El diputado de la oposición, Alfonso Marquina, sostuvo que el Gobierno debe empezar por sacrificarse antes de aplicar medidas que afectan al común de los venezolanos.
«El problema económico no se resuelve imponiéndole a los venezolanos más sacrificios, el primero que tiene que hacer sacrificios es el Gobierno, por qué aumentar la gasolina antes que revisar los acuerdos internacionales», ejemplificó Marquina.
Detalla que el Gobierno está regalando más de 280 mil barriles todos los días a Petrocaribe y Cuba, con condiciones de crédito de 25 años para el pago, con dos años muertos y al 1%. «Maduro, ya que quiere aumentar la gasolina, dele a los venezolanos las mismas políticas de créditos», conminó el diputado.
Indicó que la solidaridad, esa que pone en práctica el Gobierno, solo se puede dar cuando un país está bien lo que no es el caso venezolano. «En este caso Venezuela está financiando economías que están mejores que la nuestra, ninguna de las economías de Petrocaribe tienen una inflación tan alta como la venezolana, incluso ninguna de las inflaciones pasa de un dígito, no hay los niveles de desabastecimiento que está por encima del 32%», acotó.
Otras medidas que a juicio del diputado debe tomar el Gobierno es «dejar la guachafita con las reservas internacionales» y poner en orden el gasto público. Relató que solo la semana pasada fueron aprobados dos créditos adicionales a la Asamblea para atender el racionamiento de agua por 85 millones de bolívares, «pero ese mismo día llegó un crédito adicional por 1.436 millones de bolívares para la publicidad de Nicolás Maduro».
«Para Maduro la propaganda es más importante que el agua, es más importante su congreso de partido que atender la crisis económica. Aquí han estado prácticamente paralizados el Ejecutivo y el Parlamento porque el partido de Gobierno está en un Congreso ideológico, le importa más el Congreso que la situación del país».
A juicio de Marquina el reciente anuncio gubernamental de activar el buró político del partido para discutir «en caliente» las decisiones, es más bien una «toma de decisiones cuando un pueblo está caliente».
«No pueden tomarse medidas tardías y además de manera muy irresponsable, porque el problema de Venezuela no se soluciona con el aumento de la gasolina o con la unificación cambiaria, que no es otra cosa que una devaluación. Por qué Maduro no habla de la disciplina fiscal, por qué no habla de eliminar la expansión del gasto público, por qué no deja de malgastar el dinero de los venezolanos en sus fiestas, en sus saraos, todos los días lo vemos en cadena nacional», insistió el diputado.
Un papel más de acompañamiento que electoral para la Mesa
Alfonso Marquina considera que en la situación actual del país la Mesa de la Unidad Democrática, y el proceso de revisión, debe incluir un perfil menos electoral y político y más de respuesta a la situación económica y social del país.
Indicó que es en estos momentos cuando la Mesa de la Unidad Democrática debe fijar posiciones para más que adversar al Gobierno ofrecer opciones al país. «Ya basta que los únicos ajustes económicos son los que le impone al pueblo de Venezuela».
«La Mesa de la Unidad tienen que ser para la definición de políticas y en este caso la política fundamental tiene que ser la de serle útil al pueblo. Debemos privilegiar el debate económico y social».
Consideró que la renuncia de Ramón Guillermo es un ejemplo de desprendimiento para el avance de la unidad con la resolución de las diferencias y la optimización de la alianza de partidos. Para Marquina, la Mesa de la Unidad, sí requería un cambio para sacar a Venezuela de la profunda crisis en la que está sumida.
«Entiendo también que la renuncia de Aveledo es un ejemplo que debemos seguir, significa el desprendimiento de un hombre que ha había cumplido con un buen desempeño pero que entiende el necesario cambio».
Dijo que uno da las matrices que se intentó establecer sobre la renuncia de Aveledo entre la opinión pública fue lo de «ataques arteros» contra el político.
No negó que eso haya ocurrido pero las razones de la renuncia se las atribuye a otras causas: «Aveledo es un hombre curtido en estas lides políticas que sabe de la ingratitud o las miserias de muchos actores bien sea del oficialismo o algunos compañeros y no creo que haya sido lo definitivo en su toma de decisión, creo que fue la necesidad del replanteamiento de la Mesa de la Unidad para que haya un nuevo mecanismo a la hora de tomar las decisiones y la definición de una estrategia de viraje que no sea electoral. La Mesa de la Unidad no puede en este momento estar privilegiando el debate político sino ponerse al servicio de Venezuela para ser los abanderados del reclamo, de la protesta».
EL UNIVERSAL