«Ernesto Villegas es justamente una expresión de la fragmentación, una oda a la fragmentación! Lo nombraron ministro para Caracas cuatro días después de perder la elección conmigo. Ese es otro gobierno paralelo no a Antonio Ledezma sino a la legitimidad», dijo Ledezma.
Cuando le dicen que se está dando cabezazos contra una pared, él responde que esa es su manera de abrirse camino, y cuando lo tachan de ingenuo por seguir diseñando planes a los que el Gobierno central no hace caso, él recuerda al alcalde de Londres en 1940, que en plena guerra mundial estaba borroneando el plan estratégico de la ciudad, el mismo que sirvió de base cinco años después para comenzar la reconstrucción de la capital inglesa.
El alcalde metropolitano Antonio Ledezma insiste en que continuará haciendo su trabajo, enfatizando la necesidad de planificar en conjunto, creando planes y proyectos para la ciudad, y que si los demás no hacen el suyo no es culpa de él.
-Ernesto Villegas, ministro para la Transformación de Caracas, parece haber admitido esa necesidad de planificación con la Creación del Centro de Estudios Estratégicos, y dijo que la ciudad «no puede avanzar en políticas públicas con visiones aisladas y fragmentadas». ¿El Ministro se ha puesto en contacto con usted?
-No, para nada. ¡Pero es que Villegas es justamente una expresión de la fragmentación, una oda a la fragmentación! Lo nombraron ministro para Caracas cuatro días después de perder la elección conmigo. Ese es otro gobierno paralelo no a Antonio Ledezma sino a la legitimidad. Es la continuación del golpe a la voluntad soberana, que comenzó cuando se creó la Jefatura de Gobierno de Distrito Capital. Se trata de escamotear la gobernabilidad de una urbe que reclama una brújula programática.
-¿Tiene la alcaldía Metropolitana esa brújula?
-Claro. Lo primero que hicimos en nuestra primera gestión fue crear la comisión para elaborar el Plan Estratégico Caracas 2020.
-¿Y cómo impulsar ese plan si a la alcaldía Metropolitana le recortaron el 99,5% de su presupuesto por concepto de situado?
-Con el talento, con la participación de distintos sectores, desde la academia hasta los urbanistas populares que hemos venido formando en los barrios de los cinco municipios gracias a la contribución de universidades y organismos internacionales como el Cideu (Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano). Hemos formado planificadores para trabajar en los seis ejes de los que consta el plan.
-¿Puede avanzar la ciudad con alcaldes que no se hablan entre sí?
-Es que los planes deben pensarse técnicamente, deben dejar de lado el elemento político. Cuando propusimos el proyecto del parque verde metropolitano de La Carlota no le pusimos como nombre «Antonio Ledezma», le dimos preponderancia a la visión técnica, hicimos un concurso público. Pero de nuevo: no hubo interés del gobierno en asumir ese parque.
-¿La ciudad echa en falta una visión de conjunto?
-Claro, y queremos suplir ese vacío con el plan estratégico. Yo no estoy dando saltos en el aire, me estoy aferrando a algo concreto, a ese modelo que ya existe y que fue confeccionado por profesionales de todas las áreas. Todas las cosas buenas que ha tenido Caracas, como el Metro, el Teresa Carreño, los distribuidores El Pulpo o la Araña, el Parque Vargas, El Silencio… son fruto de una visión de conjunto.
-Pero la más reciente de esas obras es de 1983…
-Esa es la tragedia de esta ciudad: te anuncian como el gran acontecimiento el desalojo de la Torre de David, una invasión que el Gobierno permitió durante siete años. Así estará de grave el país para que el gobierno se ufane de un acto semejante. Yo quiero una ciudad donde se hable de la inauguración de otro Poliedro, de otro Teresa Carreño, de otro museo de arte Sofía Imber, de nuevas bibliotecas nacionales… Es insólito que todavía no se haya inaugurado el sistema Tuy IV, por ejemplo, que traería agua a la capital y garantizaría el suministro al 100% de la población. La deuda con la ciudad es grandísima.
-Hablando de deudas ¿A cuánto asciende la deuda que las alcaldías del Área Metropolitana mantienen con la Alcaldía Mayor?
-Yo diría fundamentalmente la deuda de Libertador, que asciende a 800 millones de bolívares. Libertador no paga desde julio del año pasado. Pero también existe una deuda que corresponde a otros años, que se remonta a 2009. Son recursos que corresponden por ley, que establece que el 10% de la recaudación impositiva de cada municipio debe entregarse a la alcaldía Metropolitana.
-Si tuviera que hablar del principal problema de Caracas, diría que es…
-La inseguridad es el clamor en cualquier rincón al que uno se dirige, a donde vayas la gente vive con miedo, y vivir con miedo no es vida.
-¿Qué ha hecho la alcaldía al respecto?
-Presentamos en 2009 un plan de seguridad al Gobierno, un plan que lo que buscaba era la coordinación. Yo no quería quedarme en la quejadera, diciendo que a la alcaldía le habían quitado la policía, y como no tengo policías entonces no hago nada. Pero jamás recibí respuesta. Cuando me juramenté para este nuevo período lo primero que hice el 9 de enero fue crear dos comisiones que están por presentar sus resultados: una en materia ambiental (sistema de aseo urbano, reciclaje) y otro en seguridad. Yo sigo haciendo mi trabajo, allá los demás si no hacen el suyo. En mis años de lucha he aprendido que las crisis no son para lloriquear sino para buscar oportunidades para transformar las cosas que no nos gustan.
Fuente: EU
Javier Brassesco