Para el próximo año está previsto el nuevo sistema nacional de remuneración, que incluye una tabla única salarial y un sistema único de clases de cargos.

Una comisión se encargará en un lapso de 120 días de diseñar el nuevo esquema, de acuerdo a lo establecido en el proyecto de «convención colectiva marco socialista de los servidores y servidoras de la patria». Luego, la propuesta será elevada al Presidente de la República para su consideración y posterior publicación en Gaceta Oficial.

Paralelamente, se agilizará la creación y aprobación de las estructuras de cargo y de los manuales descriptivos de cargos. El texto no detalla en qué consistirían las gestiones. No obstante, el presidente de Fedeunep, Antonio Suárez, ha señalado que se pretende es facilitar los mecanismos de ascenso del personal.

Dirigentes sindicales de los empleados públicos han expresado la necesidad de revisar el actual tabulador de salarios de la administración pública, por considerar que los sueldos son objeto de solapamientos cuando entra en vigencia el ajuste del salario mínimo. Consideran que la diferencia de salario entre cada grado debe ser significativa ya que pesan los estudios y años de experiencia.

En el nuevo contrato marco se establece un incentivo que varía de entre 15 y 30 Unidades Tributarias como estímulo y reconocimiento para los trabajadores por el desarrollo técnico y profesional, según sea el caso. Además, una gratificación de tres Unidades Tributarias por la autoformación colectiva integral, continúa y permanente en la Universidad Bolivariana de los Trabajadores «Jesús Rivero».

El Universal

El economista y analista del Centro Internacional Miranda (CIM), Víctor Álvarez, señaló que el establecimiento de un solo tipo de cambio en Venezuela será el elemento clave para superar los desajustes y distorsiones presentes en la economía.

“Los diferentes tipos de cambio y el diferencial entre uno y otro han desatado una gran especulación y corrupción alrededor de la moneda, por lo que se requiere avanzar hacia la unificación cambiaria”, expresó.

“La brecha pronunciada entre los cuatro tipos de cambio han creado incentivos a la especulación, porque los agentes económicos tienden a querer capturar dólares baratos para después venderlos caros”, afirmó el también docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Explicó que el CIM ha planteado “que la solución de raíz a este problema pasa por abandonar el anclaje cambiario y avanzar hacia un sistema de flotación de un solo tipo de cambio controlado por bandas y administrado por el Banco Central de Venezuela (BCV)”, reseñó Notimex.

Agregó que la tasa de cambio de 6,30 bolívares por dólar, ya ni siquiera expresa la productividad de la industria petrolera. “Ni a Pdvsa le alcanzan 6,30 bolívares por dólar para pagar su nómina de más de seis mil trabajadores, mantener al día el pago a contratistas y proveedores, o bajarle todos los recursos a las misiones sociales creadas por el gobierno”, manifestó.

Resaltó que tan exiguo aporte ni siquiera alcanza para mantener al día las obligaciones fiscales de Pdvsa, “por lo que llegó la hora de sincerar la situación y de fijar un precio para la divisa que exprese la verdadera productividad de la economía venezolana”.

www.descifrado.com

Esta aseveración la hizo Giovanny Celano, presidente de la Cámara de Pequeños y Medianos Industriales de Plaza y Zamora (Capmi Plazza) y miembro de la organización Venezuela Industrial Productiva.

Considera que el cumplimiento de la reducción de la jornada laboral establecida en la nueva Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadoras, Lottt, ha sido uno de los principales factores que ha mermado la producción local.

Comentó que algunas empresas laboran de lunes a viernes, cuando antes lo hacían también los fines de semana, para cumplir con la Lottt. Otras dividen los turnos, porque no cuentan con recursos para incorporar más personas en las nóminas”, afirmó.

Señaló que a esto se suman la escasez de insumos y la falta de divisas, “lo que ha sumido a las industrias en una crisis severa”.

Advirtió que este escenario ha hecho que la producción del sector sea cada vez menor.

Actualmente las fábricas de calzado, construcción, metalmecánica y plástico de la zona no elaboran ni 50% de los rubros que se venden en el mercado.

Una luz. El alcalde de Plaza, Rodolfo Sanz, aseguró que han hecho mesas de trabajo con el gremio. Quieren conformar alianzas que permitan crear lazos de trabajo y aumentar la producción, para contribuir con el desarrollo del país. Recordó que, recientemente, el ministro para la Industria, José David Cabello, visitó al sector Industrial farmacéutico de Guarenas, donde aseguró que han liquidado divisas a empresas para que puedan pagar sus deudas con los proveedores en el extranjero.

Sanz anunció que volverá a reunirse con los empresarios para medir los avances de los acuerdo establecidos.

Alerta. Según Celano, hasta ahora en la subregión no ha cerrado ninguna fábrica, “pero damos la campanada de alerta para evitar que suceda, porque las cifras no dan para cubrir los costos. Están guindando 1.200 empleos”, aseveró.

“No contamos con materia prima para cumplir con los pedidos o tenemos que comprarla a comerciantes que la venden por encima de los precios. Tampoco podemos invertir en nuevos equipos y tecnología, y mucho menos generar empleos, lo que ha hecho que haya un decrecimiento en la pequeña y mediana industria”, dijo.

Informó que se han reunido con el Gobierno nacional, para buscar soluciones a la crisis.

Informe21

El índice nacional de precios al consumidor, que miden el Banco Central de Venezuela y el Instituto Nacional de Estadística, se situó en 5,5% en el mes de junio, señalaron fuentes de manera extraoficial.

La inflación promedio en los últimos doce meses cerró en 62,1%, lo que evidencia —según las fuentes— que la espiral inflacionaria no ha podido ser detenida con las políticas implementadas por el gobierno.

Es la primera vez desde que se comenzó a medir el índice nacional de previos al consumidor en enero de 2008 que se presentan alzas de precios tan acentuadas. De hecho, las estadísticas muestran que solo en la crisis financiera de 1994 y en el ajuste económico de 1996 se observaron índices mensuales y anuales tan altos.

El Banco Central de Venezuela no ha difundido la información oficial a pesar de que ya han pasado los primeros 15 días del mes de julio. Extraoficialmente se supo que existe un comité en el instituto emisor que revisa los datos del INPC y que luego el presidente Nicolás Maduro es el que aprueba o desaprueba su publicación.

Hoy se reúne el directorio del BCV y debería dar el visto bueno al informe de la inflación en vista de que ya pasaron los 10 días que no solo por reglamentación, sino también por tradición se colocan como tope máximo para difundir las estadísticas oficiales que recava el banco.

El ocultamiento de la data ha sido criticado por inversionistas extranjeros y en especial por los compradores de bonos de la República y de Pdvsa, que no ven con buenos ojos el hecho de que las autoridades no hagan del conocimiento general los datos específicos que revelan el comportamiento de las distintas variables de la economía como crecimiento, inflación, endeudamiento e incluso balances económicos de las instituciones financieras públicas.

La asignación y liquidación de divisas para algunos sectores está lejos de volver a la normalidad. Datos de la Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, Odontológicos, de Laboratorios y Afines (Avedem) indican que en el primer semestre apenas dispusieron de 100 millones de dólares para sus importaciones.

Esa cifra apenas representa 10% de los mil millones de dólares que requieren las empresas del sector anualmente para satisfacer la demanda del mercado local.
De acuerdo a esas cifras la estimación indica que este año recibirán menos dólares que en 2013, cuando las autoridades cambiarias entregaron 531 millones de dólares para las compañías agrupadas en Avedem. «La reactivación va a costar, hay rezagos en las importaciones y en los inventarios», manifestó una fuente ligada a Avedem.

Aunque destacó que han recibido liquidaciones por 30 millones de dólares, subrayó que 92 compañías aún mantienen una deuda de casi 350 millones de dólares con sus proveedores en el exterior, lo cual dificulta la posibilidad de hacer nuevos pedidos.

De ese total, 266 millones corresponden a compromisos contraídos antes del 30 de septiembre del año pasado, mientras que alrededor de 41 millones de dólares están relacionados a compras realizadas en 2014. «Es un tema que tenemos que resolver», agregó el empresario consultado.
Desde hace meses, Avedem alertó al Ejecutivo nacional y a diputados de la Asamblea Nacional que el retraso en la asignación y liquidación de divisas afectaría el suministro de equipos e insumos médicos, así como el mantenimiento de los aparatos que están en hospitales públicos y en los centros de salud privados.

En el gremio insisten en que el pago de la deuda «vieja» permitiría reabrir las líneas de crédito y reanudar con normalidad las importaciones.

Otros obstáculos 

La restricción cambiaria no es la única barrera que enfrentan los importadores de equipos médicos. El empresario consultado aseveró que los Certificados de No Producción (CNP) que emite el Ministerio de Industrias «no están saliendo».

Ese trámite es uno de los pasos previos que deben dar las empresas para luego solicitar ante el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) las divisas. En las reuniones que Avedem ha sostenido con representantes del Ejecutivo nacional, los empresarios han repetido que la exigencia del CNP es innecesaria, si se toma en cuenta que la mayoría de los productos son importados.

En el sector también sufren trabas de parte de las autoridades de salud a la hora de autorizar los registros sanitarios. De acuerdo a los datos de Avedem, hay 775 solicitudes de registro sanitario pendientes. De ese total, alrededor del 85% corresponde a renovaciones de dicho registro.
El registro sanitario también es fundamental a la hora de realizar las importaciones, ya que es uno de los requisitos que exigen las autoridades a las empresas a la hora de la nacionalización de la mercancía.

El Universal