Entre 2001 y 2012 el precio del oro ganó brillo de manera constante y acumuló un salto sin precedentes de 516%, pero el año pasado la tendencia dio un giro drástico que impacta a las reservas internacionales de Venezuela, es decir, los recursos disponibles para cancelar importaciones y los vencimientos de la deuda en dólares de la República.
La perspectiva de que la reserva Federal eliminará su programa de estímulo y con ello parte de la liquidez que estimula la demanda por los lingotes, el incremento en el precio de las acciones que resta fuerza a la inversión en oro y un marcado descenso en la demanda de China desinfló los precios.
El resultado es que entre diciembre de 2012 y junio de este año el Banco Central de Venezuela tuvo que ajustar a la baja el valor de las barras doradas que forman parte de las reservas desde 1.686 dólares por onza troy hasta 1.290 dólares por onza.
El informe del Banco Central que refleja las cuentas al cierre del primer semestre de este año, difundido el pasado 7 de agosto, indica que el oro que forma parte de las reservas tiene un valor de 15 mil 240 millones de dólares, cifra que representa una caída de 24% respecto a los 19 mil 986 millones de diciembre de 2012.
Venezuela es el país más expuesto en América Latina al declive de los precios de las barras doradas. Los lingotes representan 71% de las reservas del país mientras que datos del Consejo Mundial del Oro indican que en Brasil solo tienen un peso de 0,8%, en Colombia 1%, Perú 2,3%, México 2,7%, Ecuador 8,8% y Argentina 8,9%.
La elevada proporción que tiene el oro en las reservas venezolanas no obedece a un incremento de la cantidad de barras doradas, continúan siendo 11,8 millones de onzas troy como en el primer semestre de 2007, pero ganaron importancia porque los dólares en efectivo que formaban parte de las reservas se redujeron a niveles ínfimos.
La tubería
En los últimos ocho años el Banco Central ha transferido al Fonden, un fondo con el que el Gobierno cubre gasto e inversiones, 47 mil millones de dólares, una transfusión que desplomó el monto de las reservas en efectivo a menos de 2 mil millones de dólares porque el ingreso de divisas no pudo compensar los egresos.
El declive del oro y los traspasos al Fonden se añaden a que Pdvsa solo le entrega al Banco Central la mitad de las divisas que obtiene por la venta de petróleo y a una demanda de divisas exacerbada por un dólar artificialmente barato.
La consecuencia es una importante caída en el monto de las reservas internacionales que entre el cierre de 2011 y el 13 de agosto de este año registran un desplome de 32,6% para ubicarse en 20 mil 139 millones de dólares.
El descenso de las reservas internacionales ha llamado la atención de Dagong Global Credit, la principal calificadora de riesgo de China que el pasado primero de julio degradó la calificación de la deuda emitida por la República.
«En 2013 las reservas internacionales descendieron hasta 5,7% del PIB, solo cubren 95,6% de la deuda externa a corto plazo y 19,4% de la deuda externa total», dice el informe difundido por Dagong.
Añade que «en el corto plazo los riesgos sobre la solvencia de la deuda externa tienden a a escalar a la luz del deterioro en el balance externo que añade mayor presión para la devaluación así como la escasez de las reservas internacionales».
El Presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció el pasado 28 de julio que el Gobierno «realiza operaciones de carácter financiero, que se anunciarán en los próximos días, para fortalecer las reservas internacionales y la capacidad de inversión».
La idea es inyectarle a las reservas recursos colocados actualmente en distintos fondos, pero hasta ahora ningún miembro del gabinete económico ha precisado cuánto será el monto de los recursos a ser transferido a las reservas.
Ante una demanda de divisas que no puede atender con las reservas actuales el Gobierno optó por recortar la venta de dólares al sector privado y un número importante de empresas cayó en mora con sus proveedores en el exterior.
VÍCTOR SALMERÓN
EL UNIVERSAL