Desde su fundación, El Universal cuenta con un código de ética que proscribe las ofensas personales, el descrédito, las falsas informaciones, las mentiras, el irrespeto y los juicios morales.

El Universal ratifica su compromiso con los venezolanos y su apego tanto al Código de Etica, incluido en el Manual de Estilo del diario como al manual de tratamiento informativo, instrumentos que regulan las relaciones entre periodistas, la gerencia y los lectores.

En los últimos días se ha presentando una serie de inconvenientes en la muy importante sección de Opinión de El Universal a partir de la entrada en vigencia de nuevas normas para el tratamiento de los artículos que implican, como ya se dijo, retomar el Manual de Estilo y, sin entrar a discutir la materia o el foco que el autor con pleno derecho y libertad tuviera a bien entregar a sus lectores, rescatar el equilibrio necesario. El Universal ha dicho a los articulistas, muchos de ellos con muchos años escribiendo en el diario, que aunque se busca el centro de la opinión, que es posible la coexistencia de diferentes ideas y posiciones, con el balance y equilibrio necesario y, por encima de todo, el buen uso del lenguaje, con respeto y guardando el honor de terceros y más cuando ni siquiera existan pruebas sobre los señalamientos que se afirman. Todos los periódicos del mundo establecen que se reservan el derecho a publicar las colaboraciones y artículos de opinión en el espacio que brinda a quienes escriben en sus páginas. Si los contenidos violan el código de ética, el periódico se abstiene de publicar el texto.

En la nueva etapa de El Universal hemos advertido muestras palpables de tales violaciones, por lo cual el periódico declinó las publicaciones que no responden al código ético establecido y conocido por los articulistas y colaboradores. Vale constar que El Universal desde siempre ha ejercido esta premisa y así lo seguirá haciendo.

El Universal está abierto a las opiniones que acepten mantener la línea de respeto, equilibrio y equidad a través de la cual llegamos a los lectores, bajo la aspiración de contar con un contenido de temas variados y de flexible adaptación a las realidades a informar.

Es lamentable que algunos articulistas hayan denunciado hechos que generan debates públicos sobre despidos y censuras que en rigor del concepto no han ocurrido. No queremos pensar que se trata de intrigas menores y mezquinas. Por ejemplo, una conocida periodista de insospechable conducta antiética, denunció haber sido censurada el mismo día en que El Universal publicó su artículo, circulado en 140.000 ejemplares.

Se está en revisión de la sección de Opinión. Esperamos que los inconvenientes generados por los cambios se solucionen adecuadamente para articulistas, la gerencia de El Universal, anunciantes y, con énfasis, para los lectores.

Editorial de El Universal