La vacunación del adulto es una estrategia a la que se le está dando mayor relevancia porque sabemos que entre mejor sea la calidad de vida que nosotros tengamos, mejor va a ser la condición o la forma en que vamos a vivir nuestra vejez, señala la doctora Diana Guarneros.

Es por ello que cualquier estrategia de prevenir y mejorar las condiciones de salud del paciente, va a permitir que esta calidad de vida no se vea afectada por una enfermedad, hoy en día tenemos la oportunidad de prevenir cualquier enfermedad a través de la vacunación..

¡Vacunas para los mayores de 18 y menores de 50 años!

Para las personas que se encuentran en el rango de los 18 y 50 años, las vacunas recomendadas son:

Herpes

Hepatitis A

Hepatitits B

Tétanos y difteria

Influenza

Virus del Papiloma Humano

Neumococo

La doctora Diana Guarneros asegura que cada una de las vacunas tiene su propia calendarización para su aplicación, por ejemplo, al mes de la primera aplicación de la vacuna de tétanos y difteria se coloca una segunda aplicación y seis meses después se aplica otro refuerzo.

No obstante, después de cinco años se tiene la certeza de que la persona está protegida contra estas enfermedades.

En el caso de la vacuna de la influenza se debe aplicar cada año y de forma anticipada, es decir, en los meses en que la incidencia es baja como octubre o noviembre, porque si se aplica en diciembre o enero, los virus ya están activados, menciona la especialista.

Cada una de las vacunas tienen efectos secundarios, pero los más generales son dolor en el lugar de la aplicación o fiebre.

La doctora Diana Guarneros explica que las personas deben ir en las mejores condiciones de salud cuando se apliquen las vacunas. Y tú, ¿ya tienes todas tus vacunas?

Fuente: Salud180

¿Has notado que cuando comes muy rápido, no te llenas? Esto ocurre porque comer rápido reduce la segregación de hormonas en el intestino que provocan la sensación de estar lleno, aseguran científicos de la Universidad de Atenas. Por ello, el consumo de alimentos duros y más difíciles de masticar, nos pueden ayudar a adelgazar.

Por otro lado, un estudio publicado en PLOS ONE, reveló que la dureza de los alimentos juega un papel importante en la sensación de saciedad. Ante la creciente obesidad, los científicos sometieron a medio centenar de personas de entre 21 y 24 años a una dieta basada en alimentos suaves y el segundo, alimentos crudos y duros.

Cuando los participantes tomaron el almuerzo más sólido consumieron cerca de 90 calorías menos de promedio, 13% menos en comparación con el alimento.

Existen varios alimentos duros que puedes incorporar a tu dieta y que además te llenarán de nutrientes y energía.

1. Almendras. Son deliciosas y te darán las proteínas y carbohidratos que necesitas entre comidas. Además, según un estudio del International Journal of Obesity, las personas que comen almendras durante una dieta pierden más que aquellos que no las incluyen. De el 39 % total de grasa de la almendra, 25 % es saludable y está llena de fibra.

2. Coco. Es un alimento refrescante y rico en fibra; una taza contiene 7.2 gramos de fibra, lo que es más del 20% de la ingesta diaria recomendada para adultos. La fibra ayuda al proceso digestivo al agregar volumen a las heces, esto te ayuda a movilizar la comida a lo largo del tubo digestivo. Además, te ayuda contra la caída del cabello.

3. Zanahoria. Tienen una alto contenido de fibra, misma que el cuerpo no digiere, simplemente pasa a través del sistema digestivo y arrastra a otros alimentos con ella. Sin embargo, el cuerpo intenta digerirlo de todas maneras, por lo que envía más enzimas digestivas y esto, a su vez, provoca que el resto de los alimentos se digieran mejor, se tenga una sensación de saciedad por más tiempo y acelera el metabolismo.

4. Rábano. Los rábanos, además de ser una alimento duro y que puedes consumir como botana, es muy bajo en su nivel glicémico, esto quiere decir que cuando consumes rábano, tus niveles de azúcar se mantienen en balance y tu necesidad de azucares y postres bajará considerablemente.

5. Apio. El apio es indispensable para darle sabor a la dieta, además está compuesto por agua en casi un 95%, lo que lo convierte en un alimento digestivo, diurético y depurativo para nuestro organismo. Además, de acuerdo con investigadores de la Universidad de Chicago, el apio reduce los niveles de colesterol hasta 7 puntos por cada dos tallos.

Incorpora estos alimentos duros en tu dieta diaria y cuéntanos si te han funcionado para adelgazar.

Fuente: Salud180

Suele pasar cuando queremos perder kilos, que por algún desconocido motivo no alcanzamos el objetivo; entérate de estos errores que cometemos al hacer una dieta y que te han jugado en contra sin que lo supieras.

1. Te saltas las comidas

Si quieres disminuir el consumo de calorías, esta no es la mejor forma de hacerlo; por el contrario, solo lograrás que tarde o temprano te de un ataque de hambre. Mejo comer alimentos que te ayuden a acelerar tu metabolismo y que a la vez sean bajos en contenido graso y calórico.

2. No tienes apetito

Si luego de 4 o 5 horas de haber comido no sientes hambre, quiere decir que tus raciones son muy abundantes. Al menos deberías tener una sensación de hambre moderada, así es que si no te ocurre, será mejor que disminuyas la cantidad de alimento en cada comida.

3. Nunca darte un capricho

No está bien hacerlo todos los días, pero si de forma constante renuncias a los antojos y nunca te permites un alimento que realmente desees comer, solo conseguirás frustrarte, estar de mal humor o finalmente sucumbir a él y darte un buen atracón. Es mejor compartir un postre o comer media ración antes de que esto te suceda.

4. Comida saludable sin excesos

Está claro que cuando hacemos dieta debemos consumir alimentos sanos, pero hay que tener en cuenta que algunos de ellos, como los frutos secos o el aguacate, aunque son muy nutritivos, también tienen altos niveles de calorías; por ello, no los incluyas todos los días en todas las comidas, alterna con otros y busca un equilibrio.

5. En tu dieta no incluyes las bebidas

Las bebidas con alcohol, los zumos que contienen azúcar, los refrescos y otras bebidas están llenas de caloría; si cuentas solo las de la comida, puede que tu régimen se vea saboteado por lo que bebes más que por lo que comes.

6. Tu dieta se basa en contar calorías

Dependiendo la dieta que sigas, esto puede ser un grave error por el que te quedas con hambre. No es lo mismo comer una hamburguesa con salsa y queso que te aporte cerca de 500 calorías (y con la que seguramente te quedarás con hambre) a comer un plato rebosante de ensalada con alimentos variados como salmón, aceitunas, semillas y vegetales que te resultará abundante y saciante, además de muy saludable, y hasta quizá con menos calorías.

7. No hacer suficiente actividad física

Este es otro error común que se comete cuando se está a dieta. Si no te mueves, puede que consigas resultados, pero indudablemente demorarás mucho más en lograrlos; por otra parte, seguir un régimen alimenticio para perder kilos combinado con ejercicio nos asegura que nuestro cuerpo a la vez que reduce kilos también se moldea y tonifica, evitando así la temida flacidez que se produce cuando adelgazamos.

Fuente: iMujer

Si te encanta tu empleo pero todo el tiempo te sientes cansada, una de las claves para que recobres las energías es tu alimentación. Expertos te aconsejan qué comer para rendir más en el trabajo, aumentar tu productividad, así como sobrellevar la carga laboral y el estrés.

Óscar Galindo, médico español especialista en Medicina del Trabajo, aconseja incluir siete grupos de alimentos en la dieta de todo trabajador: pescado, carne, fruta, verdura, cereales, frutos secos y chocolate.

Debido a que el cuerpo siempre necesita energía, es importante que organices un plan de alimentación en el que incluyas en el menú diario este tipo de comida, esto te dará fuerza y vitalidad para desempeñar mejor tus tareas diarias.

Actívate al levantarte

De acuerdo con la encuesta Hábitos de Desayuno, de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el 14% de los mexicanos inicia su alimentación con una taza de café en las mañanas, hábito que hace que al medio día se sienta más hambre porque el cuerpo necesita más energía.

Para empezar el día con vitalidad es importante que bebas un vaso de agua en lugar del café; una de las razones de sentir agotamiento al levantarte es la deshidratación, explica Lucy Jones, nutriología de la Asociación Dietética Británica.

En el desayuno contempla alimentos con proteínas y carbohidratos que te permitan una fácil digestión, pero al mismo tiempo te mantengan saciado por varias horas. Puedes probar una rebanada de pan integral tostado con huevo revuelto.

El desayuno rico en proteínas mejoran la memoria y las funciones cognitivas; mientras que los carbohidratos ayudan a mantenerte con energía durante la mañana, ya que el cerebro depende de la glucosa, explica la nutrióloga Jones

Otra recomendación es tomar té verde en el desayuno por su gran efecto estimulante y porque mejora el estado de alerta mental.

Al medio día, puedes incluir entre las colaciones alrededor de 30 gramos de nueces, almendras o arándanos, estas te aportan calorías, minerales, vitaminas y antioxidantes.

Estudios han comprobado que los arándanos son beneficiosos para la memoria y la concentración, ya que ayuda a la circulación de la sangre hacia ciertas partes del cerebro.

Sigue con energía

Por la tarde para obtener los nutrientes necesarios es recomendable evitar alimentos grasosos. Cuando optas por estas comidas, el nivel de insulina aumenta y cuando comienza a bajar te produce sueño, después de eso se te dificulta concentrarte.

Idealmente se sugiere comer pescado por el omega 3 y proteínas esenciales para el buen funcionamiento cerebral y la memoria; así como beber agua natural y comer algo de fruta.

Para el médico Óscar Galindo, las verduras, pescado y la carne son una fuente rica de minerales, vitaminas y nutrientes. Para aprovechar sus propiedades es mejor cocinarlas a la plancha o al horno, evitar preparaciones irritantes y grasosas.

Complemento ideal

La alimentación es clave para rendir en el trabajo todos los días, pero si a ello agregas otros hábitos saludables como dormir lo suficiente (entre siete y ocho horas diarias), hacer ejercicio, respetar tus horarios de comida los resultados serán más favorables.

Es muy importante respetar durante la jornada laboral los tiempos para cada actividad. Hay momento para trabajar y alimentarse, al hacerlo así estarás en estado óptimo para rendir mejor. ¿Qué es lo que acostumbras comer para tener más energía en el día?

Fuente: Salud180