la cantidad de pasajeros”.
El problema se acentúa cuando los choferes son nómadas y pasan de una línea a otra constantemente. Eso explica que Diego López, usuario, esté “desde las dos hasta las seis de la tarde llamando taxi”. Su alternativa, cuando no tiene éxito tras la espera, es pedir uno en Easy Taxi. Para él, la aplicación resulta “diferente y un poquito inseguro; pero, efectiva”.
Otros clientes, en cambio, afirman que la aplicación ha resultado efectiva. «Hasta ahora se me ha facilitado conseguir taxis y también me parece más seguro que te envíen el modelo del carro y hasta la foto del taxista», plantea Maritza García, contadora, de 25 años.
La demanda del servicio público sobrepasa la cantidad de vehículos registrados en las líneas de taxi de la región. Los choferes se preguntan si todavía es un negocio rentable, si mejorará la situación con la resolución de las operaciones de divisas para los sectores automotriz, carrocero y autopartes publicada en Gaceta Oficial número 40.471, el pasado viernes 8 de agosto. Mientras, los usuarios siguen con el ritual en aras de encontrar un carro que los lleve a su destino.
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