El verano es el momento ideal para desconectar y relajarse pero también de revisar cómo ha ido el año hasta el momento y pensar en cómo lo queremos acabar. Para ello, la consultora Sandra Marín de Mikah de Waart nos revela cinco sencillas pautas para que el verano se convierte en una buena época de reflexión para enfocar nuestros próximos objetivos.
1. Las tres D: ¡Descansar, disfrutar y desconectar de la rutina anterior!
Saber disfrutar del tiempo libre comporta también saber romper con esos hábitos estresantes y aprender a darnos tiempo. Es importante vivir intensamente el tiempo de descanso que nos ofrece el verano, sin embargo, la gran mayoría seguimos con el mismo ritmo acelerado del día a día llenándolo de distintos contenidos (excursiones, celebraciones, compromisos familiares…) que, aunque pueden ser más divertidos que ir a trabajar, son igual de estresantes y ajetreados.
Justamente para poder aprovechar el tiempo es importante saber parar descansar y disfrutar de los pequeños placeres: levantarse cuando el cuerpo nos lo pida, dormir la siesta, dar largas caminatas, disfrutar de un desayuno tranquilo… En este sentido, pues, obligaros a pausar vuestro ritmo y a ser más conscientes de que en el tiempo no importa la cantidad, sino la calidad del mismo.
2. Revisar las metas.
El verano puede ser también un buen momento para pararnos a reflexionar sobre los retos y las metas conseguidas desde que iniciamos el año. Para ello, piensen qué objetivos plantearse, cuáles de ellos han conseguido y qué acciones iniciaron para alcanzarlos. Para aquellos que no han alcanzado, hay que preguntarnos cómo y qué podemos hacer para vencer los frenos que impiden lograrlos. A partir de ahí elaborar un plan de acción con actividades sencillas y amenas para los próximos meses.
3. Actitud Positiva, estado ON.
Mantener una actitud abierta, distendida y, sobretodo, positiva ante todo. Vivan todos los momentos de vuestra vida y reíros de las circunstancias sean buenas o malas. Es esencial que den importancia a todo lo que han logrado superar y todo lo que aún les queda por vivir ya que estando descansadas, relajadas y poniendo a punto nuestro cuerpo y mente conseguirán acabar el año satisfechas y con una actitud positiva.
4. Seguir aprendiendo.
Al volver de las vacaciones nuestro organismo suele estar más relajado y hace que nuestra mente y capacidad de aprendizaje estén más activas, consiguiendo así que se adquieran más fácilmente nuevos conceptos. Es un buen momento para leer un libro sobre nuestros intereses y aprender sobre ellos o inscribirse a un intensivo de un idioma, ir a charlas sobre temas que te motiven.
5. Culto al wellness
Aprovechen unos días para poner su cuerpo a punto y para hacer actividades que puedan disfrutar intensamente como nadar, patinar, hacer senderismo… ¡Lo que les divierta!
Fuente: Nosotras.com