Algunos de estos misteriosos hoyos albergan complejos sistemas de cavernas y podrían ser útiles como refugio para futuras misiones humanas en nuestro satélite natural.
Junto a los millones de cráteres que adornan la superficie de la Luna existen también cerca de 200 agujeros, pozos de tamaño variado y que en algunos casos llevan al interior de complejos sistemas de cavernas. Esas bocas naturales podrían ser utilizadas como refugio por la próxima generación de astronautas y exploradores lunares, según los datos recopilados por la sonda LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter), de la NASA. Los resultados de este trabajo se acaban de publicar en la revista Icarus. (Puedes ver un vídeo aquí).
El diámetro de los agujeros oscila entre los 5 y los 900 metros. Tres de ellos se identificaron usando imágenes de la nave japonesa Kaguya. Y el resto, hasta 200, utilizando un nuevo algoritmo informático que escanea automáticamente miles de imágenes de alta resolución de la superficie lunar tomadas por los instrumentos de la LRO.
«Los agujeros podrían ser útiles como apoyo de futuras actividades humanas en la superficie -afirma Robert Wagner, de la Universidad Estatal de Arizona-. Un hábitat situado en un hoyo, digamos que algunas decenas de metros bajo la superficie, puede ser un lugar muy seguro para los astronautas: sin radiación, sin micrometeoritos, casi sin polvo y sin saltos bruscos de temperatura entre el día y la noche». Wagner fue quien desarrolló el algoritmo informático y es el autor principal del estudio publicado en Icarus.
La mayor parte de los agujeros lunares se encuentran tanto en los «estanques de lava» de los grandes cráteres de impacto (zonas que se fundieron con el calor de la colisión y que después se solidificaron) como en los «mares lunares», áreas oscuras que son, también, grandes flujos de lava solidificada, a veces de cientos de km de ancho. En la antigüedad, se creía que los «mares» eran realmente océanos de agua (de ahí el nombre). Pero las distintas culturas los han interpretado de formas muy diversas. Por ejemplo, algunas afirman ver la forma de un rostro humano, mientras que otras hablan de un conejo o incluso de un chiquillo que parece llevar a la espalda un manojo de varas de madera.
Fuente: ABC.es